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 Por CLAUDIO KUSSMAN.

 

LOS BÁRBAROS PERSIGUEN A LA POLICÍA

Ser policía no es nada fácil en ninguna época, ni lugar del mundo. Sus miembros  en permanente estrés, están  expuestos a una guerra a través de años con sádicos depredadores, de personas y bienes. Recoger los despojos de sus víctimas y saber que posiblemente no habrá castigo, más allá de lo publicado por los medios y las manifestaciones mentirosas de políticos y miembros del poder judicial,  hará que se vuelva  escéptico y  cambie la visión de lo que es la vida en esencia. La sociedad lo requerirá y exigirá al igual que los burócratas, para que ante el peligro decida acertadamente en segundos y que de ser necesario  entregue su vida, sin un ápice de agradecimiento (salvo excepciones). Esto porque los “buenos” también son parte de esa esencia y disloque, en el comportamiento humano. En cada época, se moldeó a conveniencia a la policía y así en Argentina territorio por demás hipócrita,  la dureza y la disciplina en el pasado, trajo aparejado un presente con la muerte en prisión de muchos de sus efectivos, producto de una ruin “política de estado”.  Hoy el empuje y exigencias de las organizaciones radicalizadas impusieron a los dirigentes gubernamentales, expertos en oportunismo político, la formación de una INSTITUCIÓN POLICIAL AMARICONADA. No se conformaron con la destrucción de las fuerzas armadas luego de una guerra no reconocida, también fueron por la policía. Como bien se puede ver en el excelente video de los disturbios ocurridos ayer  en un simple partido de futbol, policías y bárbaros se enfrentaron y se corren, pero a diferencia del pasado y de toda lógica, los perseguidores son estos últimos. Viene ocurriendo frecuentemente ya que al policía de hoy se lo formó para ceder, evadir y tratar de sobrevivir más allá de su amor propio como representante del orden. Quizás estos hombres y mujeres, en este caso, con un uniforme también amariconado de tres colores (negro, bordó y turquesa) sean más inteligentes que nosotros, total los heridos ahora tendrán licencia médica y los patrulleros dañados los pagaremos entre todos con nuestros impuestos. Agradecidos porque los delincuentes fueron condescendientes y no quisieron volcar e incendiar los mismos. Nadie acusará de brutalidad policial, ni de malditos o gatillo fácil. Todo eso quedó para los delincuentes y para las victimas si es que quieren defenderse.  El periodismo reprobó en forma benigna y al contrario, si el personal policial  equipado con los medios correspondientes, como tonfas, gases, Tasser, etc. tan necesarias y ausentes, hubiera  reprimido, las críticas de la prensa, de inmediato habrían  incluido términos como dictadura, represores, genocidio, etc. Los políticos que supimos conseguir, prefieren mil veces víctimas institucionales, antes que “victimas ciudadanas”, porque los derechos humanos, si bien son para algunos, ahora están presentes debido a que estamos cambiando.

 

Claudio Kussman

Comisario Mayor (R)

Policía Provincia de Buenos Aires

Noviembre 22, 2018

 

“La sociedad es un manicomio cuyos guardianes son los funcionarios de policía

Johan August Strindberg (1849-1912)

 


PrisioneroEnArgentina.com

Noviembre 22, 2018


 

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