El odio, la discriminación, la violencia, nuevos métodos de hacer política.

Share
[ezcol_1fifth].[/ezcol_1fifth] [ezcol_3fifth]
Ignacio Cloppet, en “Es una grieta que viene de lejos, la que hay que superar” https://www.clarin.com/opinion/grieta-viene-lejos-superar_0_aHhCIfZ_b.html afirma una verdad irrefutable en las relaciones sociales de la Argentina, al precisar  por ejemplo, que “El odio, la violencia verbal y gestual, la intolerancia y el desprecio, han tomado cuerpo y son un estilo de hacer política que se encarnó entre nosotros”, pero ¿quiénes son los productores de esa situación, cuáles son sus objetivos y porque?
Crear los factores permanentes de confrontación, oponerse al rencuentro, es para un sector social reducido pero de fuerte influencia e impacto político, una actividad profesional rentable, porque para esos individuos el objetivo no es la pacificación de la nación, la cohesión social, sino el conflicto permanente. 
La radicalización, la violencia, manifestaciones y oposiciones cotidianas, no son para defender un sistema democrático, ni los derechos humanos para todos los ciudadanos sino para instalar un proyecto político mezcla de los años 70 y movimientos contestarios difusos actuales. Esto determina una anomia global donde la Argentina pierde su presencia en el contexto de naciones, quedó paralizada por una confrontación ideológico de hace 50 años, y ausente en la dinámica actual de la globalización y la mundialización. El conocimiento, la creatividad, la innovación, la economía material e inmaterial, la industria, ciencia, inversiones… no pueden avanzar por la ideología del pasado. 
Esa grieta, que sus productores la justifican por múltiples y superficiales argumentos, aparte de ser un producto económico es también una actividad que genera alianzas políticas, facilita la corrupción y la impunidad en todos los sectores que ejercen esos roles. Se intenta justificar esas conductas ilegales  por un sin numero de luchas en nombre de causas unas más obscuras que las otras, pero ninguna es por la pacificación, el rencuentro, fin de la confrontación, de la Nación Argentina.
Como construir una sociedad, fijar las bases del rencuentro de todos los argentinos, cuando esos sectores que ejercen influencia (en los medios, la sociedad, la política), creadores de la violencia, el odio, la discriminación, tienen como objetivos ni olvido, ni perdón, ni reconciliación, es decir la venganza es el fin político e ideológico y poco importa los destinos del país. Si los hombres y mujeres de buena voluntad que buscan soluciones diferentes, quizás hasta un nuevo contrato social, no revierten esa situación, el futuro de la Nación será una ilusión y los responsables de ese caos tienen nombre y apellidos. Paris, 07 junio 2019, CasppaFrance
[/ezcol_3fifth] [ezcol_1fifth_end].[/ezcol_1fifth_end]
 

 


PrisioneroEnArgentina.com

Junio 7, 2019


 

La grieta insalvable

Share

 

Disiento sobre lo manifestado por el lector C. Octavio Oliva en su carta. La grieta que divide a nuestro país no es comparable con la que divide a judíos de palestinos ni asimilable al ejemplo del maestro Barenboim.

[ezcol_2fifth]

Nuestra diferencia es irreconciliable, porque donde unos creen que nos distanciamos por una cuestión ideológica, por una diferencia sobre políticas económicas o de derechos humanos, del otro lado de la supuesta grieta nos hemos distanciado porque no aceptamos discutir sobre ninguna idea sostenida por personas sospechadas de integrar una banda delictiva para depredar al Estado y perjudicar sus arcas, y de eventualmente haber cometido el peor de los delitos, como es el de haber traicionado a la patria.

[/ezcol_2fifth] [ezcol_3fifth_end]
El ejemplo Barenboim
En los últimos días nos ha visitado el maestro Barenboim, quien dirige una orquesta integrada por israelíes y palestinos. Enemigos ancestrales, unos y otros depusieron sus diferencias para sumarse a un proyecto común, que está por encima de aquellas y que apunta a la excelencia en la calidad de su arte musical. En contraposición, en nuestro país -aquí no hay enemigos ancestrales y somos todos argentinos- no nos es posible sobreponernos a nuestras diferencias políticas y no somos capaces de pensar en términos de un proyecto común. Cada sector, conducido por dirigentes irresponsables e integrado por una masa que los sigue sin cuestionar, busca su propio provecho, en desmedro de los demás.
¿Y si hacemos como Barenboim?
C. Octavio Oliva . DNI 8.311.770
[/ezcol_3fifth_end]

 No hay un punto medio, porque lo que nos separa son cuestiones distintas. En nuestro país existe el principio jurídico de presunción de inocencia. Pero este es un principio jurídico, no social. Es un principio aplicable puertas adentro de los tribunales. En la calle, ese principio depende de lo que cada uno de nosotros crea. Seguramente por esto se da el alto porcentaje de rechazo a algunas personas públicas entre la población. De un lado la grieta es política y del otro lado es ética. No son conciliables estas posiciones. Solo una Justicia imparcial y rápida va a poder unir a los argentinos. Es urgente, para una eventual reconciliación, poner a los inocentes a salvo de toda sospecha y a los culpables en la cárcel. Es la Justicia independiente la única que nos puede unir.

Gustavo Ramallo

gustavoramallo@gmail.com

 


Envío: DRA. ANDREA PALOMAS ALARCÓN


PrisioneroEnArgentina.com

Julio 26, 2018