La génesis de muchas tentadoras teorías de conspiración, el término “estado profundo” en los Estados Unidos implica la existencia de un esfuerzo premeditado por parte de ciertos empleados del gobierno federal u otras personas para manipular o controlar en secreto el gobierno sin tener en cuenta las políticas del Congreso o del Presidente de los Estados Unidos.
El concepto de un estado profundo, también llamado “estado dentro de un estado” o “gobierno en las sombras”, se utilizó por primera vez en referencia a las condiciones políticas en países como Turquía y la Rusia postsoviética.
Ataturk
Durante la década de 1950, una influyente coalición antidemocrática dentro del sistema político turco llamada “derin devlet”, literalmente el “estado profundo”, supuestamente se dedicó a expulsar a los comunistas de la nueva República turca fundada por Mustafa Ataturk después de la Primera Guerra Mundial, hecho A partir de elementos dentro de las ramas militares, de seguridad y judiciales de Turquía, el devin derin trabajó para volver al pueblo turco contra sus enemigos mediante la organización de ataques de “bandera falsa” y disturbios planificados. Finalmente, se atribuyó al devin derin la muerte de miles de personas.
En la década de 1970, los ex altos funcionarios de la Unión Soviética, después de desertar a Occidente, declararon públicamente que la policía política soviética, la KGB, había actuado como un estado profundo que intentaba secretamente controlar el Partido Comunista y, en última instancia, el gobierno soviético.
PacepaPutin
En un simposio de 2006, Ion Mihai Pacepa, ex general de la policía secreta comunista de Rumanía que desertó a los Estados Unidos en 1978, declaró: “En la Unión Soviética, el KGB era un estado dentro de un estado”.
Pacepa continuó afirmando: “Ahora los ex oficiales de la KGB dirigen el estado. Tienen la custodia de las 6,000 armas nucleares del país, confiadas a la KGB en la década de 1950, y ahora también administran la industria petrolera estratégica renacionalizada por Putin “.
Lofgren
En el año 2014, el ex asistente del Congreso Mike Lofgren alegó la existencia de un tipo diferente de estado profundo que operaba dentro del gobierno de los Estados Unidos en su ensayo titulado “Anatomía del Estado Profundo”.
En lugar de un grupo compuesto exclusivamente por entidades gubernamentales, Lofgren llama al estado profundo de los Estados Unidos “una asociación híbrida de elementos de gobierno y partes de finanzas e industria de alto nivel que es capaz de gobernar los Estados Unidos sin referencia al consentimiento de los gobernados según lo expresado a través del proceso político formal “. El Estado Profundo, escribió Lofgren, no es “una conspiración secreta y conspiratoria; el estado dentro de un estado se esconde principalmente a simple vista, y sus operadores actúan principalmente a la luz del día. No es un grupo muy unido y no tiene un objetivo claro. Más bien, es una red en expansión, que se extiende por todo el gobierno y hacia el sector privado “.
Eisenhower
De alguna manera, la descripción de Lofgren de un estado profundo en los Estados Unidos se hace eco de partes del discurso de despedida del presidente Dwight Eisenhower en 1961, en el que advirtió a los futuros presidentes que “protejan contra la adquisición de influencia injustificada, ya sea buscada o no, por los militares-industriales complejo.”
Después de las tumultuosas elecciones presidenciales de 2016, el presidente Donald Trump y sus partidarios sugirieron que ciertos funcionarios de la rama ejecutiva y oficiales de inteligencia no identificados operaban secretamente como un estado profundo para bloquear sus políticas y agenda legislativa filtrando información considerada crítica para él.
BannonTrumpObama
El presidente Trump, el estratega jefe de la Casa Blanca, Steve Bannon, junto con medios de comunicación ultraconservadores como Breitbart News afirmaron que el ex presidente Obama estaba orquestando un ataque estatal profundo contra la administración Trump. Aparentemente, la acusación surgió de la afirmación infundada de Trump de que Obama había ordenado las escuchas telefónicas de su teléfono durante la campaña electoral de 2016.
Los funcionarios de inteligencia actuales y anteriores siguen divididos sobre la cuestión de la existencia de un estado profundo que trabaja en secreto para descarrilar a la administración Trump.
Coyle
En un artículo del 5 de junio de 2017 publicado en The Hill Magazine, el veterano retirado agente de operaciones de campo de la CIA, Gene Coyle, declaró que aunque dudaba de la existencia de “hordas de funcionarios gubernamentales” que operaban como un estado profundo anti-Trump, sí creía que la administración Trump se justificó al quejarse sobre la cantidad de filtraciones que informan las organizaciones de noticias.
“Si está tan horrorizado por las acciones de una administración, debe renunciar, realizar una conferencia de prensa y declarar públicamente sus objeciones”, dijo Coyle. “No se puede dirigir una rama ejecutiva si cada vez más personas piensan:” No me gustan las políticas de este presidente, por lo tanto, filtraré información para que se vea mal”.
Otros expertos en inteligencia argumentaron que las personas o pequeños grupos de personas que filtran información crítica de una administración presidencial carecen de la coordinación organizativa y la profundidad de estados profundos como los que existían en Turquía o la ex Unión Soviética.
El 3 de junio de 2017, una contratista externo que trabajaba para la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) fue arrestada bajo la acusación de violar la Ley de Espionaje al filtrar un documento de alto secreto relacionado con la posible participación del gobierno ruso en la presidencia estadounidense de 2016. elección a una organización de noticias sin nombre.
Winner
Cuando el FBI le preguntó el 10 de junio de 2017, la mujer, Realidad Leigh Winner de 25 años, “admitió haber identificado e impreso intencionalmente los informes de inteligencia clasificados en cuestión a pesar de no tener una ‘necesidad de saber’ y con el conocimiento de que el informe de inteligencia fue clasificado “, según la declaración jurada del FBI.
Según el Departamento de Justicia, Winner “reconoció además que estaba al tanto de los contenidos de los informes de inteligencia y que sabía que los contenidos de los informes podrían usarse para dañar a los Estados Unidos y en beneficio de una nación extranjera”.
El arresto de Winner representó el primer caso confirmado de un intento de un empleado gubernamental actual de desacreditar a la administración Trump. Como resultado, muchos conservadores se han apresurado a utilizar el caso para reforzar sus argumentos sobre el llamado “estado profundo” dentro del gobierno de los Estados Unidos. Si bien es cierto que Winner había expresado públicamente sentimientos anti-Trump tanto a sus compañeros de trabajo como en las redes sociales, sus acciones de ninguna manera prueban la existencia de un esfuerzo estatal profundo organizado para desacreditar a la administración Trump.
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La génesis de muchas tentadoras teorías de conspiración, el término “estado profundo” en los Estados Unidos implica la existencia de un esfuerzo premeditado por parte de ciertos empleados del gobierno federal u otras personas para manipular o controlar en secreto el gobierno sin tener en cuenta las políticas del Congreso o del Presidente de los Estados Unidos.
El concepto de un estado profundo, también llamado “estado dentro de un estado” o “gobierno en las sombras”, se utilizó por primera vez en referencia a las condiciones políticas en países como Turquía y la Rusia postsoviética.
Durante la década de 1950, una influyente coalición antidemocrática dentro del sistema político turco llamada “derin devlet”, literalmente el “estado profundo”, supuestamente se dedicó a expulsar a los comunistas de la nueva República turca fundada por Mustafa Ataturk después de la Primera Guerra Mundial, hecho A partir de elementos dentro de las ramas militares, de seguridad y judiciales de Turquía, el devin derin trabajó para volver al pueblo turco contra sus enemigos mediante la organización de ataques de “bandera falsa” y disturbios planificados. Finalmente, se atribuyó al devin derin la muerte de miles de personas.
En la década de 1970, los ex altos funcionarios de la Unión Soviética, después de desertar a Occidente, declararon públicamente que la policía política soviética, la KGB, había actuado como un estado profundo que intentaba secretamente controlar el Partido Comunista y, en última instancia, el gobierno soviético.
En un simposio de 2006, Ion Mihai Pacepa, ex general de la policía secreta comunista de Rumanía que desertó a los Estados Unidos en 1978, declaró: “En la Unión Soviética, el KGB era un estado dentro de un estado”.
Pacepa continuó afirmando: “Ahora los ex oficiales de la KGB dirigen el estado. Tienen la custodia de las 6,000 armas nucleares del país, confiadas a la KGB en la década de 1950, y ahora también administran la industria petrolera estratégica renacionalizada por Putin “.
En el año 2014, el ex asistente del Congreso Mike Lofgren alegó la existencia de un tipo diferente de estado profundo que operaba dentro del gobierno de los Estados Unidos en su ensayo titulado “Anatomía del Estado Profundo”.
En lugar de un grupo compuesto exclusivamente por entidades gubernamentales, Lofgren llama al estado profundo de los Estados Unidos “una asociación híbrida de elementos de gobierno y partes de finanzas e industria de alto nivel que es capaz de gobernar los Estados Unidos sin referencia al consentimiento de los gobernados según lo expresado a través del proceso político formal “. El Estado Profundo, escribió Lofgren, no es “una conspiración secreta y conspiratoria; el estado dentro de un estado se esconde principalmente a simple vista, y sus operadores actúan principalmente a la luz del día. No es un grupo muy unido y no tiene un objetivo claro. Más bien, es una red en expansión, que se extiende por todo el gobierno y hacia el sector privado “.
De alguna manera, la descripción de Lofgren de un estado profundo en los Estados Unidos se hace eco de partes del discurso de despedida del presidente Dwight Eisenhower en 1961, en el que advirtió a los futuros presidentes que “protejan contra la adquisición de influencia injustificada, ya sea buscada o no, por los militares-industriales complejo.”
Después de las tumultuosas elecciones presidenciales de 2016, el presidente Donald Trump y sus partidarios sugirieron que ciertos funcionarios de la rama ejecutiva y oficiales de inteligencia no identificados operaban secretamente como un estado profundo para bloquear sus políticas y agenda legislativa filtrando información considerada crítica para él.
El presidente Trump, el estratega jefe de la Casa Blanca, Steve Bannon, junto con medios de comunicación ultraconservadores como Breitbart News afirmaron que el ex presidente Obama estaba orquestando un ataque estatal profundo contra la administración Trump. Aparentemente, la acusación surgió de la afirmación infundada de Trump de que Obama había ordenado las escuchas telefónicas de su teléfono durante la campaña electoral de 2016.
Los funcionarios de inteligencia actuales y anteriores siguen divididos sobre la cuestión de la existencia de un estado profundo que trabaja en secreto para descarrilar a la administración Trump.
En un artículo del 5 de junio de 2017 publicado en The Hill Magazine, el veterano retirado agente de operaciones de campo de la CIA, Gene Coyle, declaró que aunque dudaba de la existencia de “hordas de funcionarios gubernamentales” que operaban como un estado profundo anti-Trump, sí creía que la administración Trump se justificó al quejarse sobre la cantidad de filtraciones que informan las organizaciones de noticias.
“Si está tan horrorizado por las acciones de una administración, debe renunciar, realizar una conferencia de prensa y declarar públicamente sus objeciones”, dijo Coyle. “No se puede dirigir una rama ejecutiva si cada vez más personas piensan:” No me gustan las políticas de este presidente, por lo tanto, filtraré información para que se vea mal”.
Otros expertos en inteligencia argumentaron que las personas o pequeños grupos de personas que filtran información crítica de una administración presidencial carecen de la coordinación organizativa y la profundidad de estados profundos como los que existían en Turquía o la ex Unión Soviética.
El 3 de junio de 2017, una contratista externo que trabajaba para la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) fue arrestada bajo la acusación de violar la Ley de Espionaje al filtrar un documento de alto secreto relacionado con la posible participación del gobierno ruso en la presidencia estadounidense de 2016. elección a una organización de noticias sin nombre.
Cuando el FBI le preguntó el 10 de junio de 2017, la mujer, Realidad Leigh Winner de 25 años, “admitió haber identificado e impreso intencionalmente los informes de inteligencia clasificados en cuestión a pesar de no tener una ‘necesidad de saber’ y con el conocimiento de que el informe de inteligencia fue clasificado “, según la declaración jurada del FBI.
Según el Departamento de Justicia, Winner “reconoció además que estaba al tanto de los contenidos de los informes de inteligencia y que sabía que los contenidos de los informes podrían usarse para dañar a los Estados Unidos y en beneficio de una nación extranjera”.
El arresto de Winner representó el primer caso confirmado de un intento de un empleado gubernamental actual de desacreditar a la administración Trump. Como resultado, muchos conservadores se han apresurado a utilizar el caso para reforzar sus argumentos sobre el llamado “estado profundo” dentro del gobierno de los Estados Unidos. Si bien es cierto que Winner había expresado públicamente sentimientos anti-Trump tanto a sus compañeros de trabajo como en las redes sociales, sus acciones de ninguna manera prueban la existencia de un esfuerzo estatal profundo organizado para desacreditar a la administración Trump.
PrisioneroEnArgentina.com
Mayo 16, 2020