LA MORAL DE CADA ARGENTINO VALE 6 CENTAVOS MIENTRAS QUE LA DEL PRESIDENTE CIEN MILLONES

LA CLASE POLÍTICA CREE QUE ES UNA CASTA QUE ESTÁ POR ENCIMA DE LA LEY; CONVENCIDOS QUE LAS LEYES SON SOLO PARA DISCIPLINAR A LOS HABITANTES, PARA ASÍ PODER GOZAR DE PRIVILEGIOS DE LOS QUE CARECE LA GENTE COMÚN
Share

👛

  Por Dr. Gonzalo P. Miño.

Aunque ya casi nadie lo recuerde, los argentinos estuvimos más de un año encerrados en nuestras casas, a causa de la denominada pandemia de COVID-19. Cuando en todos los países del mundo las restricciones de circulación duraron aproximadamente noventa días, en estas tierras se extendieron “eternamente”, sin que podamos salir a las calles; con negocios cerrados y sin escuelas.

Fernández

Pocos se acuerdan del sainete mediático del “surfer”, la joven muerta en la ciudad de Santa Fe por falta de atención médica, la triste imagen de la nena enferma de cáncer que tuvo que cruzar en brazos de su padre a Santiago del Estero porque no tenía “autorización para pasar con el auto”, las dantescas imágenes de los “centros de aislamiento” de Misiones. También han quedado en el olvido la gran cantidad de negocios comerciales que debieron cerrar sus puertas por no poder soportar económicamente la “cavernícola” cuarentena impuesta por nuestro gobierno.

Solo los que perdieron un ser querido en aquella época llevaban la imborrable marca en su alma, de haberlos saludos tras un vidrio a varios metros de distancia, para luego volverlos a ver en un cajón cerrado, sin velatorio y sin poder darles el último adiós.  Ese abrazo o ese beso final que nunca fue.

Nuestro Presidente, que debió ser el gran ejemplo y se hacia el guapo por cadena nacional expresando: “A los idiotas les digo lo mismo que vengo diciendo desde hace mucho tiempo: la Argentina de los vivos que se zarpan y pasan sobre los bobos se terminó”, se dedicó a realizar reuniones sociales y fiestas de cumpleaños en la Quinta de Olivos, mientras los “simples mortales” hacíamos las reuniones por Zoom con torta de cumpleaños y todo.

Yañez

Ojalá eso hubiese sido todo. También supimos que por aquella época, entraba a la Quinta de Olivos el entrenador de “Dylan”, el estilista de la Primera Dama y hasta su personal trainner, en tanto que muchas peluquerías y gimnasios debieron cerrar sus puertas ahogados por la deudas que les “regaló” el interminable confinamiento que el propio Presidente dispuso. 

Y como frutilla del postre, también nos enteramos que actrices y modelos también concurrieron a la Quinta de Olivos, cuando nosotros no podíamos salir ni a la calle.

Ya nadie duda, “a esta altura del partido”, que el Presidente de la Nación, en tanto jefe del Estado NO cumplió con las severas restricciones que él mismo le impuso a la sociedad. Incumplimiento que también incluye a algunos gobernadores, intendentes y legisladores.

En un país “normal” el Presidente de la Nación debe ser el ejemplo para la sociedad, sobre todo cuando le pide a esta grandes esfuerzos y sacrificios, sobre todo cuando desde la misma autoridad sanitaria aconsejaban austeridad y restricciones en los encuentros sociales.

El Presidente de la Nación jamás efectuó un verdadero pedido de disculpas de tan escandalosos hechos. Aunque no se recuerde, primero negó los hechos, digo que las fotos del cumpleaños eran trucadas, una “fake news”, luego le hecho la culpa a su mujer y finalmente relativizó los hechos.

Ni hablar del vacunatorio vip, de la compra de las vacunas rusas, de la famosa vacuna cubana que tan solo fue una mera retórica de los grupos progres o los ciento cuarenta mil muertos por el COVID-19.    

Ya pasaron casi dos años de aquellos hechos.

Hoy nos enteramos que en la causa judicial que se le inicio, pretende “arreglar” el tema con un pago de un millón seiscientos mil pesos y así cerrar la causa judicial. Lo mismo hizo su mujer pero con un millón cuatrocientos mil pesos. En los ámbitos tribunalicios se da por descontado que el Juez de la causa aceptará el ofrecimiento y dictará auto de sobreseimiento para los dos. Ni siquiera fueron llamados a declaración indagatoria.  

En otras palabras, el Presidente de la Nación y la Primera Dama creen que pueden “comprar” la moral de los argentinos con un pago global de 3 millones de pesos y poner punto final a este tema. Y es que si tomamos el total de nuestra población (según el ultimo censo) que es algo mas de cuarenta y siete millones de argentinos y lo dividimos por el pago ofrecido, obtendremos que la moral de cada uno de nosotros vale algo así como seis centavos.

Una vergüenza, si tenemos en cuenta que en el juicio que le inicio a la ex ministra de seguridad del anterior gobierno, por acusaciones de pedir un retorno para favorecer la compra de la vacuna Pfizer contra el coronavirus; pide una indemnización de cien millones de pesos.

Ante ello, cualquier argentino diría: “el daño moral de los argentinos lo arregla con tres palos mientras que para la de él pretende cien palos”.

Simplemente, sin comentarios. Maxime si tenemos en cuenta que ese pago extintivo del delito cometido de violar las restricciones de circulación saldrá del erario público, es decir de cada uno de los bolsillos de los pocos argentinos que trabajan. En otras palabras, del pago de los exorbitantes impuestos que abonados.  

Nuestra Constitución Nacional dice en su artículo 16 que todos somos iguales ante la Ley, es decir que nadie, absolutamente nadie tiene privilegios ante la Ley. Tan solo palabrerío para la clase política, al estar convencidos de que son una casta que desprecia la ley. Creen que están por sobre encima de ella y que solo sirve para disciplinar a los habitantes, para así poder gozar de privilegios de los que carece la gente común. Este caso es el claro ejemplo del “cero” respecto que tienen por sus ciudadanos.

Sobre todo si tenemos en cuenta que muchos argentinos fueron sometidos a proceso judicial por “violar la cuarentena”, causas que siguen abiertas y hasta en algunos casos debieron soportar detención por largas horas en dependencias policiales y se les impuso exclusiones a ciertos eventos deportivos y sociales como “condena”. 

Nada, una vez reiteramos lo que siempre decía el genial Tato Bores: “mis queridos chichipios, vermouth con papas fritas y good show”.

 


PrisioneroEnArgentina.com

Mayo 23, 2022


 

0 0 votes
Article Rating
Subscribe
Notify of
guest
7 Comments
Newest
Oldest Most Voted
Inline Feedbacks
View all comments
7
0
Would love your thoughts, please comment.x
()
x