Estados Unidos está profundamente preocupado porque el gobierno de Nicaragua bajo Daniel Ortega ha rechazado los llamamientos de sus propios ciudadanos y de la comunidad internacional, incluida la Organización de Estados Americanos, la Unión Europea y las Naciones Unidas, para generar confianza en el proceso electoral al aprobar reformas significativas para permitir elecciones libres y justas en noviembre.
En cambio, el martes 4 de mayo, la Asamblea Nacional de Nicaragua aprobó una legislación que negará al pueblo de Nicaragua unas elecciones genuinamente libres y justas.
Las medidas electorales, que son contrarias a las solicitadas en la resolución de octubre de 2020 de la Asamblea General de la OEA, no prevén la presentación de informes de resultados oportuna y transparente ni la observación independiente de elecciones nacionales o internacionales.
También codifican nuevos motivos preocupantes para excluir a los candidatos de la participación y otorgan a la Policía Nacional de Nicaragua el poder de prohibir las reuniones del partido y los eventos de campaña. Por separado, la Asamblea Nacional también aprobó magistrados para el órgano de control electoral, el Consejo Supremo Electoral, todos los cuales son fieles leales al presidente Ortega.
Con estas acciones, así como la continua represión de los derechos humanos, el presidente Ortega y sus seguidores están señalando un inquietante desprecio por la voluntad del pueblo nicaragüense y los compromisos de Nicaragua en virtud de la Carta Democrática Interamericana.
Estados Unidos continuará utilizando las herramientas diplomáticas y económicas a nuestra disposición para apoyar los llamados de los nicaragüenses a la democracia, la justicia y las elecciones libres y justas.
Ned Price es portavoz del departamento de Estado de Estados Unidos de América
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Por Ned Price.
Estados Unidos está profundamente preocupado porque el gobierno de Nicaragua bajo Daniel Ortega ha rechazado los llamamientos de sus propios ciudadanos y de la comunidad internacional, incluida la Organización de Estados Americanos, la Unión Europea y las Naciones Unidas, para generar confianza en el proceso electoral al aprobar reformas significativas para permitir elecciones libres y justas en noviembre.
En cambio, el martes 4 de mayo, la Asamblea Nacional de Nicaragua aprobó una legislación que negará al pueblo de Nicaragua unas elecciones genuinamente libres y justas.
Las medidas electorales, que son contrarias a las solicitadas en la resolución de octubre de 2020 de la Asamblea General de la OEA, no prevén la presentación de informes de resultados oportuna y transparente ni la observación independiente de elecciones nacionales o internacionales.
También codifican nuevos motivos preocupantes para excluir a los candidatos de la participación y otorgan a la Policía Nacional de Nicaragua el poder de prohibir las reuniones del partido y los eventos de campaña. Por separado, la Asamblea Nacional también aprobó magistrados para el órgano de control electoral, el Consejo Supremo Electoral, todos los cuales son fieles leales al presidente Ortega.
Con estas acciones, así como la continua represión de los derechos humanos, el presidente Ortega y sus seguidores están señalando un inquietante desprecio por la voluntad del pueblo nicaragüense y los compromisos de Nicaragua en virtud de la Carta Democrática Interamericana.
Estados Unidos continuará utilizando las herramientas diplomáticas y económicas a nuestra disposición para apoyar los llamados de los nicaragüenses a la democracia, la justicia y las elecciones libres y justas.
Ned Price es portavoz del departamento de Estado de Estados Unidos de América
PrisioneroEnArgentina.com
Mayo 7, 2021