Cada vez más agricultores cultivan verduras y hierbas en los pasillos. Una de las granjas más grandes del mundo es operada por la empresa neoyorquina Aerofarms. La agricultura ya no se practica solo en campos y pastos: cada vez más granjas de interior cultivan verduras y hierbas en los pasillos. El cultivo de plantas bajo luz artificial y en medios de cultivo debería conservar recursos importantes porque requiere menos espacio, agua y pesticidas, y también puede operarse en medio de grandes ciudades, lo que acorta las rutas de entrega a los clientes.
La empresa neoyorquina Aerofarms opera una de las granjas cubiertas más grandes del mundo: en su área de cultivo de 6500 metros cuadrados, la producción se puede llevar a cabo independientemente de la temporada y, por lo tanto, se puede cosechar durante todo el año. Según Aerofarms, los más de 900.000 kilogramos de verduras de hoja verde producidos cada año corresponden a 400 veces el rendimiento de un cultivo convencional comparable. ¿Cómo es eso posible?
La clave está en una batería de sensores y cámaras que se utilizan para monitorear constantemente las plantas. Alimentan millones de datos en tiempo real sobre temperatura, humedad, oxigenación, suministro de nutrientes, iluminación, salud y crecimiento de las plantas en las computadoras de la empresa, donde se analizan los datos. El software deriva instrucciones de cuidado y crianza de esto, que son implementadas automáticamente por el sistema. Por ejemplo, dejando que la luz LED brille más tiempo (no necesita el sol) o agregando más o menos nutrientes según sea necesario. Tal crianza dirigida puede reducir los requerimientos de agua en un 95 por ciento.
La granja de interior basada en datos no requiere pesticidas y requiere significativamente menos fertilizante que el cultivo convencional en el campo. Así que en realidad podría decir: Los datos son el nuevo fertilizante. Además, esta forma de agricultura permite automatizar en gran medida toda la cadena de producción, desde la siembra hasta la carga. Mientras tanto, el sistema va aprendiendo, para que las cosechas sean más rentables con el tiempo. Si la tecnología demuestra su valor, más y más agricultores pronto podrían convertirse en “anfitriones de datos”.
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Cada vez más agricultores cultivan verduras y hierbas en los pasillos. Una de las granjas más grandes del mundo es operada por la empresa neoyorquina Aerofarms. La agricultura ya no se practica solo en campos y pastos: cada vez más granjas de interior cultivan verduras y hierbas en los pasillos. El cultivo de plantas bajo luz artificial y en medios de cultivo debería conservar recursos importantes porque requiere menos espacio,
agua y pesticidas, y también puede operarse en medio de grandes ciudades, lo que acorta las rutas de entrega a los clientes.
La empresa neoyorquina Aerofarms opera una de las granjas cubiertas más grandes del mundo: en su área de cultivo de 6500 metros cuadrados, la producción se puede llevar a cabo independientemente de la temporada y, por lo tanto, se puede cosechar durante todo el año. Según Aerofarms, los más de 900.000 kilogramos de verduras de hoja verde producidos cada año corresponden a 400 veces el rendimiento de un cultivo convencional comparable. ¿Cómo es eso posible?
La clave está en una batería de sensores y cámaras que se utilizan para monitorear constantemente las plantas. Alimentan millones de datos en tiempo real sobre temperatura, humedad, oxigenación, suministro de nutrientes, iluminación, salud y crecimiento de las plantas en las computadoras de la empresa, donde se analizan los datos. El software deriva instrucciones de cuidado y crianza de esto, que son implementadas automáticamente por el sistema. Por ejemplo, dejando que la luz LED brille más tiempo (no necesita el sol) o agregando más o menos nutrientes según sea necesario. Tal crianza dirigida puede reducir los requerimientos de agua en un 95 por ciento.
La granja de interior basada en datos no requiere pesticidas y requiere significativamente menos fertilizante que el cultivo convencional en el campo. Así que en realidad podría decir: Los datos son el nuevo fertilizante. Además, esta forma de agricultura permite automatizar en gran medida toda la cadena de producción, desde la siembra hasta la carga. Mientras tanto, el sistema va aprendiendo, para que las cosechas sean más rentables con el tiempo. Si la tecnología demuestra su valor, más y más agricultores pronto podrían convertirse en “anfitriones de datos”.
PrisioneroEnArgentina.com
Abril 12, 2022