Ayer 9 de Julio, día de la Patria. Todo impecable. Cómo en nuestros años jóvenes. Un nuevo amanecer en libertad. Ríos de emociones e historias marchan orgullosos por la ancha Avenida Libertador.
Los que cargamos en nuestras mochilas varias décadas, no podemos contener derramar una lágrima.
Lo hacemos por aquellos que se nos adelantaron en la ascensión para sentarse junto al creador.
Pero, hay una lágrima, que llora en sí misma y nunca termina de salir. Es aquella que se esconde debajo de la alfombra, cuál basura. Esa lágrima se llama “Guerra contra el Terrorismo”, “Lucha contra la subversión”. Guerra que no se quiere recordar porque a más de cuarenta años, hoy da vergüenza haber ocultado y ensuciado, con mentiras su verdadero nombre y lo que significó para el futuro de la nación.
Sin el triunfo en esa guerra, no buscada por los hombres de buena voluntad, hoy no hubiera sido posible desfilar orgullosos mostrando nuestras glorias.
Aquellos combatientes “silenciosos”, fueron convertidos en las lacras de una sociedad, adormecida por la propaganda ideológica del enemigo derrotado en el campo de batalla.
Hoy, no hay cabida para ellos en un desfile que conmemora, justamente, el Día de la Independencia.
Por eso, son escondidos como basura bajo la alfombra del olvido.
Mientras el gallardo desfile de las FFAA se desliza, mostrando el bien ganado prestigio, en celdas y mazmorras de inmundas cárceles o, junto a sus seres queridos en sus domicilios, 2.730 hombres y mujeres, purgan injustas e ilegales condenas, aplicadas por tribunales no naturales, alejados de toda imparcialidad. Integrados, éstos, por militantes y familiares de bandas terroristas.
Y, tal vez, cuando aún no finalice el festejo y, el nuevo Tanques Argentino Mediano continúe atronando con su pasar, uno de ellos, se sume al fúnebre número 850 muertos en cautiverio ante la indiferencia del “nuevo gobierno”, cuyo estandarte, irónicamente, pregona “la libertad” pero que, no tiene el “coraje y la valentía” de denunciar y terminar con el pacto KIRCHNER-/VERBITSKY que permite, con el consentimiento del Poder Judicial, “violar la Constitución Nacional” y encarcelar a hombres y mujeres que no titubearon en enfrentar a una guerrilla con apoyo transnacional que venía, por un millón de muertos a instaurar la “patria socialista”.
Tal vez, mañana, cuando el polvo de la ingratitud desaparezca y, el diáfano cielo libre, deje ver la verdad completa, esa lágrima, hoy contenida y escondida, pueda rodar, sobre las mejillas de las nuevas generaciones.
Para entonces, el último preso, “Veterano Combatiente del Terrorismo”, habrá partido hacia la eternidad y, aunque escondido como basura, dejará, orgulloso, el legado de haber cumplido con el sagrado juramento de “defender la bandera, hasta perder la vida”.
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Ayer 9 de Julio, día de la Patria. Todo impecable. Cómo en nuestros años jóvenes. Un nuevo amanecer en libertad. Ríos de emociones e historias marchan orgullosos por la ancha Avenida Libertador.
Los que cargamos en nuestras mochilas varias décadas, no podemos contener derramar una lágrima.
Lo hacemos por aquellos que se nos adelantaron en la ascensión para sentarse junto al creador.
Pero, hay una lágrima, que llora en sí misma y nunca termina de salir. Es aquella que se esconde debajo de la alfombra, cuál basura. Esa lágrima se llama “Guerra contra el Terrorismo”, “Lucha contra la subversión”. Guerra que no se quiere recordar porque a más de cuarenta años, hoy da vergüenza haber ocultado y ensuciado, con mentiras su verdadero nombre y lo que significó para el futuro de la nación.
Sin el triunfo en esa guerra, no buscada por los hombres de buena voluntad, hoy no hubiera sido posible desfilar orgullosos mostrando nuestras glorias.
Aquellos combatientes “silenciosos”, fueron convertidos en las lacras de una sociedad, adormecida por la propaganda ideológica del enemigo derrotado en el campo de batalla.
Hoy, no hay cabida para ellos en un desfile que conmemora, justamente, el Día de la Independencia.
Por eso, son escondidos como basura bajo la alfombra del olvido.
Mientras el gallardo desfile de las FFAA se desliza, mostrando el bien ganado prestigio, en celdas y mazmorras de inmundas cárceles o, junto a sus seres queridos en sus domicilios, 2.730 hombres y mujeres, purgan injustas e ilegales condenas, aplicadas por tribunales no naturales, alejados de toda imparcialidad. Integrados, éstos, por militantes y familiares de bandas terroristas.
Y, tal vez, cuando aún no finalice el festejo y, el nuevo Tanques Argentino Mediano continúe atronando con su pasar, uno de ellos, se sume al fúnebre número 850 muertos en cautiverio ante la indiferencia del “nuevo gobierno”, cuyo estandarte, irónicamente, pregona “la libertad” pero que, no tiene el “coraje y la valentía” de denunciar y terminar con el pacto KIRCHNER-/VERBITSKY que permite, con el consentimiento del Poder Judicial, “violar la Constitución Nacional” y encarcelar a hombres y mujeres que no titubearon en enfrentar a una guerrilla con apoyo transnacional que venía, por un millón de muertos a instaurar la “patria socialista”.
Tal vez, mañana, cuando el polvo de la ingratitud desaparezca y, el diáfano cielo libre, deje ver la verdad completa, esa lágrima, hoy contenida y escondida, pueda rodar, sobre las mejillas de las nuevas generaciones.
Para entonces, el último preso, “Veterano Combatiente del Terrorismo”, habrá partido hacia la eternidad y, aunque escondido como basura, dejará, orgulloso, el legado de haber cumplido con el sagrado juramento de “defender la bandera, hasta perder la vida”.
Mendoza, 10 de Julio 2024
Juan Armando Giovarruscio
Ilegal e injustamente preso
PrisioneroEnArgentina.com
Julio 10, 2024