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Por Joan Kirsch.
Un juez le dijo a un preso que sería ahorcado la semana siguiente, un día entre lunes y viernes, y que sería necesariamente una sorpresa para él.
El preso, tras ser conducido a su celda, comenzó a reflexionar sobre lo que le habían dicho.
Intuyó que la ejecución no podía tener lugar el viernes, porque si no se llevaba a cabo el jueves, la pena de muerte ya no sería una sorpresa.
Utilizando la misma lógica, el preso descartó todos los días restantes, convenciéndose de que la ejecución no se llevaría a cabo.
En cambio, el juez ordenó su ejecución el miércoles, para profundo asombro del condenado.
El preso, descartando cada día con su razonamiento, ya no esperaba ninguna ejecución, y de todos modos habría sido tomado por sorpresa.
PrisioneroEnArgentina.com
Mayo 12, 2025
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Un juez le dijo a un preso que sería ahorcado la semana siguiente, un día entre lunes y viernes, y que sería necesariamente una sorpresa para él.
El preso, tras ser conducido a su celda, comenzó a reflexionar sobre lo que le habían dicho.
Intuyó que la ejecución no podía tener lugar el viernes, porque si no se llevaba a cabo el jueves, la pena de muerte ya no sería una sorpresa.
Utilizando la misma lógica, el preso descartó todos los días restantes, convenciéndose de que la ejecución no se llevaría a cabo.
En cambio, el juez ordenó su ejecución el miércoles, para profundo asombro del condenado.
El preso, descartando cada día con su razonamiento, ya no esperaba ninguna ejecución, y de todos modos habría sido tomado por sorpresa.
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Mayo 12, 2025