Trudeau ya tiene historial de tomar medidas a favor del régimen de Xi Jinping. Hace pocos meses se filtraron documentos que mostraban cómo el primer ministro presionó a las Fuerzas Armadas canadienses para mantener sus relaciones con China. A esto se le suman otros gestos como el envío de una delegación de las Fuerzas Armadas canadienses para participar en los Juegos Mundiales Militares de 2019, usado con fines propagandísticos por Xi Jinping. Esta vez abogó por la alianza de Huawei con las universidades de ese país, financiadas con fondos federales. Afirmó que su gobierno continuará tomando las decisiones correctas para los canadienses y que la decisión se tomó sobre las mejores recomendaciones de nuestros expertos.
A pesar de las advertencias sobre espionaje electrónico que pesan sobre Huawei, el Primer Ministro permite que la empresa china financie y acceda a los conocimientos en las universidades de Canadá.
Las decisiones del funcionario contrastan con otros países, que han detectado en la tecnología china peligros que atentan contra la seguridad nacional. Por ejemplo, la Universidad de Princeton, la Universidad de Stanford, la Universidad de California en Berkeley y el Instituto de Tecnología de Massachusetts dejaron de aceptar fondos para investigación de Huawei. En Gran Bretaña, se le suma la Universidad de Oxford.
Bajo esta idea, el Departamento de Comercio de EE. UU. durante la presidencia de Donald Trump, impuso sanciones a Huawei por considerar que la empresa tiene vínculos con el Partido Comunista de China (PPCh) y, por lo tanto, socava la seguridad nacional y los intereses de la política exterior de Estados Unidos. Estados Unidos dijo que no a las intenciones de Xi Jinping a través de la tecnología 5G. Además de las sanciones, EE. UU. también llevó propuestas a otros países para evitar que permitieran la incursión de Huawei. Por ejemplo, en Brasil ofreció líneas de crédito para operadores de telecomunicaciones que deseen comprar equipos para la implementación de la tecnología 5G, siempre que éstos no sean propiedad de Huawei. En Gran Bretaña quedaron prohibidos los equipos de Huawei para redes 5G para evitar el espionaje electrónico. El primer ministro británico Boris Johnson rechazó que la empresa tuviera alguna participación en la siguiente generación de redes telefónicas. La medida entrará en vigencia en septiembre de este año.
China ya prepara el siguiente capítulo: la red 6G. La novedad permitiría llegar a niveles tecnológicos vistos solo en las películas de ficción, aunque el costo podría ser alto conociendo los pormenores y controversias creadas por la red 5G.
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Trudeau ya tiene historial de tomar medidas a favor del régimen de Xi Jinping. Hace pocos meses se filtraron documentos que mostraban cómo el primer ministro presionó a las Fuerzas Armadas canadienses para mantener sus relaciones con China. A esto se le suman otros gestos como el envío de una delegación de las Fuerzas Armadas canadienses para participar en los Juegos Mundiales Militares de 2019, usado con fines propagandísticos por Xi Jinping. Esta vez abogó por la alianza de Huawei con las universidades de ese país, financiadas con fondos federales. Afirmó que su gobierno continuará tomando las decisiones correctas para los canadienses y que la decisión se tomó sobre las mejores recomendaciones de nuestros expertos.
A pesar de las advertencias sobre espionaje electrónico que pesan sobre Huawei, el Primer Ministro permite que la empresa china financie y acceda a los conocimientos en las universidades de Canadá.
Las decisiones del funcionario contrastan con otros países, que han detectado en la tecnología china peligros que atentan contra la seguridad nacional. Por ejemplo, la Universidad de Princeton, la Universidad de Stanford, la Universidad de California en Berkeley y el Instituto de Tecnología de Massachusetts dejaron de aceptar fondos para investigación de Huawei. En Gran Bretaña, se le suma la Universidad de Oxford.
Bajo esta idea, el Departamento de Comercio de EE. UU. durante la presidencia de Donald Trump, impuso sanciones a Huawei por considerar que la empresa tiene vínculos con el Partido Comunista de China (PPCh) y, por lo tanto, socava la seguridad nacional y los intereses de la política exterior de Estados Unidos. Estados Unidos dijo que no a las intenciones de Xi Jinping a través de la tecnología 5G. Además de las sanciones, EE. UU. también llevó propuestas a otros países para evitar que permitieran la incursión de Huawei. Por ejemplo, en Brasil ofreció líneas de crédito para operadores de telecomunicaciones que deseen comprar equipos para la implementación de la tecnología 5G, siempre que éstos no sean propiedad de Huawei. En Gran Bretaña quedaron prohibidos los equipos de Huawei para redes 5G para evitar el espionaje electrónico. El primer ministro británico Boris Johnson rechazó que la empresa tuviera alguna participación en la siguiente generación de redes telefónicas. La medida entrará en vigencia en septiembre de este año.
China ya prepara el siguiente capítulo: la red 6G. La novedad permitiría llegar a niveles tecnológicos vistos solo en las películas de ficción, aunque el costo podría ser alto conociendo los pormenores y controversias creadas por la red 5G.
PrisioneroEnArgentina.com
Febrero 16, 2021