En noviembre de 1988, Jackie Hernández deja a su marido y se va a vivir con sus hijos a San Pedro, California. Hernández estaba embarazada y su matrimonio había sido un desastre.
Esperaba con este movimiento hacer un cambio en su vida para mejor.
Sin embargo, después de que ella se mudó, comenzaron a suceder una serie de cosas extrañas. Una de las camas rebotaba repetidamente sin explicación. Le pareció oír voces murmurando en el ático. Su gata corría por la casa, como si persiguiera extrañas sombras en las paredes. Un día, mientras ella y su amiga estaban lavando los platos, una extraña baba parecida a la sangre comenzó a filtrarse de las paredes de la cocina. En otra ocasión, mientras miraba unos lápices, estos fueron arrojados solos de un portalápices.
Todo empeoró después del nacimiento de su hija Samantha, en abril de 1989. Tenía sueños vívidos en los que mataban a golpes a un joven en el puerto de San Pedro. El período parecía tener lugar en la década de 1930 y ella se despertaba después de sentir que alguien intentaba ahogarla. Una noche en particular, se despertó repentinamente y tuvo que ir al baño. Cuando caminó por el pasillo, vio la figura de un anciano al final. Antes de que pudiera reaccionar, el anciano desapareció sin decir una palabra.
El caso pronto atrajo la atención de investigadores paranormales, en particular del parapsicólogo Dr. Barry Taff. Taff y su equipo, armados con cámaras de video y detectores de infrarrojos, fueron a la casa de Hernández en agosto. El equipo seguía escuchando sonidos en el ático, “como un ratón enorme hurgando”. Cuando uno de los fotógrafos, Jeff Wheatcraft, subió al ático para tomar algunas fotografías, una fuerza invisible lo agarró violentamente y lo arrojó al suelo.
El equipo regresó para una segunda visita en septiembre. Wheatcraft fue a investigar el ático nuevamente, junto con su colega Gary Beihm. Mientras los dos estaban curioseando, una tira de tela de repente se envolvió alrededor del cuello de Wheatcraft y, levantándolo del suelo, intentó colgarlo de un clavo en una viga. Beihm pudo fotografiar a Wheatcraft y bajarlo antes de que su colega muriera estrangulado. Todos estos inquietantes hechos eran prueba de que en aquella casa se estaban produciendo fenómenos paranormales provocados por poltergeists.
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Por Isalys Lozada.
En noviembre de 1988, Jackie Hernández deja a su marido y se va a vivir con sus hijos a San Pedro, California. Hernández estaba embarazada y su matrimonio había sido un desastre.
Esperaba con este movimiento hacer un cambio en su vida para mejor.
Sin embargo, después de que ella se mudó, comenzaron a suceder una serie de cosas extrañas. Una de las camas rebotaba repetidamente sin explicación. Le pareció oír voces murmurando en el ático. Su gata corría por la casa, como si persiguiera extrañas sombras en las paredes. Un día, mientras ella y su amiga estaban lavando los platos, una extraña baba parecida a la sangre comenzó a filtrarse de las paredes de la cocina. En otra ocasión, mientras miraba unos lápices, estos fueron arrojados solos de un portalápices.
Todo empeoró después del nacimiento de su hija Samantha, en abril de 1989. Tenía sueños vívidos en los que mataban a golpes a un joven en el puerto de San Pedro. El período parecía tener lugar en la década de 1930 y ella se despertaba después de sentir que alguien intentaba ahogarla. Una noche en particular, se despertó repentinamente y tuvo que ir al baño. Cuando caminó por el pasillo, vio la figura de un anciano al final. Antes de que pudiera reaccionar, el anciano desapareció sin decir una palabra.
El caso pronto atrajo la atención de investigadores paranormales, en particular del parapsicólogo Dr. Barry Taff. Taff y su equipo, armados con cámaras de video y detectores de infrarrojos, fueron a la casa de Hernández en agosto. El equipo seguía escuchando sonidos en el ático, “como un ratón enorme hurgando”. Cuando uno de los fotógrafos, Jeff Wheatcraft, subió al ático para tomar algunas fotografías, una fuerza invisible lo agarró violentamente y lo arrojó al suelo.
El equipo regresó para una segunda visita en septiembre. Wheatcraft fue a investigar el ático nuevamente, junto con su colega Gary Beihm. Mientras los dos estaban curioseando, una tira de tela de repente se envolvió alrededor del cuello de Wheatcraft y, levantándolo del suelo, intentó colgarlo de un clavo en una viga. Beihm pudo fotografiar a Wheatcraft y bajarlo antes de que su colega muriera estrangulado. Todos estos inquietantes hechos eran prueba de que en aquella casa se estaban produciendo fenómenos paranormales provocados por poltergeists.
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Junio 29, 2024
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