Hoy se cumple el 29º aniversario del último intento del terrorismo internacional por hacerse del poder en nuestro país. Para quienes no conozcan de qué se trató y para aquellos que continúan haciendo de la memoria hemipléjica su estilo de vida, el 23 de enero de 1989, el Ejército Revolucionario del Pueblo, devenido en Movimiento Todos por la Patria, liderado por Enrique Gorriarán Merlo y utilizando la misma metodología empleada en la década del 70, lanzó un sanguinario ataque contra los cuarteles de La Tablada. Este nuevo crimen contra la Nación y su pueblo, planificado y financiado por los gobiernos de Daniel Ortega, de Nicaragua, y Fidel Castro, de Cuba, una vez más puso en evidencia el desprecio del terrorismo marxista hacia toda forma de convivencia, hecho que, como viene sucediendo año tras año, seguramente volverá a ser silenciado. De acuerdo con la información periodística, parece ser que para quienes conducen el Ejército, en una inaceptable discriminación entre los asesinados democráticamente en gobiernos peronistas y los ejecutados durante el gobierno radical de Raúl Alfonsín y los gobiernos militares, estos últimos no merecen el menor recuerdo por parte de los que tienen la responsabilidad de mantener viva la memoria de aquellos que, sin pedir nada a cambio, regaron con su sangre todo el territorio del país, en defensa de Dios, de la patria y de nuestro estilo de vida, asegurándonos la libertad de la que hoy, inmerecidamente, disfrutamos todos los argentinos. Para el caso de que semejante ingratitud se haga realidad, como hace tiempo que no se escuchan voces oficiales ofrendando el justo y necesario homenaje a los caídos durante el ataque terrorista, por este medio quiero rendir tributo “a quienes dieron su vida para que la patria viva”: comisario inspector Emilio García García; sargento primero José Manuel Soria (ambos de la policía bonaerense); soldados Héctor Cardozo, Martín L. Díaz, Roberto Tadeo Taddía, Julio D. Grillo (todos ellos de 19 años); sargento ayudante Ricardo Raúl Esquivel; sargento Ramón Waldimiro Orué; cabo primero José Gustavo Albornoz (24 años); mayor Horacio Fernández Cutiellos, y teniente Ricardo Alberto Rolón (25 años).
In 1986, this very same author published The Harvest of Sorrow: Soviet Collectivization and the Terror-Famine, his unsparing account of the deliberate starvation of Ukraine in 1932 and 1933, which killed, at a minimum, 7 million oh human beings, more than half of them children. At one point, more Ukrainians were dying each day than Jews were to be murdered at Auschwitz at the peak of extermination in the spring of 1944.
Above all, he showed that the trials were effectively designed to screen a series of operations of a still more sinister and monstrous kind. The public trials and purges settled old scores among a gang of Bolshevik comrades, many of whom were criminal murderers themselves. Yet the secret campaigns that accompanied them struck at millions of ordinary people.
Alexa Douglas Craig Sceccia2 horas hace
Por encima de todo, demostró que los juicios estaban efectivamente diseñados para examinar una serie de operaciones de tipo aún más siniestro y monstruoso. Los juicios públicos y purgas resolvieron viejas cuentas entre una pandilla de camaradas bolcheviques, muchos de los cuales eran asesinos criminales. Sin embargo, las campañas secretas que los acompañaron golpearon a millones de personas comunes.
Craig Sceccia11 horas atrás
En 1986, este mismo autor publicó La cosecha del dolor: la colectivización soviética y el terror-hambre, su informe impenetrable de la inanición deliberada de Ucrania en 1932 y 1933, que mató, como mínimo, 7 millones de seres humanos, más de La mitad de ellos niños. En un momento dado, más ucranianos morían cada día que los judíos serían asesinados en Auschwitz en el pico del exterminio en la primavera de 1944.
Ingratitud
Hoy se cumple el 29º aniversario del último intento del terrorismo internacional por hacerse del poder en nuestro país. Para quienes no conozcan de qué se trató y para aquellos que continúan haciendo de la memoria hemipléjica su estilo de vida, el 23 de enero de 1989, el Ejército Revolucionario del Pueblo, devenido en Movimiento Todos por la Patria, liderado por Enrique Gorriarán Merlo y utilizando la misma metodología empleada en la década del 70, lanzó un sanguinario ataque contra los cuarteles de La Tablada. Este nuevo crimen contra la Nación y su pueblo, planificado y financiado por los gobiernos de Daniel Ortega, de Nicaragua, y Fidel Castro, de Cuba, una vez más puso en evidencia el desprecio del terrorismo marxista hacia toda forma de convivencia, hecho que, como viene sucediendo año tras año, seguramente volverá a ser silenciado. De acuerdo con la información periodística, parece ser que para quienes conducen el Ejército, en una inaceptable discriminación entre los asesinados democráticamente en gobiernos peronistas y los ejecutados durante el gobierno radical de Raúl Alfonsín y los gobiernos militares, estos últimos no merecen el menor recuerdo por parte de los que tienen la responsabilidad de mantener viva la memoria de aquellos que, sin pedir nada a cambio, regaron con su sangre todo el territorio del país, en defensa de Dios, de la patria y de nuestro estilo de vida, asegurándonos la libertad de la que hoy, inmerecidamente, disfrutamos todos los argentinos. Para el caso de que semejante ingratitud se haga realidad, como hace tiempo que no se escuchan voces oficiales ofrendando el justo y necesario homenaje a los caídos durante el ataque terrorista, por este medio quiero rendir tributo “a quienes dieron su vida para que la patria viva”: comisario inspector Emilio García García; sargento primero José Manuel Soria (ambos de la policía bonaerense); soldados Héctor Cardozo, Martín L. Díaz, Roberto Tadeo Taddía, Julio D. Grillo (todos ellos de 19 años); sargento ayudante Ricardo Raúl Esquivel; sargento Ramón Waldimiro Orué; cabo primero José Gustavo Albornoz (24 años); mayor Horacio Fernández Cutiellos, y teniente Ricardo Alberto Rolón (25 años).
Emilio Guillermo Nani
Colaboración: Dra. Andrea Palomas Alarcón
PrisioneroEnArgentina.com
Enero 23, 2018
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Por supuesto que como Diana Conti no sabe leer , no tiene ni idea de esto…
#Somostodosmercenarios
A truly powerful document.
Un documento realmente poderoso
Conquest, servicio inteligencia ingles durante la segunda guerra.
Un documentó de forma pionera el horror de las purgas estalinistas
In 1986, this very same author published The Harvest of Sorrow: Soviet Collectivization and the Terror-Famine, his unsparing account of the deliberate starvation of Ukraine in 1932 and 1933, which killed, at a minimum, 7 million oh human beings, more than half of them children. At one point, more Ukrainians were dying each day than Jews were to be murdered at Auschwitz at the peak of extermination in the spring of 1944.
Above all, he showed that the trials were effectively designed to screen a series of operations of a still more sinister and monstrous kind. The public trials and purges settled old scores among a gang of Bolshevik comrades, many of whom were criminal murderers themselves. Yet the secret campaigns that accompanied them struck at millions of ordinary people.
Alexa Douglas Craig Sceccia2 horas hace
Por encima de todo, demostró que los juicios estaban efectivamente diseñados para examinar una serie de operaciones de tipo aún más siniestro y monstruoso. Los juicios públicos y purgas resolvieron viejas cuentas entre una pandilla de camaradas bolcheviques, muchos de los cuales eran asesinos criminales. Sin embargo, las campañas secretas que los acompañaron golpearon a millones de personas comunes.
Craig Sceccia11 horas atrás
En 1986, este mismo autor publicó La cosecha del dolor: la colectivización soviética y el terror-hambre, su informe impenetrable de la inanición deliberada de Ucrania en 1932 y 1933, que mató, como mínimo, 7 millones de seres humanos, más de La mitad de ellos niños. En un momento dado, más ucranianos morían cada día que los judíos serían asesinados en Auschwitz en el pico del exterminio en la primavera de 1944.
Este libro también habla de como los rivales de Stalin iban cayendo uno por uno. Tremendo libro.