Debemos perder el miedo a la vida en vez de tenerle miedo a la muerte.
Debemos aprovechar cada instante de la vida .que Dios nos concede.  y disfrutar de la vida siempre como nos aconseja la Madre Teresa de Calcuta. Hay que vivir la vida con una intensidad plena y gozar de cada instante de nuestra vida terrenal como si fuera ese el ultimo instante de nuestra vida. Nada mas nos podremos llevar a la otra vida, la celestial y eterna, que la conciencia alcanzada a travès de las experiencias recibidas. Hay miedo a la vida porque hay ignorancia de la ventura y prosperidad que yace en su centro porque hay apego a una existencia superficial. Lo que diferencia a la vida de la muerte es la expansion de la Conciencia. La muerte no es ausencia de Vida, pues la muerte no existe. La muerte es ausencia de Conciencia. Hay dos vidas una la vida terrenal y otra la vida celestial que es la ùnica y eterna. De esta nuestra vida terrenal nada nos llevamos de cosas materiales. Despues de la vida terrenal seguimos existiendo en una dimensiòn que no muy comprendida por muchos, seguimos viviendo de una manera mas trascendente. Lo sé y lo siento porque siempre amé a mi padre y siento que el sigue viviendo y esta cerca mìo, que me aconseja y ilumina  mi camino como lo hacìa cuando lo veìa fisìcamente.
Recuerdo que al morir fisìcamente mi padre le pedì a mi madre que lo velàramos en mi departamento, mas precisamente en mi escritorio, allì quedo “su espìritu” allì sigue viviendo y allì sigo charlando muchas noches, me sigue acompañando como lo hizo durante su vida terrenal.

La vida como dice Maria Teresa de Calcuta -no ha muerto sigue viviendo- es una belleza, es un reto, es preciosa, es una aventura, es felicidad, es la vida, por sobre todas las cosas defièndela, admirala, aceptala, desafiala, merecela, ama la vida porque es un regalo que Dios no te lo da dos veces.

Francisco Bènard
Abogado,Periodista,Escritor y Poeta