Por Michael R. Pompeo, Secretario de Estado de Estados Unidos de América
Hoy, el principal periódico de propaganda del Partido Comunista Chino, el People’s Daily, se negó a publicar un artículo de opinión escrito por nuestro embajador en Beijing, Terry Branstad, citando una letanía de quejas. Irónicamente, el artículo de opinión pidió relaciones más positivas entre nuestros dos países y pidió “construir relaciones a través de un compromiso sin restricciones y un debate sin censura”. La respuesta del People’s Saily (Diario del Pueblo) expone una vez más el miedo del Partido Comunista de China a la libertad de expresión y al debate intelectual serio, así como la hipocresía de Beijing cuando se queja de la falta de un trato justo y recíproco en otros países.
Branstad
Por el contrario, en nuestra democracia vibrante y segura, los funcionarios del gobierno chino han disfrutado de la capacidad de hablar directamente con el pueblo estadounidense y brindaron las opiniones de su gobierno a través de nuestros medios de comunicación libres. Solo el embajador de China en Estados Unidos, Cui Tiankai, ha publicado cinco artículos de opinión este año en importantes medios de comunicación estadounidenses como el Washington Post y Politico, y ha concedido entrevistas exclusivas a empresas como CNN y CBS. El Ministerio de Relaciones Exteriores de China y los órganos de propaganda estatales como Global Times y China Daily utilizan regularmente el acceso gratuito a las plataformas de redes sociales estadounidenses como Twitter y Facebook para atacar nuestras políticas, nuestra forma de vida y el mismo sistema que protege su capacidad para hablar libremente. . También hacen esto en otros países democráticos.
Si la China comunista es sincera sobre convertirse en una potencia madura y fortalecer las relaciones con el mundo libre, el gobierno del secretario general Xi Jinping respetaría el derecho de los diplomáticos occidentales a hablar directamente con el pueblo chino, permitir que los periodistas extranjeros regresen a China y detener la intimidación y hostigamiento a periodistas de investigación, extranjeros y chinos, que se esfuerzan por defender la integridad del quinto poder para servir al bien público. Su negativa a hacerlo demuestra cuánto temen las élites del Partido no electo de China el libre pensamiento de su propio pueblo y el juicio del mundo libre sobre sus prácticas de gobierno dentro de China.
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Hoy, el principal periódico de propaganda del Partido Comunista Chino, el People’s Daily, se negó a publicar un artículo de opinión escrito por nuestro embajador en Beijing, Terry Branstad, citando una letanía de quejas. Irónicamente, el artículo de opinión pidió relaciones más positivas entre nuestros dos países y pidió “construir relaciones a través de un compromiso sin restricciones y un debate sin censura”. La respuesta del People’s Saily (Diario del Pueblo) expone una vez más el miedo del Partido Comunista de China a la libertad de expresión y al debate intelectual serio, así como la hipocresía de Beijing cuando se queja de la falta de un trato justo y recíproco en otros países.
Por el contrario, en nuestra democracia vibrante y segura, los funcionarios del gobierno chino han disfrutado de la capacidad de hablar directamente con el pueblo estadounidense y brindaron las opiniones de su gobierno a través de nuestros medios de comunicación libres. Solo el embajador de China en Estados Unidos, Cui Tiankai, ha publicado cinco artículos de opinión este año en importantes medios de comunicación estadounidenses como el Washington Post y Politico, y ha concedido entrevistas exclusivas a empresas como CNN y CBS. El Ministerio de Relaciones Exteriores de China y los órganos de propaganda estatales como Global Times y China Daily utilizan regularmente el acceso gratuito a las plataformas de redes sociales estadounidenses como Twitter y Facebook para atacar nuestras políticas, nuestra forma de vida y el mismo sistema que protege su capacidad para hablar libremente. . También hacen esto en otros países democráticos.
Si la China comunista es sincera sobre convertirse en una potencia madura y fortalecer las relaciones con el mundo libre, el gobierno del secretario general Xi Jinping respetaría el derecho de los diplomáticos occidentales a hablar directamente con el pueblo chino, permitir que los periodistas extranjeros regresen a China y detener la intimidación y hostigamiento a periodistas de investigación, extranjeros y chinos, que se esfuerzan por defender la integridad del quinto poder para servir al bien público. Su negativa a hacerlo demuestra cuánto temen las élites del Partido no electo de China el libre pensamiento de su propio pueblo y el juicio del mundo libre sobre sus prácticas de gobierno dentro de China.
PrisioneroEnArgentina.com
Setiembre 10, 2020