Debido a la naturaleza de su trabajo, partes de la vida de Sonya Blyuvshteyn (Sonya “Golden Hand”, Manos de Oro) siguen siendo un misterio. Afortunadamente, los historiadores aún han logrado reconstruir un relato vívido de la fascinante carrera criminal de esta mujer.
Sonya nació en el distrito de Varsovia del Imperio Ruso a mediados del siglo XIX. Incluso de niña, le gustaba causar travesuras. A menudo robaba artículos de las tiendas y también fue expulsada de la escuela por robar libros.
Como adulta, Sonya llevó sus crímenes al siguiente nivel. Habiéndose convertido en una hermosa joven, se abrió camino en la vida encantando a la aristocracia del Imperio Ruso. Llegaba a las principales ciudades disfrazada de miembro rico de la clase alta y robaba a los hombres que encontraba. Era tan hermosa que a veces los hombres le entregaban sus posesiones voluntariamente.
Sonya pronto se convirtió en una leyenda dentro del inframundo criminal del Imperio Ruso. Su reputación creció considerablemente en la década de 1880 y fue la única mujer aceptada en el vorovskoi mir (el mundo de los ladrones).
Pero Sonya no pudo evadir la justicia para siempre. Fue capturada en 1895 y sentenciada a trabajos forzados en la isla Sakhalin. Durante un intento de fuga, colapsó por agotamiento y murió poco después.
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Debido a la naturaleza de su trabajo, partes de la vida de Sonya Blyuvshteyn (Sonya “Golden Hand”, Manos de Oro) siguen siendo un misterio. Afortunadamente, los historiadores aún han logrado reconstruir un relato vívido de la fascinante carrera criminal de esta mujer.
Sonya nació en el distrito de Varsovia del Imperio Ruso a mediados del siglo XIX. Incluso de niña, le gustaba causar travesuras. A menudo robaba artículos de las tiendas y también fue expulsada de la escuela por robar libros.
[ezcol_1third]Como adulta, Sonya llevó sus crímenes al siguiente nivel. Habiéndose convertido en una hermosa joven, se abrió camino en la vida encantando a la aristocracia del Imperio Ruso. Llegaba a las principales ciudades disfrazada de miembro rico de la clase alta y robaba a los hombres que encontraba. Era tan hermosa que a veces los hombres le entregaban sus posesiones voluntariamente.
Sonya pronto se convirtió en una leyenda dentro del inframundo criminal del Imperio Ruso. Su reputación creció considerablemente en la década de 1880 y fue la única mujer aceptada en el vorovskoi mir (el mundo de los ladrones).
Pero Sonya no pudo evadir la justicia para siempre. Fue capturada en 1895 y sentenciada a trabajos forzados en la isla Sakhalin. Durante un intento de fuga, colapsó por agotamiento y murió poco después.
PrisioneroEnArgentina.com
Julio 13, 2022