Justo después de la medianoche de la mañana de Navidad, la mayoría de las tropas alemanas involucradas en la Primera Guerra Mundial dejan de disparar sus armas y artillería y comienzan a cantar villancicos. En ciertos puntos a lo largo de los frentes oriental y occidental, los soldados de Rusia, Francia y Gran Bretaña incluso escucharon bandas de música que se unían a los alemanes en su alegre canto.
Con las primeras luces del amanecer, muchos de los soldados alemanes salieron de sus trincheras y se acercaron a las líneas aliadas a través de tierra de nadie, gritando “Feliz Navidad” en las lenguas nativas de sus enemigos. Al principio, los soldados aliados temieron que fuera un truco, pero al ver a los alemanes desarmados, salieron de sus trincheras y estrecharon la mano de los soldados enemigos.
Los hombres intercambiaron regalos de cigarrillos y budines de ciruela y cantaron villancicos y canciones. Incluso hubo un caso documentado de soldados de bandos opuestos que jugaban un buen partido de fútbol.
La llamada Tregua de Navidad de 1914 se produjo sólo cinco meses después del estallido de la guerra en Europa y fue uno de los últimos ejemplos de la noción anticuada de la caballería entre enemigos en la guerra. En 1915, el sangriento conflicto de la Primera Guerra Mundial estalló con toda su furia tecnológica, y el concepto de otra tregua navideña se volvió impensable.
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Justo después de la medianoche de la mañana de Navidad, la mayoría de las tropas alemanas involucradas en la Primera Guerra Mundial dejan de disparar sus armas y artillería y comienzan a cantar villancicos. En ciertos puntos a lo largo de los frentes oriental y occidental, los soldados de Rusia, Francia y Gran Bretaña incluso escucharon bandas de música que se unían a los alemanes en su alegre canto.
Con las primeras luces del amanecer, muchos de los soldados alemanes salieron de sus trincheras y se acercaron a las líneas aliadas a través de tierra de nadie, gritando “Feliz Navidad” en las lenguas nativas de sus enemigos. Al principio, los soldados aliados temieron que fuera un truco, pero al ver a los alemanes desarmados, salieron de sus trincheras y estrecharon la mano de los soldados enemigos.
[ezcol_1half] [/ezcol_1half] [ezcol_1half_end] [/ezcol_1half_end]Los hombres intercambiaron regalos de cigarrillos y budines de ciruela y cantaron villancicos y canciones. Incluso hubo un caso documentado de soldados de bandos opuestos que jugaban un buen partido de fútbol.
La llamada Tregua de Navidad de 1914 se produjo sólo cinco meses después del estallido de la guerra en Europa y fue uno de los últimos ejemplos de la noción anticuada de la caballería entre enemigos en la guerra. En 1915, el sangriento conflicto de la Primera Guerra Mundial estalló con toda su furia tecnológica, y el concepto de otra tregua navideña se volvió impensable.
PrisioneroEnArgentina.com
Diciembre 25, 2020