Los avances en la erradicación de la pobreza extrema podrían hacer que para el año 2050 no haya ningún país clasificado como de renta baja, sostiene un informe del Centro para el Desarrollo Global (CGD, por sus siglas en inglés), con sede en Washington, EE.UU.
“Los países de renta baja podrían desaparecer como grupo, y es muy probable que la proporción del mundo que vive en países de renta alta se duplique con creces desde su actual 16 %”, dice el instituto.
Según las previsiones, la pobreza extrema, lo que equivale a vivir con menos de 2,15 dólares al día, se reducirá dentro de unos 25 años por debajo del 2 % en todo el mundo, frente al 8 % de 2022. En África, donde esta cifra es más elevada, se reduciría del 29 % al 7 %.
Además, es plausible que más de dos tercios de la población mundial pase a vivir con más de 10 dólares diarios, frente al 42 % actual.
Mientras tanto, se pronostica un crecimiento mucho más lento en los países de renta alta, con un aumento del PIB per cápita de solo 20 % en las dos décadas siguientes a 2019, mientras que en los países de renta baja y media ese porcentaje se duplicaría.
Charles Kenny, investigador principal del CGD y uno de los autores del informe, expresó su preocupación por el poco crecimiento en los países ricos y señaló que el envejecimiento de la población puede llevarlos a adoptar políticas aislacionistas y autoritarias en respuesta a las recesiones.
“Si nos fijamos en las tendencias demográficas, todo parece bastante positivo para el conjunto de los países de renta baja y media”, afirmó el experto. “Por eso soy más optimista con respecto a ellos, con la advertencia de que parte de esto depende de lo que hagan los países ricos”, agregó.
Es también probable que la desigualdad se mantenga y que la pobreza siga existiendo, aunque un mayor crecimiento debería significar que la mayoría de la gente tenga un empleo y unos ingresos estables, en lugar de depender de un trabajo informal y precario o de la agricultura de subsistencia.
El director gerente del ‘think tank’ Instituto de Desarrollo de Ultramar, Rathin Roy, advirtió a su vez que las predicciones de Kenny solo serán factibles “si todo el mundo hace lo correcto”.
“En los últimos 100 años, la gente no ha hecho lo correcto”, afirmó. “Durante la mayor parte de mi vida adulta la pobreza mundial se redujo, hasta que hace tres años empezó a aumentar debido a diversos factores […], y conseguir que vuelva a reducirse está resultando muy difícil”, dijo. Añadió que es importante que los países desarrollados, como Reino Unido y Estados Unidos, se ocupen de sus ciudadanos menos afortunados para erradicar la pobreza que persiste allí, a pesar de su crecimiento económico.
Los avances en la erradicación de la pobreza extrema podrían hacer que para el año 2050 no haya ningún país clasificado como de renta baja, sostiene un informe del Centro para el Desarrollo Global (CGD, por sus siglas en inglés), con sede en Washington, EE.UU.
“Los países de renta baja podrían desaparecer como grupo, y es muy probable que la proporción del mundo que vive en países de renta alta se duplique con creces desde su actual 16 %”, dice el instituto.
Según las previsiones, la pobreza extrema, lo que equivale a vivir con menos de 2,15 dólares al día, se reducirá dentro de unos 25 años por debajo del 2 % en todo el mundo, frente al 8 % de 2022. En África, donde esta cifra es más elevada, se reduciría del 29 % al 7 %.
Además, es plausible que más de dos tercios de la población mundial pase a vivir con más de 10 dólares diarios, frente al 42 % actual.
Mientras tanto, se pronostica un crecimiento mucho más lento en los países de renta alta, con un aumento del PIB per cápita de solo 20 % en las dos décadas siguientes a 2019, mientras que en los países de renta baja y media ese porcentaje se duplicaría.
Charles Kenny, investigador principal del CGD y uno de los autores del informe, expresó su preocupación por el poco crecimiento en los países ricos y señaló que el envejecimiento de la población puede llevarlos a adoptar políticas aislacionistas y autoritarias en respuesta a las recesiones.
“Si nos fijamos en las tendencias demográficas, todo parece bastante positivo para el conjunto de los países de renta baja y media”, afirmó el experto. “Por eso soy más optimista con respecto a ellos, con la advertencia de que parte de esto depende de lo que hagan los países ricos”, agregó.
Es también probable que la desigualdad se mantenga y que la pobreza siga existiendo, aunque un mayor crecimiento debería significar que la mayoría de la gente tenga un empleo y unos ingresos estables, en lugar de depender de un trabajo informal y precario o de la agricultura de subsistencia.
El director gerente del ‘think tank’ Instituto de Desarrollo de Ultramar, Rathin Roy, advirtió a su vez que las predicciones de Kenny solo serán factibles “si todo el mundo hace lo correcto”.
“En los últimos 100 años, la gente no ha hecho lo correcto”, afirmó. “Durante la mayor parte de mi vida adulta la pobreza mundial se redujo, hasta que hace tres años empezó a aumentar debido a diversos factores […], y conseguir que vuelva a reducirse está resultando muy difícil”, dijo. Añadió que es importante que los países desarrollados, como Reino Unido y Estados Unidos, se ocupen de sus ciudadanos menos afortunados para erradicar la pobreza que persiste allí, a pesar de su crecimiento económico.
PrisioneroEnArgentina.com
Marzo 16, 2023