Los veteranos no suelen considerarse “héroes de guerra”. Si bien algunos reconocen su servicio y sacrificios, casi todos minimizan la noción de heroísmo. Las investigaciones indican que no todos los héroes son ostentosos; personas más discretas, leales y desinteresadas, también son consideradas héroes. Además, figuras públicas como el exvicepresidente Mike Pence han expresado que los veteranos no se consideran héroes, lo que pone de manifiesto la desconexión entre la percepción pública y la realidad de sus experiencias.
Uno de los que no se considera un héroe de guerra es Graham Platner.
Platner
La vida de Graham Platner es un testimonio de resiliencia, servicio y transformación. Nacido en 1985 en Sullivan, Maine, Platner creció en la escarpada costa del condado de Hancock, moldeado por los ritmos del mar y los valores de una comunidad de clase trabajadora. Sus primeros años le inculcaron un profundo respeto por el trabajo duro y el deber cívico, principios que lo guiarían durante la guerra, la recuperación y, finalmente, su audaz incursión en la política.
En 2003, en pleno apogeo de la guerra de Irak, Platner se alistó en el Cuerpo de Marines de los Estados Unidos, robando su certificado de nacimiento de la oficina de su padre para unirse antes de cumplir los 18 años. Sirvió tres misiones de combate en Irak, incluyendo despliegues en Faluya y Ramadi, donde dirigió secciones de ametralladoras en algunas de las zonas más vulnerables de la guerra. Impulsado por un constante sentido del deber, posteriormente se unió a la Guardia Nacional del Ejército de Maryland y fue desplegado en Afganistán en 2010. Estas experiencias lo expusieron a la dura realidad de la guerra y a los fallos sistémicos de la política exterior estadounidense, perspectivas que posteriormente alimentarían sus convicciones políticas.
Tras regresar a casa, Platner luchó contra el trastorno de estrés postraumático (TEPT) y los desafíos de la reintegración. Asistió brevemente a la Universidad George Washington, pero se retiró para centrarse en su recuperación y reconstruir su vida. De regreso a Sullivan, encontró consuelo en el cultivo de ostras, y finalmente se hizo cargo de una pequeña operación que convirtió en un negocio próspero. Su trabajo en el agua lo reconectó con sus raíces y le dio un renovado sentido de propósito. También se involucró profundamente en la gobernanza local, desempeñándose como Capitán de Puerto y Presidente de la Junta de Planificación.
Collins
En agosto de 2025, Platner anunció su candidatura al Senado de los Estados Unidos, desafiando a la veterana titular republicana Susan Collins. Su campaña enfatiza temas populistas: apoyo a los veteranos, atención médica universal, vivienda asequible y el fin de las guerras interminables. Platner se posiciona como una voz para los trabajadores de Maine, sin miedo a enfrentarse a las arraigadas estructuras de poder y la influencia corporativa. Su lema, “La oligarquía es el enemigo”, refleja su convicción de que la política debe servir a las personas, no al lucro.
La historia de Platner resuena entre los votantes que buscan autenticidad y valentía. Desde el campo de batalla hasta la granja de ostras, su trayectoria encarna la determinación y la compasión de una nueva generación de líderes. Platner, que vive a solo tres puertas de la casa de su infancia con su esposa Amy y sus mascotas, sigue arraigado en la comunidad que espera representar, ofreciendo no solo políticas, sino también experiencia vivida.
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Uno de los que no se considera un héroe de guerra es Graham Platner.
La vida de Graham Platner es un testimonio de resiliencia, servicio y transformación. Nacido en 1985 en Sullivan, Maine, Platner creció en la escarpada costa del condado de Hancock, moldeado por los ritmos del mar y los valores de una comunidad de clase trabajadora. Sus primeros años le inculcaron un profundo respeto por el trabajo duro y el deber cívico, principios que lo guiarían durante la guerra, la recuperación y, finalmente, su audaz incursión en la política.
En 2003, en pleno apogeo de la guerra de Irak, Platner se alistó en el Cuerpo de Marines de los Estados Unidos, robando su certificado de nacimiento de la oficina de su padre para unirse antes de cumplir los 18 años. Sirvió tres misiones de combate en Irak, incluyendo despliegues en Faluya y Ramadi, donde dirigió secciones de ametralladoras en algunas de las zonas más vulnerables de la guerra. Impulsado por un constante sentido del deber, posteriormente se unió a la Guardia Nacional del Ejército de Maryland y fue desplegado en Afganistán en 2010. Estas experiencias lo expusieron a la dura realidad de la guerra y a los fallos sistémicos de la política exterior estadounidense, perspectivas que posteriormente alimentarían sus convicciones políticas.
Tras regresar a casa, Platner luchó contra el trastorno de estrés postraumático (TEPT) y los desafíos de la reintegración. Asistió brevemente a la Universidad George Washington, pero se retiró para centrarse en su recuperación y reconstruir su vida. De regreso a Sullivan, encontró consuelo en el cultivo de ostras, y finalmente se hizo cargo de una pequeña operación que convirtió en un negocio próspero. Su trabajo en el agua lo reconectó con sus raíces y le dio un renovado sentido de propósito. También se involucró profundamente en la gobernanza local, desempeñándose como Capitán de Puerto y Presidente de la Junta de Planificación.
En agosto de 2025, Platner anunció su candidatura al Senado de los Estados Unidos, desafiando a la veterana titular republicana Susan Collins. Su campaña enfatiza temas populistas: apoyo a los veteranos, atención médica universal, vivienda asequible y el fin de las guerras interminables. Platner se posiciona como una voz para los trabajadores de Maine, sin miedo a enfrentarse a las arraigadas estructuras de poder y la influencia corporativa. Su lema, “La oligarquía es el enemigo”, refleja su convicción de que la política debe servir a las personas, no al lucro.
La historia de Platner resuena entre los votantes que buscan autenticidad y valentía. Desde el campo de batalla hasta la granja de ostras, su trayectoria encarna la determinación y la compasión de una nueva generación de líderes. Platner, que vive a solo tres puertas de la casa de su infancia con su esposa Amy y sus mascotas, sigue arraigado en la comunidad que espera representar, ofreciendo no solo políticas, sino también experiencia vivida.
PrisioneroEnArgentina.com
Septiembre 2, 2025
Tags: Afganistán, Graham Platner, Irak, Maine, Mike Pence, Susan CollinsRelated Posts
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