LA ERA DEL MIEDO INDUCIDO Y SOSTENIDO DESDE EL PODER

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 – PARTE DOS –

 

   Por Dra. JOSEFINA MARGAROLI.

   Por Dr. SERGIO MACULAN.

 

 

ALGO SOBRE EL COVID-19

Respecto de este nuevo virus denominado SARS CoV-2, agente causal del Covid19 (Corona Virus Disease 2019), es necesario observar, y respetando a rajatabla el valor de cada vida humana, y basándonos en la información emitida el 13/jun/2020, por la aplicación https://coronavirus.app/toll, cuando el mundo tenía 7.803.640 casos, con un total de fallecidos de 431.808,  implica una tasa de letalidad del 5,53 %. Los datos cambian en forma permanente, por lo cual pueden diferir con el correr de los días. Las cifras son enormes, pero bastante menores que las de la gripe española de 1918/1920, que provocó al menos cincuenta millones de muertes, o sea un 5% de la población mundial a ese momento, porcentaje muy superior al actual. Obviamente, las cifras son para tomar con total respeto.

            A diferencia de la referida anterior pandemia, el mundo cuenta con más y mejores recursos, tanto en el área médica como en la comunicacional, no obstante, la Organización que debió establecer las estrategias y tácticas para que el mundo enfrentara la infección actuó tarde, no se ha determinado aún si por falta de capacidad para elaborar las acciones pertinentes o por alguna forma de encubrimiento de los responsables del origen del virus. Lo cierto es que la Organización Mundial de la Salud (OMS) con cerca de 7.000 empleados que se suponen idóneos sobre el tema salud, hicieron un diagnóstico de evolución tardío; han emitido propuestas contradictorias (cuarentena, barbijos, medicamentos, etc.) lo que ha provocado la falta de credibilidad y la desconfianza de muchos, incluidos profesionales médicos que son muy fustigados por los adherentes a la OMS. Como consecuencia, cada Estado o región actuó siguiendo los comunicados del Organismo o según sus pautas y las de sus científicos locales, y con resultados disimiles, no solo por la mayor o menor cantidad de casos y fallecidos, sino también por la forma de detección, lo que hace que en muchos lugares las cifras sean poco confiables. Nos llenamos de “expertos” en algo de lo cual ninguno de ellos conoce, ya que tal como denuncian el virus es nuevo y se desconoce todo de él, tremenda experticia.

Infobae (02/jun/2020): https://www.infobae.com/america/mundo/2020/06/02/china-demoro-informacion-clave-sobre-el-coronavirus-y-la-oms-lo-sabia/

China demoró información clave sobre el coronavirus y la OMS lo sabía.

Xi

El gobierno de Xi Jinping retrasó más de una semana el envío del genoma y otras dos semanas los datos adicionales, pero el organismo continuó elogiando a Beijing para no cortar la colaboración.

[…] Las autoridades sanitarias sólo compartieron la información del genoma después de que un laboratorio chino lo publicara en un sitio web de virología el 11 de enero. Incluso entonces, China se demoró al menos otras dos semanas antes de proporcionar a la OMS los detalles que necesitaba, según grabaciones de varias reuniones internas celebradas en enero por la agencia de salud de Naciones Unidas. La demora se produjo en una época en la que quizá podría haberse frenado el brote de forma considerable.

[…] Aunque la OMS siguió elogiando a China en sus declaraciones públicas, los registros a los que tuvo acceso AP mostraban que temían que China no estuviera compartiendo información suficiente para evaluar el riesgo que suponía el nuevo virus, algo que le costó al mundo un tiempo precioso.

Noticias (04/jun/2020):

https://noticias.perfil.com/noticias/ciencia/los-10-papelones-mas-resonantes-de-la-organizacion-mundial-de-la-salud.phtml

La declaración de pandemia por parte de la OMS fue también muy criticada. Algunos dicen que se retrasó por demás; otros, que es exagerada. Algo difícil de decir cuando la cantidad de muertos es de 389.579 y la de contagios confirmados, 6.630.070. Lo cierto es que corría el 26 de febrero (es decir, casi dos meses desde que China informara acerca de la aparición de una enfermedad pulmonar aguda y mortal) cuando el director general del organismo decía en público que la OMS estaba “profundamente preocupada” por el aumento “repentino” de los casos de Covid-19 en Italia, Irán y Corea del Sur, pero en contra del uso de la palabra “epidemia” para el coronavirus. Un día más tarde, Tedros Adhanom aseguraba que el virus había alcanzado un “punto determinante” con la aparición de casos de Covid-19 en países fuera de China. El 28 de febrero la OMS elevó el nivel de riesgo global para de “alto” a “muy alto”. Y recién el 11 de marzo la organización sanitaria declararía que el brote es una pandemia mundial.

            Algo que también es necesario considerar es que si bien el virus es sumamente contagioso muchos de los infectados tienen síntomas leves o ni siquiera los presentan y también es baja la tasa de letalidad que provoca. Lo único que  queda claro es que se trata de un virus que parece caprichoso, puede matar o no dar síntomas, del cual la ciencia aun sabe poco y no puede determinar con certeza su accionar. La medicina pretende ser ciencia y para algunos es el arte de curar, mientras los médicos se debaten entre protocolos, riesgos y aplausos, sin saber a ciencia cierta que será de cada paciente. El discurso médico hegemónico es un modo de acallar el propio miedo no dando lugar al disenso. Los médicos también tienen miedo, claro que lo enfrentan y van para adelante.

Las noticias sobre el nuevo virus Covid-19, son constantes y contienen información variada y contradictoria. “Infodemia”, término que no está en el Diccionario de la Real Academia Española, y viene empleándose para describir la sobreabundancia de información, sea cierta o falsa, sobre un tema concreto, se está dando en estos días sobre la pandemia del coronavirus. La certeza es la no certeza.

            Desde los medios de comunicación, y con el patrocinio del gobierno, se sostiene el temor; el bombardeo del peligro, del quedarse en casa, es permanente, los espacios dedicados a la peste abruman. Esto agrava la situación emocional de los confinados, ya de por si incómoda, y además sin final conocido, los plazos se prorrogan, y las necesidades económicas de gran cantidad de gente siguen sin solución y esto incrementa la angustia. Muchos suponen que luego del encierro quedaran a la intemperie. Otros sin empleos. Los pequeños comerciantes, empresarios, cuentapropistas, profesionales independientes, avizoran un futuro siniestro. Solo los múltiples empleados públicos, alrededor de 3.500.000 en todos los ámbitos, parecen tener el sustento medianamente asegurado, a pesar que muchos por el confinamiento no están realizando tareas. Otro tanto son los numerosos beneficiarios de la enorme cantidad de planes y subsidios que el Estado reparte y con los cuales el gobierno asegura un apoyo clientelar. El Estado respalda a treinta y tres millones de personas. Todos se ven amenazados por la presunción de una grave inflación, producto, entre otras causales, por el déficit fiscal cubierto con una emisión monetaria inédita, es decir de moneda sin respaldo, con la consecuente disminución de la capacidad adquisitiva de sus ingresos. Los números económicos provienen de consultoras privadas difundidos por los medios, ya que la página del Ministerio de Economía, no brinda información actualizada. CONTINUARÁ…

 

Dra. Josefina Margaroli

medica legista

abogada

arquitecta

jomargaroli@yahoo.com.ar

 

Dr. Sergio Luis Maculan

abogado

notario

psicólogo

smaculan@yahoo.com.ar

 


PrisioneroEnArgentina.com

Junio 28, 2021


 

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