Los primeros cien días de Donald Trump en la Oficina Oval de la Casa Blanca despertarán un halo de confianza o una sombra de dudas en la población americana. Son sus diez puntos primordiales, pero hay otros que tan importantes y de los que mucho no se conoce.
A partir de enero de 2017, los republicanos tomarán las riendas del 66% de las Cámaras Legislativas estatales, un récord histórico. El Partido Republicano controlará ambas cámaras legislativas en 32 estados, otro hito máximo de todos los tiempos; Lo mismo es cierto (Suceso fidedigno) para los demócratas que reinaran en sólo 13 estados. Los republicanos tendrán 33 gobernaciones por primera vez desde 1923 y en 25 de estos estados tienen una trifecta con el dominio del poder ejecutivo y de ambas cámaras legislativas.
Estos nuevos líderes republicanos a nivel estatal ciertamente tomarán decisiones importantes sobre las escuelas de los Estados Unidos en los próximos años.
Mientras que los Estados examinarán, escribirán, promocionarán y aprobarán las leyes que afectan directamente la financiación y organización de las escuelas de Estados Unidos, Trump y sus asesores configurarán su agenda en el panorama nacional para abogar por esos programas a nivel estatal. El vicepresidente electo Mike Pence, por ejemplo, podría alentar a los estados a expandirse en las iniciativas que encabezó como gobernador de Indiana. Estos incluyen nuevos procedimientos para medir el crecimiento de los estudiantes -a través de eventos como exámenes y pruebas- y para hacer que los maestros rindan cuentas y deban redacten informes reales por el rendimiento de los estudiantes.
Con los recortes de impuestos, una gran promesa de campaña a nivel nacional y estatal, se cree que los estados tendrán menos dinero para gastar en las escuelas. La idea del presidente electo es que los Estados tendrán que encontrar maneras creativas de financiar sus prioridades de educación.
Y menos dinero para la educación es probable que signifique aún más conflicto sobre la asignación de recursos. Muchas personas del área educativa predicen que las ciudades y los centros urbanos, en particular, sufrirán. En el pasado, el gobierno federal presionó a los estados para asegurarse de que los fondos se distribuyeran de manera justa. Sin esa presión, los nuevos líderes republicanos que ayudarán a escribir las fórmulas de financiamiento para sus estados podrían dar menos a las ciudades y más a las áreas con mayor número de votantes republicanos. Esta última es una “premonición” que viene desde el ala demócrata, una segunda visión habla de escuelas que tengan mayor evolución, podrían ser premiadas con más financiamiento. Sueno cruel, pero para arrojar un ejemplo futbolero, el equipo que más diferencia de puntos tenga entre el pasado y el presente torneo, será el más premiado.
Hasta ahora, en el país del norte, se ven reflejados los resultados de lo que en el pasado se llamó “No kid left behind”, que pugnaba por no dejar atrasado (En grados escolares) a niños que no alcanzaban buenas notas. En frío, un niño con mala conducta o pobres notas, “pasaba” de grado como lo hacía el alumno o la alumna con “Straight A’s” (todas “A” o todo 10) en su boletín. El mismo premio. Parece duro. Lo es. Pero ese niño sale al mundo real y su rostro rebotará contra las manos de los entrevistadores de Recursos Humanos de muchas empresas. Muchos expertos indican que premiar a un mal alumno con el mismo trofeo que a un buen alumno es un inconveniente para el primero al encontrar la vida adulta. La idea es que Maestros, Padres y Alumnos tomen realmente la responsabilidad de preparar a los niños y evitar el lamento posterior.
Por Fabian Kussman.
Los primeros cien días de Donald Trump en la Oficina Oval de la Casa Blanca despertarán un halo de confianza o una sombra de dudas en la población americana. Son sus diez puntos primordiales, pero hay otros que tan importantes y de los que mucho no se conoce.
A partir de enero de 2017, los republicanos tomarán las riendas del 66% de las Cámaras Legislativas estatales, un récord histórico. El Partido Republicano controlará ambas cámaras legislativas en 32 estados, otro hito máximo de todos los tiempos; Lo mismo es cierto (Suceso fidedigno) para los demócratas que reinaran en sólo 13 estados. Los republicanos tendrán 33 gobernaciones por primera vez desde 1923 y en 25 de estos estados tienen una trifecta con el dominio del poder ejecutivo y de ambas cámaras legislativas.
Estos nuevos líderes republicanos a nivel estatal ciertamente tomarán decisiones importantes sobre las escuelas de los Estados Unidos en los próximos años.
Mientras que los Estados examinarán, escribirán, promocionarán y aprobarán las leyes que afectan directamente la financiación y organización de las escuelas de Estados Unidos, Trump y sus asesores configurarán su agenda en el panorama nacional para abogar por esos programas a nivel estatal. El vicepresidente electo Mike Pence, por ejemplo, podría alentar a los estados a expandirse en las iniciativas que encabezó como gobernador de Indiana. Estos incluyen nuevos procedimientos para medir el crecimiento de los estudiantes -a través de eventos como exámenes y pruebas- y para hacer que los maestros rindan cuentas y deban redacten informes reales por el rendimiento de los estudiantes.
Con los recortes de impuestos, una gran promesa de campaña a nivel nacional y estatal, se cree que los estados tendrán menos dinero para gastar en las escuelas. La idea del presidente electo es que los Estados tendrán que encontrar maneras creativas de financiar sus prioridades de educación.
Y menos dinero para la educación es probable que signifique aún más conflicto sobre la asignación de recursos. Muchas personas del área educativa predicen que las ciudades y los centros urbanos, en particular, sufrirán. En el pasado, el gobierno federal presionó a los estados para asegurarse de que los fondos se distribuyeran de manera justa. Sin esa presión, los nuevos líderes republicanos que ayudarán a escribir las fórmulas de financiamiento para sus estados podrían dar menos a las ciudades y más a las áreas con mayor número de votantes republicanos. Esta última es una “premonición” que viene desde el ala demócrata, una segunda visión habla de escuelas que tengan mayor evolución, podrían ser premiadas con más financiamiento. Sueno cruel, pero para arrojar un ejemplo futbolero, el equipo que más diferencia de puntos tenga entre el pasado y el presente torneo, será el más premiado.
Hasta ahora, en el país del norte, se ven reflejados los resultados de lo que en el pasado se llamó “No kid left behind”, que pugnaba por no dejar atrasado (En grados escolares) a niños que no alcanzaban buenas notas. En frío, un niño con mala conducta o pobres notas, “pasaba” de grado como lo hacía el alumno o la alumna con “Straight A’s” (todas “A” o todo 10) en su boletín. El mismo premio. Parece duro. Lo es. Pero ese niño sale al mundo real y su rostro rebotará contra las manos de los entrevistadores de Recursos Humanos de muchas empresas. Muchos expertos indican que premiar a un mal alumno con el mismo trofeo que a un buen alumno es un inconveniente para el primero al encontrar la vida adulta. La idea es que Maestros, Padres y Alumnos tomen realmente la responsabilidad de preparar a los niños y evitar el lamento posterior.
PrisioneroEnArgentina.com
Noviembre 22, 2016
Tags: Donald Trump, Educación, Estados Unidos de AméricaRelated Posts
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