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A Elizabeth Hirschhorn la llaman la inquilina infernal por su espeluznante historial de perjudiciales acciones en contra de sus arrendadores. Primero fue desalojada de una casa de 2,6 millones de dólares donde alquiló una habitación en Oakland, California, y luego ha vivido casi año y medio sin pagar un céntimo en una casa de huéspedes en un exclusivo suburbio de Los Ángeles y además exigió al propietario 100.000 dólares para reubicarse. Y por si fuera poco esta graduada de Harvard de 55 años también tiene una nefasta historia crediticia. Hirschhorn fue demandada por American Express en febrero de 2021 por la morosidad de una tarjeta de crédito.

Hirschhorn

El patrón de hacerse una inquilina educada antes de sacar las garras y enquistarse en las viviendas ajenas usando estratagemas legales fue revelado por una serie de documentos legales, luego de que la prensa revelara la odisea que ha vivido el odontólogo Aleksandar Jovanovic desde que decidió alquilar el anexo a Hirschhorn. Jovanovic tiene una reputación intachable como periodoncista e implantólogo a nivel internacional. Nació en los Países Bajos, se graduó de odontólogo en la Universidad de Ámsterdam y se mudó a Los Ángeles en 1990, donde ha tenido una exitosa carrera en la que se ha dedicado a la investigación, la docencia y el trabajo con implantes dentales, reconstrucción de huesos, tejidos blandos y odontología estética.

Airbnb (ABNB) es un mercado en línea que conecta a personas que desean alquilar sus casas con personas que buscan alojamiento en lugares específicos. La empresa ha recorrido un largo camino desde 2007, cuando a sus cofundadores se les ocurrió por primera vez la idea de invitar a los huéspedes que pagaban a dormir en un colchón inflable en su sala de estar. Según los últimos datos de Airbnb, ahora cuenta con más de 7 millones de anuncios, que cubren unas 100.000 ciudades y pueblos en más de 220 países y regiones de todo el mundo.

El dentista tenía una idea clara de cómo y dónde quería construir la casa de sus sueños. Primero compró el terreno de Brentwood en 1995 y en otros cinco años reunió los recursos para materializar el proyecto. El resultado es considerado una maestra moderna del renombrado arquitecto Lorcan O’Herlihy. Jovanovic se mudó con sus familia a la idílica propiedad que consta de una vivienda principal y una pequeña casa de huéspedes. Y en 2019 decidió alquilar el anexo mediante Airbnb. La envidiable ubicación, la belleza del lugar y la hospitalidad de Jovanovic dieron óptimos resultados y la propiedad acumuló varias reseñas cinco estrellas en la plataforma colaborativa de alquileres.

Pero la buena suerte de Jovanovic se agotó en septiembre de 2021, cuando aprobó una oferta de Hirschhorn para alquilar el anexo durante seis meses por 20.793 dólares. El contrato estipulaba que la inquilina pagaría 105 dólares por cada una de las 187 noches que habitaría el lugar, además de unos 1.158 dólares en tasas y gastos adicionales.

Algunos anfitriones de Airbnb prefieren las estadías prolongadas porque aseguran un ingreso constante y se evitan las molestias de recibir constantemente nuevos inquilinos. Pero Jovanovic cayó en la trampa a pesar de haber leído un comentario de otro anfitrión que levantaba alarmas rojas sobre el comportamiento de Hirschhorn al señalar que la mujer “tenía una variedad de necesidades particulares que no pude satisfacer”.

Los problemas comenzaron unos cinco meses después de la llegada de Hirschhorn, cuando ella se quejó de que sus persianas electrónicas dejaron de funcionar. Jovanovic notó moho y daños por humedad alrededor del fregadero cuando entró en la unidad para reparar las persianas y aseguró que esos daños que no estaban allí antes de la llegada de la inquilina. Él se disculpó y ofreció pagarle un hotel con que tenía acuerdos profesionales durante cinco días mientras su contratista se encargaba de las reparaciones y hasta le ofreció 1.500 dólares para que se hospedara en el lugar de su elección pero ella declinó los ofrecimientos alegando que se sentía insegura debido a las complicaciones del COVID-19.

En la demanda presentada en junio, Jovanovic alega que Hirschhorn alquiló el Airbnb del 13 de septiembre de 2021 al 19 de marzo de 2022 y extendió el alquiler 24 días sin costo para permitirle a Hirschhorn encontrar una nueva vivienda. Jovanovic asegura que no extendió el contrato de alquiler más allá del 12 de abril de 2022.

Jovanovic

La verdadera pesadilla comenzó justo ese 12 de abril porque Hirschhorn dejó de pagar el alquiler y contactó con las autoridades del condado, que detectaron que el dentista había violado dos regulaciones al no solicitar aprobación para habitar de manera permanente el anexo y por construir una ducha sin consentimiento. También presentó una denuncia ante un funcionario de la ciudad, alegando desalojo ilegal, acoso y falta de pago de las tarifas de reubicación.

El propietario reconoció que alquiló la casa de huéspedes sin conocer que necesitaba un permiso adicional al de la vivienda principal pero igualmente contrademandó para expulsar a la inquilina. Para desgracia de Jovanovic, un tribunal de Los Angeles falló que no tiene derecho a expulsar a Hirschhorn del anexo porque no tiene permiso de habitabilidad y por lo tanto no puede cobrar un alquiler. A Jovanovic le parece inconcebible que alguien se quede en tu casa durante año y medio sin ningún sentimiento de vergüenza o responsabilidad. Piensa que ella actuó de mala fe y le preocupa tener a una persona hostil viviendo a unos pocos metros del dormitorio de su hija.

Es una situación que le ha quitado la tranquilidad y el sueño. Siempre tiene encendidas las alarmas y cámaras de seguridad. “Es como una guerra sin balas”, dice Jovanovic.

Cuando Jovanovic abrió las puerta de su casa a Hirschhorn no tenía idea de su problemático pasado.

Los documentos judiciales revelan que la actual disputa en Brentwood es sorprendentemente similar al caso de Oakland. Hirschhorn inició la demanda en 2020 por un problema de limpieza contra el inquilino Alex Lewin, a quien había subarrendado una habitación en la propiedad.

El hombre que tenía el contrato terminó mudándose por su “comportamiento hostil”, y eso permitió que ella se quedara sola en la casa a pesar de no tener contrato de arrendamiento y no pagar alquiler.

Al igual que en la querella de Los Ángeles, ella contrademandó a los propietarios Brian y Gordon Bishop, alegando que sus acciones habían sido perjudiciales para su salud y acusándolos de “negligencia”.

Hirschhorn vivió gratis desde el 2019 hasta que perdió la demanda el 20 de julio de 2021, un mes antes de que se mudara a la casa de huéspedes Airbnb de Jovanovic. Y todo parece indicar que podrá permanecer allí mientras el propietario apela la decisión judicial que impide su expulsión.

Los abogados de American Express tuvieron más suerte que Jovanovic y lograron probar que Hirschhorn es responsable por los gastos morosos de su tarjeta de crédito. Ella está obligada a pagar 19.037,96 dólares más los gastos y tendrá que devolver el dinero en cuotas de 541,67 dólares al mes.

 


PrisioneroEnArgentina.com

Octubre 21, 2023


 

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