La Noche que fui Raptada por Extraterrestres

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  Por Julie Moncada.

Al cumplir mis 18 años recibí el mejor regalo que pude obtener. Mi madre decidió armar las maletas y mudarnos a Estados Unidos. Recorrimos las casi cuatro horas desde Esquipulas del Norte hasta Tegucigalpa gracias a la bondad de mi querido amigo Ricardo y a las 6 de la mañana embarcamos tratando de prepararnos para soportar las catorce horas que nos separaban del aeropuerto Internacional de Miami. Exactamente a medianoche nos pudimos instalar en la habitación de un hotel cercano a la estación de autobús de Greyhound. El cansancio era insostenible, pero las ganas de probar un bocado eran superiores. Mientras mi madre tomaba una ducha, me aventuré a caminar dos cuadras hasta una gasolinera abierta día y noche. Mientras recorría las calles llenas de ruidos, pensaba en como serían mis primeros días junto a mis primas y mis tías que residían en Kissimmee, una localidad cercana a Orlando, a Walt Disney World, a Universal Studios, a Mundo Marino. Como seria el contacto con nuevos vecinos, nuevo colegio, nuevas amistades. Quizás un muchacho con el que pueda tener mas que una amistad… ponis de colores y castillos de arena. En el negocio compre algunos emparedados, dulces y agua embotellada. Y al salir, todo fue confuso. El cansancio me obligó a tomar asiento en un banco de las paradas de los motor buses de la ciudad. Allí vi pasar automóviles super modernos, sin ruedas, gente muy alta que paseaba perros robóticos y un hombre muy alto, con una cabeza ovalada azul tal vez verde, que me extendió sus manos, unos extremos que parecían raíces interminables, y muy calmo me pidió que lo siguiera. Luego de atravesar un pasillo muy angosto plagado de luces y fluidos de olor muy fuerte a petróleo que caían desde el techo, llegamos a una amplia sala donde me pidieron que apoyara mi mano sobre una pantalla. Entonces, ante mis ojos y los de otros extraterrestres curiosos, se desplegó lo que creí y creo, era la historia de mi vida. Tomaron muestras de mi pelo y de mis uñas, maniatándome sobre una camilla. Desde este punto en adelante, solo recuerdo volver al banco de la parada de autobús.

Se llaman alucinaciones hipnagógicas y son bastante comunes. Podemos escuchar o ver cosas que parecen reales mientras nos encontramos en el estado entre la vigilia y el sueño. Otros sentidos, como el olfato y el tacto, también pueden estar involucrados.‌ Estas alucinaciones no son un síntoma de enfermedad mental. Los expertos no saben exactamente qué los causa, pero saben que no son motivo de preocupación. Son simplemente algo que el cerebro podría producir durante el proceso de conciliar el sueño. A veces, las alucinaciones hipnagógicas ocurren junto con un estado de parálisis del sueño. En la parálisis del sueño, los músculos del cuerpo permanecerán inmóviles y no podremos movernos. La combinación de inmovilidad y alucinaciones puede ser aterradora. Puede durar hasta varios minutos antes de que sus músculos vuelvan a la normalidad.

Otra experiencia común al conciliar el sueño es una sacudida hipnótica o un comienzo del sueño. A medida que se está quedando dormido, puede ser consciente de una sensación de caída, o puede sentir que está soñando con caerse. Su cuerpo puede despertarlo repentinamente. Estos inicios del sueño probablemente sean inofensivos. Algunas personas tienen alucinaciones cuando se despiertan. Estas se llaman alucinaciones hipnopómpicas. Estos tipos de alucinaciones son similares a las alucinaciones hipnagógicas, pero pueden sentirse más como una extensión de un sueño. La parálisis del sueño a menudo se asocia con alucinaciones hipnopómpicas. Las alucinaciones del sueño son diferentes de los sueños y se sienten más reales que los sueños. Puede saber instantáneamente cuando se despierta de un sueño que solo estaba soñando pero que ya no lo está. En una alucinación del sueño, es posible que no pueda descubrir qué es real y qué no durante varios minutos.

Lo cierto que es real en mí, que por más hambre que tenga, es preferible descansar y evitar un mal momento. Además, este nuevo sistema me ha ayudado a perder más de cinco kilogramos.

 

Julimar “Julie” Moncada es consejera de salud mental con una trayectoria profesional para ayudar a los pacientes a resolver problemas como la crianza de los hijos, el envejecimiento, los problemas de relación, el estrés y la imagen propia.

 


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PrisioneroEnArgentina.com

Enero 21, 2022


 

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