Los denominados juicio de lesa siguen dando muestras de como siguen intentando pulverizar cualquier derecho que aún le asista a los imputados en esas causas.
La “vedete” ahora, es la reproducción audiovisual de testimonios de supuestas víctimas y testigos que brindaron en otra causa, en la cual ni imputado ni defensor fueron parte. Asi, por ejemplo, todos los jueves el Tribunal Oral Federal de Bahia Blanca deja de ser una sala de audiencia para convertirse en un micro cine, donde todos vemos -obligados- el cortometraje del dia.
Kussman
Lo escandaloso de esta práctica es no que se trata de testigos muertos, ausentes o inhabilitados, tal como lo autoriza la ley, sino que se trata de testigos vivos, en perfecta capacidad de declarar; que no lo hacen pues se amparan en la consigna de no ser “revictmizados”, la cual acreditan con certificados médicos de psicólogos y psicopedagogos pertenecientes a la Secretaria de Derechos Humanos de la Nación o del Archivo de la Memoria.
Tal es el caso de una testigo en el juicio que se encuentra desarrollándose en la denominada “Mega Juicio Zona 5”, la cual fue requerida en forma presencial, dada que es testigo de cargo de KUSSMAN y fue eximida de volver de declarar con un certificado firmado justamente por una psicóloga y una psicopedagoga del Archivo Provincial de la Memoria de Rio Negro, provincia donde actualmente reside, que afirmaba no estar en condiciones psicológicas de volver a declarar. Eso sí, llevaron a declarar a un mujer de casi 90 años, que usaba bigotera por problemas respiratorios, que casi no podía hablar ni escuchar, que dicho sea de paso, no aporto nada al debate.
Dice algo llamado Ley que el imputado tiene derecho a interrogar a los testigos de cargo y que no se utilice como base de la sentencia ese elemento de prueba cuya producción no le es dable controlar a través del debate y escapa a la inmediación de los jueces. Y decimos algo llamado Ley, porque una vez en una audiencia ante el Tribunal Oral 2 de Rosario en la causa conocida como “Feced II”, ante las protestas de la defensa, quien actuaba como Presidenta del Tribunal, cerró la discusión con un: “Ud. sabe que estos juicios son especiales”. Con lo cual, a ciencia cierta, hoy nadie sabe que Ley rige en esta clase de juicios.
En el caso que nos estamos refiriendo se trata de una testigo, que es periodista, que ha dado varias charlas y conferencias sobre los hechos que sufriera, que ha dado reportajes sobre esos hechos, que ha escrito varios artículos al respecto y hasta fue asesora de prensa de un diputado nacional. Parece que allí no hay re victimización, solo la hay cuando se tiene que sentar ante un Tribunal y responder las preguntas de las defensas, que obviamente no son condescendientes ni complacientes.
Esta desvergüenza no es nueva. Ya en el año 2013, en el ya referido juicio denominado “Feced II”, la Fiscalía y la Querella se opusieron a que vuelva a declarar un testigo que había sido Comandante de la OPM Montoneros al momento de los hechos, y para justificar el pedido presentaron un certificado de un psiquiatra que acreditaba que la persona no estaba en condiciones de declarar para no ser “re victimizado”. El escandalo estalló cuando la defensa de varios de los imputados demostró que ese testigo en realidad estaba preso en una cárcel de Paraná (Entre Rios) por violación de menores y que tan solo días antes había dado una entrevista al diario “Tiempo Militar” reconociendo que nuestro pais había vivido una guerra, criticado la realización de estos juicios de lesa. Obviamente el testigo fue eximido de declarar.
Va de suyo, que estas arbitrariedades se reproducen en cada juicio de lesa a lo largo y ancho del pais.
Lo grave de estas situaciones no es solo el estado de indefensión y de denegación de justicia en el que entran los imputados y sus defensores, sino que ni tan siquiera pueden interrogar y controvertir estos testimonios, que son presentados como prueba de cargo y manipulados a “gusto y piacere” por los fiscales y querellantes, claro, con la complicidad de los Jueces que toman esa valoración para justificar sus condenas.
Kafka
Volviendo a la testigo del juicio de Bahia Blanca, en su originaria declaración (reproducida en el juicio actual) nada digo sobre quienes la habían torturado ni quienes lo habían hecho con quienes fueron detenidas con ellas. El Fiscal actuante en ese juicio tampoco le pregunto sobre esos tópicos. Sin embargo, el “dream team” de Fiscales que actúan en el presente juicio, argumentan que ese testimonio prueba la autoría de KUSSMAN de estos hechos y así lo volverán a decir en sus alegatos, no tengan la menor duda.
Está claro que en esta clase de juicios, los testigos y las supuestas víctimas tienen más derechos que los imputados, que como bien dice KUSSMAN son reducidos a la calidad de “subhumanos”.
No es como se suele decir al enemigo ni Justicia, sino que es: “Justicia, pero la de ellos”.
Ahora sabemos lo que sentía Kafka en el gran juicio.
A pesar de todo ello, todavía hay imputados y defensores que siguen de pie dando la debida batalla y como en la célebre película de Hollywood sean convertido en “Duro de matar”. En otras palabras, parafraseando a KUSSMAN en su artículo “mega causa zona 5 – goliat existe…pero david también”, creemos que la historia todavía no se terminó de escribir y a estos “pequeños David” les sobra cojones para dar la pelea… por el tiempo que haga falta.
ASÍ SILENCIAN A UN TESTIGO-VÍCTIMA PARA QUE NO ASISTA AL JUICIO
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Los denominados juicio de lesa siguen dando muestras de como siguen intentando pulverizar cualquier derecho que aún le asista a los imputados en esas causas.
La “vedete” ahora, es la reproducción audiovisual de testimonios de supuestas víctimas y testigos que brindaron en otra causa, en la cual ni imputado ni defensor fueron parte. Asi, por ejemplo, todos los jueves el Tribunal Oral Federal de Bahia Blanca deja de ser una sala de audiencia para convertirse en un micro cine, donde todos vemos -obligados- el cortometraje del dia.
Lo escandaloso de esta práctica es no que se trata de testigos muertos, ausentes o inhabilitados, tal como lo autoriza la ley, sino que se trata de testigos vivos, en perfecta capacidad de declarar; que no lo hacen pues se amparan en la consigna de no ser “revictmizados”, la cual acreditan con certificados médicos de psicólogos y psicopedagogos pertenecientes a la Secretaria de Derechos Humanos de la Nación o del Archivo de la Memoria.
Tal es el caso de una testigo en el juicio que se encuentra desarrollándose en la denominada “Mega Juicio Zona 5”, la cual fue requerida en forma presencial, dada que es testigo de cargo de KUSSMAN y fue eximida de volver de declarar con un certificado firmado justamente por una psicóloga y una psicopedagoga del Archivo Provincial de la Memoria de Rio Negro, provincia donde actualmente reside, que afirmaba no estar en condiciones psicológicas de volver a declarar. Eso sí, llevaron a declarar a un mujer de casi 90 años, que usaba bigotera por problemas respiratorios, que casi no podía hablar ni escuchar, que dicho sea de paso, no aporto nada al debate.
Dice algo llamado Ley que el imputado tiene derecho a interrogar a los testigos de cargo y que no se utilice como base de la sentencia ese elemento de prueba cuya producción no le es dable controlar a través del debate y escapa a la inmediación de los jueces. Y decimos algo llamado Ley, porque una vez en una audiencia ante el Tribunal Oral 2 de Rosario en la causa conocida como “Feced II”, ante las protestas de la defensa, quien actuaba como Presidenta del Tribunal, cerró la discusión con un: “Ud. sabe que estos juicios son especiales”. Con lo cual, a ciencia cierta, hoy nadie sabe que Ley rige en esta clase de juicios.
En el caso que nos estamos refiriendo se trata de una testigo, que es periodista, que ha dado varias charlas y conferencias sobre los hechos que sufriera, que ha dado reportajes sobre esos hechos, que ha escrito varios artículos al respecto y hasta fue asesora de prensa de un diputado nacional. Parece que allí no hay re victimización, solo la hay cuando se tiene que sentar ante un Tribunal y responder las preguntas de las defensas, que obviamente no son condescendientes ni complacientes.
Esta desvergüenza no es nueva. Ya en el año 2013, en el ya referido juicio denominado “Feced II”, la Fiscalía y la Querella se opusieron a que vuelva a declarar un testigo que había sido Comandante de la OPM Montoneros al momento de los hechos, y para justificar el pedido presentaron un certificado de un psiquiatra que acreditaba que la persona no estaba en condiciones de declarar para no ser “re victimizado”. El escandalo estalló cuando la defensa de varios de los imputados demostró que ese testigo en realidad estaba preso en una cárcel de Paraná (Entre Rios) por violación de menores y que tan solo días antes había dado una entrevista al diario “Tiempo Militar” reconociendo que nuestro pais había vivido una guerra, criticado la realización de estos juicios de lesa. Obviamente el testigo fue eximido de declarar.
Va de suyo, que estas arbitrariedades se reproducen en cada juicio de lesa a lo largo y ancho del pais.
Lo grave de estas situaciones no es solo el estado de indefensión y de denegación de justicia en el que entran los imputados y sus defensores, sino que ni tan siquiera pueden interrogar y controvertir estos testimonios, que son presentados como prueba de cargo y manipulados a “gusto y piacere” por los fiscales y querellantes, claro, con la complicidad de los Jueces que toman esa valoración para justificar sus condenas.
Volviendo a la testigo del juicio de Bahia Blanca, en su originaria declaración (reproducida en el juicio actual) nada digo sobre quienes la habían torturado ni quienes lo habían hecho con quienes fueron detenidas con ellas. El Fiscal actuante en ese juicio tampoco le pregunto sobre esos tópicos. Sin embargo, el “dream team” de Fiscales que actúan en el presente juicio, argumentan que ese testimonio prueba la autoría de KUSSMAN de estos hechos y así lo volverán a decir en sus alegatos, no tengan la menor duda.
Está claro que en esta clase de juicios, los testigos y las supuestas víctimas tienen más derechos que los imputados, que como bien dice KUSSMAN son reducidos a la calidad de “subhumanos”.
No es como se suele decir al enemigo ni Justicia, sino que es: “Justicia, pero la de ellos”.
Ahora sabemos lo que sentía Kafka en el gran juicio.
A pesar de todo ello, todavía hay imputados y defensores que siguen de pie dando la debida batalla y como en la célebre película de Hollywood sean convertido en “Duro de matar”. En otras palabras, parafraseando a KUSSMAN en su artículo “mega causa zona 5 – goliat existe…pero david también”, creemos que la historia todavía no se terminó de escribir y a estos “pequeños David” les sobra cojones para dar la pelea… por el tiempo que haga falta.
ASÍ SILENCIAN A UN TESTIGO-VÍCTIMA PARA QUE NO ASISTA AL JUICIO
PrisioneroEnArgentina.com
Octubre 10, 2022