El expresidente James Earl Carter Jr. (mundialmente, o simplemente conocido como Jimmy Carter) alguna vez llamó a la mansión blanca en 1600 Pennsylvania Avenue su hogar, pero ahora vive en una morada mucho, mucho más modesta. El expresidente demócrata decidió no unirse a juntas corporativas ni dar discursos por mucho dinero porque, como siempre dijo, no quería “capitalizar financieramente su presencia en la Casa Blanca”.
Carter, el presidente número 39 de la nación y el expresidente más longevo en la historia de los EE. UU. a los 97 años, vive una vida bastante normal, modesta y frugal. De hecho, Carter todavía vive en la casa de campo que él mismo construyó. en 1961. La casa, en la zona rural de Plains, Georgia (alrededor de dos horas y media en auto al sur de Atlanta) es un rancho de dos habitaciones valorado en solo U$160,000, que tiene menos valor que todos los vehículos blindados del Servicio Secreto estacionados afuera. También es inferior al precio medio de una vivienda en Georgia, que es de U$ 213.026 dólares.
Además de su casa asequible, las tendencias frugales de Carter incluyen pasar los fines de semana cenando con los vecinos en platos de papel con vino de mesa. Además, Él y su esposa Rosalynn hacen su propio yogur. También se sabe que Carter compra su ropa en su tienda Dollar General local y a menudo viaja en vuelos comerciales.
En los últimos años, Carter ha obtenido gran parte de sus ingresos escribiendo libros; ha publicado 46 títulos, entre ellos un libro para niños y reflexiones sobre su presidencia. Carter también recibe una pensión anual de $210,700, al igual que todos los expresidentes, además el gobierno federal otorga a todos los expresidentes una asignación para cosas como viajes y espacio de oficina. En 2017, Carter recibió más de $230,000 en tales asignaciones, según la Fundación de la Unión Nacional de Contribuyentes, un grupo de defensa conservador.
El estilo de vida modesto de Carter es muy diferente al de otros ex presidentes vivos.
En 2017, el expresidente Barack Obama compró una mansión de 8,1 millones de dólares en Washington y es bien conocido por la tradición de su familia de pasar las vacaciones de verano en el pintoresco (y caro) Martha’s Vineyard.
Y aunque Bill Clinton dijo que dejó la Casa Blanca con una deuda de U$ 16 millones, eso se borró rápidamente gracias a sus lucrativos discursos pagados y acuerdos de libros. En su primer año fuera del cargo, Clinton pronunció 57 discursos y recaudó la friolera de $ 13.7 millones de su “negocio de hablar y escribir”, según una declaración de impuestos de 2001.
BushClintonObamaCarter
La cartera de bienes raíces de Clinton incluye una casa de $1,7 millones en Chappaqua, Nueva York, y una casa de $2,85 millones en Washington D.C.
George W. Bush pronunció al menos 200 discursos pagados desde 2009, por lo general ganando alrededor de U$ 100,000 a U$ 175,000 por aparición.
Pero la vida lujosa no es el estilo de Carter. En cambio, el ganador del Premio Nobel de la Paz de 2002 dice: “Simplemente nunca había sido mi ambición ser rico”.
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El expresidente James Earl Carter Jr. (mundialmente, o simplemente conocido como Jimmy Carter) alguna vez llamó a la mansión blanca en 1600 Pennsylvania Avenue su hogar, pero ahora vive en una morada mucho, mucho más modesta. El expresidente demócrata decidió no unirse a juntas corporativas ni dar discursos por mucho dinero porque, como siempre dijo, no quería “capitalizar financieramente su presencia en la Casa Blanca”.
Carter, el presidente número 39 de la nación y el expresidente más longevo en la historia de los EE. UU. a los 97 años, vive una vida bastante normal, modesta y frugal. De hecho, Carter todavía vive en la casa de campo que él mismo construyó. en 1961. La casa, en la zona rural de Plains, Georgia (alrededor de dos horas y media en auto al sur de Atlanta) es un rancho de dos habitaciones valorado en solo U$160,000, que tiene menos valor que todos los vehículos blindados del Servicio Secreto estacionados afuera. También es inferior al precio medio de una vivienda en Georgia,
que es de U$ 213.026 dólares.
Además de su casa asequible, las tendencias frugales de Carter incluyen pasar los fines de semana cenando con los vecinos en platos de papel con vino de mesa. Además, Él y su esposa Rosalynn hacen su propio yogur. También se sabe que Carter compra su ropa en su tienda Dollar General local y a menudo viaja en vuelos comerciales.
En los últimos años, Carter ha obtenido gran parte de sus ingresos escribiendo libros; ha publicado 46 títulos, entre ellos un libro para niños y reflexiones sobre su presidencia. Carter también recibe una pensión anual de $210,700, al igual que todos los expresidentes, además el gobierno federal otorga a todos los expresidentes una asignación para cosas como viajes y espacio de oficina. En 2017, Carter recibió más de $230,000 en tales asignaciones, según la Fundación de la Unión Nacional de Contribuyentes, un grupo de defensa conservador.
El estilo de vida modesto de Carter es muy diferente al de otros ex presidentes vivos.
En 2017, el expresidente Barack Obama compró una mansión de 8,1 millones de dólares en Washington y es bien conocido por la tradición de su familia de pasar las vacaciones de verano en el pintoresco (y caro) Martha’s Vineyard.
Y aunque Bill Clinton dijo que dejó la Casa Blanca con una deuda de U$ 16 millones, eso se borró rápidamente gracias a sus lucrativos discursos pagados y acuerdos de libros. En su primer año fuera del cargo, Clinton pronunció 57 discursos y recaudó la friolera de $ 13.7 millones de su “negocio de hablar y escribir”, según una declaración de impuestos de 2001.
La cartera de bienes raíces de Clinton incluye una casa de $1,7 millones en Chappaqua, Nueva York, y una casa de $2,85 millones en Washington D.C.
George W. Bush pronunció al menos 200 discursos pagados desde 2009, por lo general ganando alrededor de U$ 100,000 a U$ 175,000 por aparición.
Pero la vida lujosa no es el estilo de Carter. En cambio, el ganador del Premio Nobel de la Paz de 2002 dice: “Simplemente nunca había sido mi ambición ser rico”.
PrisioneroEnArgentina.com
Abril 4, 2022