Stephanie St. Clair, ella de muchos nombres—Queenie, Madam Queen, Madam St. Clair y Queen of the Policy Rackets (Quinielas Clandestinas)—usĂł sus nervios de acero, perspicacia matemática, historia hecha a sĂ misma e inteligencia callejera, para convertirse en jefa, un Ăcono de la moda, una defensora de los derechos civiles y una leyenda de Harlem. Y al igual que Nanny of the Maroons (LĂder de los cimarrones de Jamaica en el siglo XVIII. DirigiĂł una comunidad de africanos anteriormente esclavizados), que era una guerrera feroz que nunca se inclinaba ante sus enemigos, tampoco lo hizo Stephanie St. Clair, que dio lo mejor que recibiĂł, si no mejor.
Ella aterrizĂł en Harlem a principios de siglo y tuvo algunas aventuras amorosas con hombres que estaban firmemente instalados en el inframundo (la mayorĂa pasĂł violentamente a mejor vida) La señorita Madam St. Clair estaba a la altura.
Al final de la ProhibiciĂłn, gánsteres como Dutch Schultz y la mafia italiana necesitaban nuevas fuentes de ingresos y se mudaron a Harlem, tratando de extorsionar a quienes ganaban dinero en el juego clandestino y polĂticas con “protecciĂłn”. La señora dijo que no, y ella y su lugarteniente, Ellsworth “Bumpy” Johnson, fueron a la guerra con Schultz; su respuesta fue “rápida y brutal”. Cuando la economĂa se derrumbĂł y las ganancias de los mafiosos blancos comenzaron a desplomarse, comenzaron a acercarse a Harlem. Ninguno fue más despiadado en esta apropiaciĂłn de tierras que el matĂłn armado Dutch Schultz. Él comenzĂł a hacer llamadas telefĂłnicas amenazándola, secuestrando y asesinando a sus hombres, sobornando a policĂas selectos, e incluso en un momento hizo que la arrestaran.
JohnsonLuciano
La venganza de St. Clair fue rápida y brutal. Cuando, en un momento, Schultz enviĂł a un subordinado para intimidarla, empujĂł al subordinado a un armario, lo encerrĂł y llamĂł a cuatro enormes guardaespaldas para “cuidarlo”. AtacĂł y destruyĂł los escaparates de cualquier negocio que dirigĂa las operaciones de apuestas de Schultz. Ella avisĂł a la policĂa sobre las operaciones de Schultz, lo que los llevĂł a allanar sus principales locales, arrestar a 14 empleados y confiscar alrededor de U$ 2 millones. Luego se jactĂł de ello en la prensa.
Madam St. Clair continuĂł abogando por los derechos civiles de estadounidenses negros y viviĂł una vida tranquila bajo la protecciĂłn de Johnson. SegĂşn los informes, muriĂł en Nueva York en 1969.
Personally, I greatly recommend the book, “Harlem Godfather” by Mayme Johnson (Bumpy Johnson’s wife). It’s about Bumpy Johnson’s life from beginning to end, but it also includes stories about so many other interesting Harlem characters. The Madame St. Clair story Flip told is in it in even more detail. There’s also characters in it like Bub Hewlett and his crew, the “Harlem Bad Men” (black gangsters who Bumpy went to war with when Dutch Schultz was trying to take over); Red Dillard Morrison (a gangster that also beefed with Bumpy, he was also a pimp and when he went to prison 30 of his women came to see him off – one of them was the actress Carolle Drake Faulkner); a black gigolo named Dickie Wells aka Mr. New York (white female celebrities like Ava Gardner, Tallulah Bankhead, and Lana Turner would buy him gifts and pay him to sleep with them, then he would come to Harlem and spend his money partying with the black chicks lol); Flash Walker (he’s the one associated with Bumpy mentioned in this article); maaaan when you hear his story, whew!) and I could keep going on and on… everyone must read it
Anonymous
3 years ago
Si te la encontras en un ascensor… empeza a rezar
Siempre ha habido una dulce dicotomĂa en el Harlem, un equilibrio, por asĂ decirlo. Harlem ha tenido durante mucho tiempo la parte más vulnerable y el DĂ©cimo Talentoso, peinados afro y planchas y rizos. La sudoraciĂłn desenfrenada del sábado por la noche da paso a las madres del domingo por la mañana que gritan las alabanzas del Señor. Por mucho que sea conocido por Adam Clayton Powell, Malcolm X y Langston Hughes, Harlem tambiĂ©n fue el hogar de Alpo, AZ y Rich Porter; Bumpy Johnson y Frank Lucas. Pero entre estos gángsters estadounidenses, leyendas callejeras cuando el “barrio famoso” en el barrio más famoso te hizo viral antes de que existiera tal cosa, habĂa una matriarca, una que sentĂł las bases y enseñó a sus hijos a ser brillantes en el juego de ajedrez de la vida. , allanando el camino para una economĂa clandestina que moviĂł a muchos a la clase media aĂşn más difĂcil de romper. SĂ, habĂa mĂ©dicos, dentistas, pastores y abogados en Strivers’ Row y en Sugar Hill, pero más de unos cuantos corredores de nĂşmeros, inĂştiles, bluesman y pandilleros, sus vecinos, pudieron mudar a sus familias. tambiĂ©n de la pobreza. Ya sabes, el sueño americano.
Stephanie St. Clair, ella de muchos nombres—Queenie, Madam Queen, Madam St. Clair y Queen of the Policy Rackets (Quinielas Clandestinas)—usĂł sus nervios de acero, perspicacia matemática, historia hecha a sĂ misma e inteligencia callejera, para convertirse en jefa, un Ăcono de la moda, una defensora de los derechos civiles y una leyenda de Harlem. Y al igual que Nanny of the Maroons (LĂder de los cimarrones de Jamaica en el siglo XVIII. DirigiĂł una comunidad de africanos anteriormente esclavizados), que era una guerrera feroz que nunca se inclinaba ante sus enemigos, tampoco lo hizo Stephanie St. Clair, que dio lo mejor que recibiĂł, si no mejor.
Según las fuentes, St. Clair nació a fines de la década de 1890 en una isla caribeña de habla francesa (ya sea Martinica o la actual Guadalupe) de una madre soltera, que murió cuando era relativamente joven. Para sobrevivir, Madam St. Clair tuvo que ir a trabajar a la casa de una familia blanca, donde fue violada repetidamente por el hijo de ese clan. Después de salir de esa situación, llegó en barco a la ciudad de Nueva York en el verano de 1911, a los 13 o 23 años (se cree que aprendió inglés en el viaje de meses).
Ella aterrizĂł en Harlem a principios de siglo y tuvo algunas aventuras amorosas con hombres que estaban firmemente instalados en el inframundo (la mayorĂa pasĂł violentamente a mejor vida) La señorita Madam St. Clair estaba a la altura.
Hay historias: apuñalĂł a su primer novio en el ojo con un tenedor cuando tratĂł de prostituirla (despuĂ©s de huir en un autobĂşs que fue detenido por el Ku Klux Klan, fue violada, nuevamente). Otro novio muriĂł despuĂ©s de intentar estrangularla: se golpeĂł la cabeza contra una mesa despuĂ©s de atacarla y fue su fin. En una pelea con otra pareja, anciano, un feroz militante negro y lĂder de una secta, fue arrestada y encarcelada por intento de asesinato, a lo que supuestamente respondiĂł en su defensa: “Si lo hubiera querido muerto, estarĂa muerto”.
La trayectoria de Madam como jugadora importante comenzĂł con la venta de drogas mientras estaba en Harlem, y eventualmente acumulĂł una pequeña fortuna (entre U$10,000 y U$20,000), que luego invirtiĂł como entrada a las loterĂas clandestino. Las mafias tambiĂ©n funcionaron como un sistema bancario y una economĂa ilegal que prosperĂł y floreciĂł incluso durante la Gran DepresiĂłn.
St. Clair tambiĂ©n era una mujer de iniciativa social. Era conocida por publicar anuncios en los periĂłdicos locales educando a la comunidad de Harlem sobre sus derechos legales, especialmente en lo relacionado con la brutalidad policial (que en los años 30 y 40 debe haber estado realmente fuera de control), yendo tan lejos como para publicar anuncios en el periĂłdico acusando a los policĂas de corrupciĂłn. Entonces, le inventaron algunos cargos y ella fue a una casa de trabajo durante unos 10 meses. DespuĂ©s de ser liberada, testificĂł ante la ComisiĂłn Seabury sobre los oficiales a los que sobornĂł; su testimonio resultĂł en el despido de más de una docena de agentes del orden.
Al final de la ProhibiciĂłn, gánsteres como Dutch Schultz y la mafia italiana necesitaban nuevas fuentes de ingresos y se mudaron a Harlem, tratando de extorsionar a quienes ganaban dinero en el juego clandestino y polĂticas con “protecciĂłn”. La señora dijo que no, y ella y su lugarteniente, Ellsworth “Bumpy” Johnson, fueron a la guerra con Schultz; su respuesta fue “rápida y brutal”. Cuando la economĂa se derrumbĂł y las ganancias de los mafiosos blancos comenzaron a desplomarse, comenzaron a acercarse a Harlem. Ninguno fue más despiadado en esta apropiaciĂłn de tierras que el matĂłn armado Dutch Schultz. Él comenzĂł a hacer llamadas telefĂłnicas amenazándola, secuestrando y asesinando a sus hombres, sobornando a policĂas selectos, e incluso en un momento hizo que la arrestaran.
La venganza de St. Clair fue rápida y brutal. Cuando, en un momento, Schultz enviĂł a un subordinado para intimidarla, empujĂł al subordinado a un armario, lo encerrĂł y llamĂł a cuatro enormes guardaespaldas para “cuidarlo”. AtacĂł y destruyĂł los escaparates de cualquier negocio que dirigĂa las operaciones de apuestas de Schultz. Ella avisĂł a la policĂa sobre las operaciones de Schultz, lo que los llevĂł a allanar sus principales locales, arrestar a 14 empleados y confiscar alrededor de U$ 2 millones. Luego se jactĂł de ello en la prensa.
Tal vez teniendo la sabidurĂa de saber cuándo retirarse, St. Clair abandonĂł el negocio del juego ilegal poco despuĂ©s de esta guerra con Schultz y entregĂł su operaciĂłn a Bumpy Johnson, quien finalmente llegĂł a un acuerdo con la ComisiĂłn (un conglomerado de jefes de la mafia formado por Lucky Luciano) para mantener las manos de la mafia fuera de Harlem a menos que lo atravesaran. DespuĂ©s de que Luciano le diera un golpe a Schultz en 1935, Madam St Clair enviĂł un telegrama a su lecho de muerte con un simple versĂculo de la Biblia: “Lo que siembras, asĂ cosechas”. Sangre frĂa.
Madam St. Clair continuĂł abogando por los derechos civiles de estadounidenses negros y viviĂł una vida tranquila bajo la protecciĂłn de Johnson. SegĂşn los informes, muriĂł en Nueva York en 1969.
PrisioneroEnArgentina.com
Enero 28, 2022
What a turnaround
My grandma told me the story, she met Mrs. St Clair personally. she said she was a very nice lady
Cool history
Inspirational
Stephanie St. Clair was one of the best hustlers ever!!!!
Personally, I greatly recommend the book, “Harlem Godfather” by Mayme Johnson (Bumpy Johnson’s wife). It’s about Bumpy Johnson’s life from beginning to end, but it also includes stories about so many other interesting Harlem characters. The Madame St. Clair story Flip told is in it in even more detail. There’s also characters in it like Bub Hewlett and his crew, the “Harlem Bad Men” (black gangsters who Bumpy went to war with when Dutch Schultz was trying to take over); Red Dillard Morrison (a gangster that also beefed with Bumpy, he was also a pimp and when he went to prison 30 of his women came to see him off – one of them was the actress Carolle Drake Faulkner); a black gigolo named Dickie Wells aka Mr. New York (white female celebrities like Ava Gardner, Tallulah Bankhead, and Lana Turner would buy him gifts and pay him to sleep with them, then he would come to Harlem and spend his money partying with the black chicks lol); Flash Walker (he’s the one associated with Bumpy mentioned in this article); maaaan when you hear his story, whew!) and I could keep going on and on… everyone must read it
Si te la encontras en un ascensor… empeza a rezar
Me parece que la representan mucho como heroina y no da…