En julio de 2011, Ame Deal, de diez años, murió después de que su familia la metiera en un baúl cerrado con candado de 78 x 30 x 36 centímetros (31 x 12 x 14 pulgadas) y la dejara afuera durante la noche en las sofocantes temperaturas del desierto. ¿Por qué hicieron esto? Porque ella tomó un chupetín sin permiso
AmeJohn y Samantha Allen
Tal vez como era de esperar, este no fue un incidente aislado. Ame vivía con sus padres y otros parientes, incluidos otros 11 niños, en una casa sucia en Phoenix, Arizona. Parecía funcionar como el chivo expiatorio de la familia, ya que era la única niña de la familia que había sufrido tales abusos.
Los otros niños incluso la metieron en problemas intencionalmente. La gama de “castigos” que sufrió Ame incluía cosas como ser golpeada con una paleta de madera, también conocida en la familia como “la rompetraseros”, aplastar latas con los pies descalzos, comer heces de perro si se le escapaba algo mientras limpiaba el jardín, caminar por el pavimento a temperaturas de 46 grados centígrados (114 °F) y verse obligada a hacer flexiones hacia atrás durante horas. Tampoco fue un hecho inusual para Ame.
A veces, sus familiares pateaban o volteaban la caja, la tiraban a la piscina o se sentaban en ella después de obligarla a entrar en el espacio reducido. Los testigos dicen que podían escucharla adentro, llorando.
La noche de su muerte, uno de sus familiares la obligó a doblarse hacia atrás durante más de dos horas, poniéndola físicamente de nuevo en la posición si se caía. Luego le dijo que corriera alrededor de su jardín en el calor de 39 grados centígrados (103 °F) antes de encerrarla dentro del recipiente hermético, en el que murió asfixiada.
Los adultos de la casa fueron condenados a penas de prisión de entre diez y 76 años. John Allen, el hombre que encerró a Ame en la caja, y su esposa Samantha Allen, prima de Ame y uno de sus principales abusadores, fueron condenados a muerte.
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En julio de 2011, Ame Deal, de diez años, murió después de que su familia la metiera en un baúl cerrado con candado de 78 x 30 x 36 centímetros (31 x 12 x 14 pulgadas) y la dejara afuera durante la noche en las sofocantes temperaturas del desierto. ¿Por qué hicieron esto? Porque ella tomó un chupetín sin permiso
Tal vez como era de esperar, este no fue un incidente aislado. Ame vivía con sus padres y otros parientes, incluidos otros 11 niños, en una casa sucia en Phoenix, Arizona. Parecía funcionar como el chivo expiatorio de la familia, ya que era la única niña de la familia que había sufrido tales abusos.
Los otros niños incluso la metieron en problemas intencionalmente. La gama de “castigos” que sufrió Ame incluía cosas como ser golpeada con una paleta de madera, también conocida en la familia como “la rompetraseros”, aplastar latas con los pies descalzos, comer heces de perro si se le escapaba algo mientras limpiaba el jardín, caminar por el pavimento a temperaturas de 46 grados centígrados (114 °F) y verse obligada a hacer flexiones hacia atrás durante horas. Tampoco fue un hecho inusual para Ame.
A veces, sus familiares pateaban o volteaban la caja, la tiraban a la piscina o se sentaban en ella después de obligarla a entrar en el espacio reducido. Los testigos dicen que podían escucharla adentro, llorando.
La noche de su muerte, uno de sus familiares la obligó a doblarse hacia atrás durante más de dos horas, poniéndola físicamente de nuevo en la posición si se caía. Luego le dijo que corriera alrededor de su jardín en el calor de 39 grados centígrados (103 °F) antes de encerrarla dentro del recipiente hermético, en el que murió asfixiada.
Los adultos de la casa fueron condenados a penas de prisión de entre diez y 76 años. John Allen, el hombre que encerró a Ame en la caja, y su esposa Samantha Allen, prima de Ame y uno de sus principales abusadores, fueron condenados a muerte.
PrisioneroEnArgentina.com
Octubre 20, 2022