En la era moderna, la disolución de un país no siempre se produce a través de la conquista militar o la anexión territorial. En muchos casos, la desintegración de las estructuras fundamentales de una sociedad puede ser el resultado de la influencia de poderes externos que socavan la identidad y la soberanía de un país.
EL ENDEUDAMIENTO EXTERNO: UN FACTOR DE SOMETIMIENTO.
El endeudamiento externo es un factor fundamental para establecer el sometimiento y el dominio de los países. Los gobiernos que se someten a la usura mundial o Poder internacional del dinero comprometen la soberanía de su país y se convierten en rehenes de los intereses financieros internacionales. Esto lleva a una pérdida de independencia y capacidad de decisión en la política nacional.
LA FE RELIGIOSA: UN PILAR FUNDAMENTAL
La fe religiosa es un componente esencial de la identidad de un país. Sin embargo, los gobiernos que se someten a poderes transnacionales enemigos de la fe católica promueven políticas que debilitan la fe religiosa y han facilitado el establecimiento de verdaderas cuñas, con la finalidad de destruir lo que hemos heredado de nuestra madre Patria, España, nuestra FE Católica. La influencia de organismos internacionales como la UNESCO, que imponen planes educativos alejados de las tradiciones y valores nacionales, puede llevar a una pérdida de identidad cultural y a la adopción de filosofías materialistas y nihilistas que erosionan la cohesión social.
LA EDUCACIÓN: UN INSTRUMENTO DE ADOCTRIAMIENTO.
La educación es un componente fundamental de la formación de la identidad y la conciencia nacional. Sin embargo, la imposición de planes educativos que promueven el relativismo como dogma, en detrimento de la verdad absoluta derivada de la filosofía clásica, puede llevar a una pérdida de valores y principios que son esenciales para la cohesión social. El relativismo, que niega la existencia de una verdad absolutas, promueve la discusión y la negación de todo, puede generar una sociedad sin rumbo y sin valores, donde todo se discute y se niega sin fundamento. Esto puede tener consecuencias negativas para la formación de ciudadanos responsables y comprometidos con la nación, tal es lo que criticamos aquellos que condenamos a este “nuevo orden mundial u Orden Global que busca imponer una visión del mundo homogénea y desprovista de identidad nacional.
LAS FUERZAS ARMADAS: UN PILAR DE LA SOBERANÍA.
Las Fuerzas Armadas son un componente fundamental de la soberanía de un país. La limitación de su capacidad para defender los intereses y el territorio nacional menoscaba la soberanía nacional y lleva a una pérdida de control sobre la seguridad y la defensa del país. La Organización de las Naciones Unidas (ONU) ha promovido tratados y acuerdos que limitan la capacidad de los países para utilizar la fuerza militar en ciertas circunstancias, lo que compromete la capacidad de defensa nacional.
LA FAMILIA: UN PILAR DE LA SOCIEDAD.
La familia es un componente fundamental de la sociedad. La promoción de la disolución de la familia tradicional o la redefinición de los roles familiares puede desestabilizar la estructura social y llevar a una pérdida de valores y principios que son esenciales para la cohesión social. Organismos internacionales como el FMI imponen condiciones para otorgar créditos que fomentan políticas tendientes a disminuir la natalidad, la virilidad y la feminidad, lo que define consecuencias negativas para la demografía y un ordenamiento social fundado en la sana moral para desarrollar un hombre con un profundo amor por Dios y la Patria, conforme a nuestras tradiciones heleno-románicas-católicas, cuya síntesis es la hispanidad.
EL ESPÍRITU COMUNITARIO: UN PILAR DE LA COHESIÓN SOCIAL.
El espíritu comunitario es esencial para la cohesión social. La promoción del individualismo y la fragmentación social puede llevar a procesos de atomización social y a una pérdida de sentido de pertenencia y solidaridad. La globalización y la economía de mercado pueden llevar a la pérdida de la cohesión social y a la adopción de valores y estilos de vida que no son compatibles con la identidad y la cultura nacional.
A MANERA DE EPILOGO.
La disolución de un país es un fenómeno que tiene consecuencias devastadoras para su pueblo y su identidad. La influencia de poderes externos que socavan la soberanía de un país lleva a la pérdida de su esencia y a la adopción de políticas y valores que no son compatibles con la identidad y la cultura nacional. Es fundamental que los países sean conscientes de estos riesgos y tomen medidas para proteger sus estructuras fundamentales y su soberanía. Deben promover la unidad y la cohesión social fundada en sus tradiciones para garantizar la supervivencia y evitar la balcanización como han planificado para el caso de nuestra Patria. Esto que definimos como “Disolución”, no es mas que la desaparición de las naciones en pos de instalar un Gobierno Mundial, que desde un centro de poder puede manejar el mundo. La disolución quiere llevar a ese dominio que varias veces fuera definido por distintos personajes del mundo, entre ellos algunos “Papas” como Benedicto XVI y Bergoglio, conocido para nosotros los argentinos. Solo podemos salvar a la Patria, si nos volvemos a nuestras tradiciones y confiamos en la providencia Divina, por cierto, olvidada por todos.
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En la era moderna, la disolución de un país no siempre se produce a través de la conquista militar o la anexión territorial. En muchos casos, la desintegración de las estructuras fundamentales de una sociedad puede ser el resultado de la influencia de poderes externos que socavan la identidad y la soberanía de un país.
EL ENDEUDAMIENTO EXTERNO: UN FACTOR DE SOMETIMIENTO.
El endeudamiento externo es un factor fundamental para establecer el sometimiento y el dominio de los países. Los gobiernos que se someten a la usura mundial o Poder internacional del dinero comprometen la soberanía de su país y se convierten en rehenes de los intereses financieros internacionales. Esto lleva a una pérdida de independencia y capacidad de decisión en la política nacional.
LA FE RELIGIOSA: UN PILAR FUNDAMENTAL
La fe religiosa es un componente esencial de la identidad de un país. Sin embargo, los gobiernos que se someten a poderes transnacionales enemigos de la fe católica promueven políticas que debilitan la fe religiosa y han facilitado el establecimiento de verdaderas cuñas, con la finalidad de destruir lo que hemos heredado de nuestra madre Patria, España, nuestra FE Católica. La influencia de organismos internacionales como la UNESCO, que imponen planes educativos alejados de las tradiciones y valores nacionales, puede llevar a una pérdida de identidad cultural y a la adopción de filosofías materialistas y nihilistas que erosionan la cohesión social.
LA EDUCACIÓN: UN INSTRUMENTO DE ADOCTRIAMIENTO.
LAS FUERZAS ARMADAS: UN PILAR DE LA SOBERANÍA.
Las Fuerzas Armadas son un componente fundamental de la soberanía de un país. La limitación de su capacidad para defender los intereses y el territorio nacional menoscaba la soberanía nacional y lleva a una pérdida de control sobre la seguridad y la defensa del país. La Organización de las Naciones Unidas (ONU) ha promovido tratados y acuerdos que limitan la capacidad de los países para utilizar la fuerza militar en ciertas circunstancias, lo que compromete la capacidad de defensa nacional.
LA FAMILIA: UN PILAR DE LA SOCIEDAD.
La familia es un componente fundamental de la sociedad. La promoción de la disolución de la familia tradicional o la redefinición de los roles familiares puede desestabilizar la estructura social y llevar a una pérdida de valores y principios que son esenciales para la cohesión social. Organismos internacionales como el FMI imponen condiciones para otorgar créditos que fomentan políticas tendientes a disminuir la natalidad, la virilidad y la feminidad, lo que define consecuencias negativas para la demografía y un ordenamiento social fundado en la sana moral para desarrollar un hombre con un profundo amor por Dios y la Patria, conforme a nuestras tradiciones heleno-románicas-católicas, cuya síntesis es la hispanidad.
EL ESPÍRITU COMUNITARIO: UN PILAR DE LA COHESIÓN SOCIAL.
El espíritu comunitario es esencial para la cohesión social. La promoción del individualismo y la fragmentación social puede llevar a procesos de atomización social y a una pérdida de sentido de pertenencia y solidaridad. La globalización y la economía de mercado pueden llevar a la pérdida de la cohesión social y a la adopción de valores y estilos de vida que no son compatibles con la identidad y la cultura nacional.
A MANERA DE EPILOGO.
La disolución de un país es un fenómeno que tiene consecuencias devastadoras para su pueblo y su identidad. La influencia de poderes externos que socavan la soberanía de un país lleva a la pérdida de su esencia y a la adopción de políticas y valores que no son compatibles con la identidad y la cultura nacional. Es fundamental que los países sean conscientes de estos riesgos y tomen medidas para proteger sus estructuras fundamentales y su soberanía. Deben promover la unidad y la cohesión social fundada en sus tradiciones para garantizar la supervivencia y evitar la balcanización como han planificado para el caso de nuestra Patria. Esto que definimos como “Disolución”, no es mas que la desaparición de las naciones en pos de instalar un Gobierno Mundial, que desde un centro de poder puede manejar el mundo. La disolución quiere llevar a ese dominio que varias veces fuera definido por distintos personajes del mundo, entre ellos algunos “Papas” como Benedicto XVI y Bergoglio, conocido para nosotros los argentinos. Solo podemos salvar a la Patria, si nos volvemos a nuestras tradiciones y confiamos en la providencia Divina, por cierto, olvidada por todos.
Oscar Alberto Sosa
Comisario Inspector (RA)
Policía Provincia de Buenos Aires
PrisioneroEnArgentina.com
Agosto 2, 2025
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