El miércoles pasado se cumplieron seis años de la injusta detención de mi marido, coronel retirado del arma de Ingenieros, veterano de Guerra de Malvinas, Pedro Adolfo López, por la mal llamada lesa humanidad, causa Operativo Independencia, cumpliendo con un decreto presidencial de la señora expresidenta María Estela Martínez de Perón, quien encabezaba la causa y nunca vino de España, donde vive.
A mi marido lo llevaron sin darle ninguna opción. Sin embargo, en los medios, cuando se informa que hay un detenido por cualquier motivo, se señala que es inocente hasta que se demuestre lo contrario. Para los de “lesa” nada vale, y la prisión preventiva no tiene fecha de vencimiento. Le tocó participar en todos los conflictos: lucha contra el terrorismo subversivo apátrida marxista, el conflicto con Chile, Malvinas y, como broche de oro, la cárcel. Cinco años preso, acusado por alguien que no lo conocía y undelito que no cometió. Qué mal le reconocieron lo que hizo por la Patria. Solo derechos humanos para los terroristas.
Qué hipócrita es la gente: quiere seguridad pero no quiere represión, quiere que no se corten las calles, que no los maten, que no les roben, pero cuando un policía mata un delincuente el policía termina preso, apartado de la fuerza y el delincuente pasa a ser la víctima.
Nunca creí ver a este maravilloso país destruido moral y económicamente, vivir en un permanente desorden, donde el mantenido no deja pasar al trabajador que le paga, donde rompen, pintan, destruyen lugares históricos y la policía tiene orden de no actuar. Qué raro es todo. De estar en el quinto lugar entre los mejores países del mundo a pasar a ser quinto por la inflación más alta. Un país que tiene todo… pero nos falta lo principal: educación, madre de todas las batallas.
El miércoles pasado se cumplieron seis años de la injusta detención de mi marido, coronel retirado del arma de Ingenieros, veterano de Guerra de Malvinas, Pedro Adolfo López, por la mal llamada lesa humanidad, causa Operativo Independencia, cumpliendo con un decreto presidencial de la
señora expresidenta María Estela Martínez de Perón, quien encabezaba la causa y nunca vino de España, donde vive.
A mi marido lo llevaron sin darle ninguna opción. Sin embargo, en los medios, cuando se informa que hay un detenido por cualquier motivo, se señala que es inocente hasta que se demuestre lo contrario. Para los de “lesa” nada vale, y la prisión preventiva no tiene fecha de vencimiento. Le tocó participar en todos los conflictos: lucha contra el terrorismo subversivo apátrida marxista, el conflicto con Chile, Malvinas y, como broche de oro, la cárcel. Cinco años preso, acusado por alguien que no lo conocía y undelito que no cometió. Qué mal le reconocieron lo que hizo por la Patria. Solo derechos humanos para los terroristas.
Qué hipócrita es la gente: quiere seguridad pero no quiere represión, quiere que no se corten las calles, que no los maten, que no les roben, pero cuando un policía mata un delincuente el policía termina preso, apartado de la fuerza y el delincuente pasa a ser la víctima.
Nunca creí ver a este maravilloso país destruido moral y económicamente, vivir en un permanente desorden, donde el mantenido no deja pasar al trabajador que le paga, donde rompen, pintan, destruyen lugares históricos y la policía tiene orden de no actuar. Qué raro es todo. De estar en el quinto lugar entre los mejores países del mundo a pasar a ser quinto por la inflación más alta. Un país que tiene todo… pero nos falta lo principal: educación, madre de todas las batallas.
Viviana Clementina Figari
Envío y colaboración: DRA. ANDREA PALOMAS ALARCÓN
PrisioneroEnArgentina.com
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