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   Por Prof. Dra. María Elena Cisneros Rueda.

Una vez más un libro ha sido censurado. Proyectado en una mesa de debate de la Feria del Libro ha sido defenestrado alevosamente otra vez. Eso impide que el público en general conozca un verdad rutilante que ningún batracio con divagues de toro quiera acallar, ocultar, destruir y hacer desaparecer. Me refiero al libro del señor José D´angelo :”La estafa con los desaparecidos” cuya primera “suspensión” fue la presentación en la biblioteca del Congreso.

Vayamos por parte para ubicarnos en tiempo y espacio. Hubo en Argentina un golpe de Estado en 1976 impulsado por las Fuerzas Armadas, pero pedido a gritos por una gran parte de la sociedad que no quería saber nada de la situación imperante, donde los terroristas que soñaban con una “patria socialista”, se regocijaban de poner bombas, matar niños, mujeres, ancianos, hombres de la fuerza y algún otro que no les  caía bien y hasta a sus propios compañeros cuando querían “salir” de sus filas. Para conseguir armamento hacían redadas en cuarteles, dejando rastros indelebles de sangre inocente por doquier, asaltaban bancos y recibían apoyo desde Cuba, Rusia e Inglaterra y todo eso que digo está debidamente documentado. Ellos mismos proclamaban su deseo de convertir al país en algo que no era y para lo que nunca estará preparado. Para eso recurro a unas palabras dichas por Luis Labraña (un miembro de esas organizaciones): ”no fuimos idealistas, fuimos combatientes y queríamos tomar el gobierno por las armas y desde ahí hacer lo mismo en toda América Latina, INVENTAMOS LA CIFRA DE 30 MIL DESAPARECIDOS para que Holanda, Inglaterra y otros países europeos nos otorgaran subsidios, parte de esos subsidios iban a las madres y abuelas y el resto se lo robaban en la cadena organizativa”.

Estos desmanes de ataque y contra ataque comenzaron en verdad desde el bombardeo de la Plaza de Mayo en  1955 que impuso el Golpe de Estado para derrocar al entonces Presidente Perón. Estaba la resistencia peronista que luego llevó a fusilamientos innecesarios y cobardes como el del General Valle y muchos otros hombres que no estaban de acuerdo con el proceder específicamente de la Marina,  donde un almirante muy conocido pactó con los ingleses y sacó los barcos a alta mar para aprovisionarlos de combustible y volvió al puerto de Buenos Aires apuntando los cañones dispuesto a todo para lograr su objetivo. En el año 1958 llegan de manera oficiosa militares franceses para entrenar a sus pares argentinos mientras que en Cuba se enseñoreaba la revolución de Castro y rápidamente la miasma malsana que vehiculaba prepararon campamentos de adoctrinamiento y entrenamiento a jóvenes de Latinoamérica a los que habían embaucado con sus falsedades, sexo libre, estupefacientes, habano y boina. Es hilarante en verdad, pero pasó y lastimosamente con resultados nefastos para todo nuestro continente. Vale decir que los unos y los otros se preparaban para atacarse mutuamente. ¡No es nada creado en los años 70 sino mucho antes!

Aquellos jóvenes entrenados en Cuba se acercaron al exilio de Perón para hacerle creer que querían que volviera, cosa que por supuesto él nunca creyó ya que era un señor mayor pero nunca fue tonto. Sin embargo, esta juventud universitaria, preparada, que hablaba fluidamente le podría servir para lograr su objetivo de volver al país cosa que le fuera denegada durante el gobierno del Dr. Illia en 1964. Enseñoreados con esta “amistad” creyeron  que socialismo, comunismo, trotskismo y todo lo demás era sinónimo de peronismo y que todo lo que ellos le dijeran “al viejo de mierda” sería aceptado con una sonrisa. Ciertamente que no fue así y todos en Argentina conocemos el resultado. Ahora bien, los “jóvenes idealistas” comenzaron con la carrera delictiva creando caos, desorden ,desasosiego en una población que no comprendía bien de lo que se trataba. Se envalentonaron aún más cuando después del “devotazo”( 1973) pudieron dejar la prisión en que los militares gobernantes de ese entonces los habían recluido. Y todo fue en aumento, violencia, ataques desmedidos, muertes inútiles, bombas destructoras, asaltos a cuarteles y secuestros como el terrible del Coronel Argentino del Valle Larrabure para dar solo un ejemplo. Durante el gobierno al que ellos mismos habían de alguna manera ayudado pero que  ahora ya no les interesaba mantener, sino que tenían que destruir y lo lograron. Muchos de ellos mantenían contacto estrecho con algunos militares de relevancia.

Toda la sociedad pedía a gritos el derrocamiento de la Presidente Perón. Nunca la quisieron y aún hoy siendo una dama de más de 90 años vive sola en el exilio, olvidada y sin respeto alguno.

Mientras tanto, las mismas familias de los “jóvenes idealistas” los alentaban  en sus fechorías, escondían armas en sus domicilios, atacaban la gestión de gobierno, se quejaban de todo, despotricaban contra todo y contra todos y apoyaban todos los actos delictivos que los hijos llevaban a cabo.

Todos celebraron  el 24 de marzo de 1976, una frágil mujer fue echa prisionera y dejada en detención por largos años en los que sufrió todo tipo de humillaciones, de las cuales nada habla. Mientras tanto las Fuerzas se dedicaron a buscar a los mismos que fueron dejados libres durante el “devotazo” y naturalmente hubo excesos. Pero esos excesos se perpetraron desde ambos bandos. Los unos y los otros son culpables de actos atroces. Los militares al menos salvaron a los niños nacidos en cautiverio dándolos en adopción a familias que los amaron en verdad, mientras que los terroristas los mataban simplemente y sin remordimiento alguno.

Sin embargo las cifras mencionadas NO son reales y se llevaron a cabo actos delictivos tergiversando la cifra para lograr dinero y es lo que siguen haciendo y por otro lado no mencionan la verdadera cifra de víctimas inocentes de los terroristas que suman 17382 y esta cifra está debidamente comprobada con nombres y apellidos.

Esta simple verdad es lo que cuenta el libro que ha sido una vez más excluido de un debate maduro y conciliador. Una herida solo se cicatriza, si se saca toda la podredumbre que se forma, se limpia en  profundidad y se espera que el cuerpo reaccione.

¿Por qué entonces se censura una vez más a un libro que contribuye a cicatrizar esa herida social que sigue sangrando?

La respuesta es simple y evidente, algo molesta cuando presenta una verdad que se quiere ocultar. La mejor defensa es el ataque y por eso las primeras en atacar son las “abuelas” que parece que les interesa más el dinero que reciben  que haber encontrado a sus propios nietos y que ciertamente no están de acuerdo en unificar a la nación porque la divisa “divide y vencerás” la llevan escrita en sus frentes. Son dignas de lástima, porque con un pie casi en la tumba en vez de dejar un recuerdo pacificador dejan  una estela de mentiras y falsedades llevando a cabo un accionar que ellas mismas condenan o sea privan a la juventud de sus verdaderos Derechos Humanos al mentirles de manera descarada, sin asumir responsabilidades que también tenían y que tanto daño sigue haciendo a un país otrora magnífico y rebosante convirtiéndolo en un desvencijado granero lleno de ratas.

Gracias señor José D´angelo por la valentía de poner negro sobre blanco una verdad que debe y tiene que ser conocida. Solo entonces el país podrá salir de la nefasta situación en que lo han sumido con patrañas.

¿Perdonar?

“NO TE DIGO HASTA SIETE  VECES,

SINO HASTA SETENTA  VECES  SIETE”

Mt. 18:22

Solo para recordar la Palabra de Jesús de Nazareth.

 

MARÍA ELENA CISNEROS RUEDA, nacida el 16 de marzo de 1951, en la Provincia de Entre Ríos, Argentina, es: periodista, profesora superior de danzas clásicas, profesora superior de danzas españolas, maestra normal nacional, profesora superior de piano, profesora superior de teoría y solfeo, dactilógrafa, licenciada en Ciencias de la Educación, en la  Universidad de Ginebra, Suiza, profesora superior de idioma francés, habla además español inglés, italiano, portugués y hebreo bíblico. Ha compuesto más de 150 obras musicales y escrito: “Cuaderno de Iniciación Musical”, y 15 libros de partituras entre los que se encuentran: “La educación musical de los pequeñitos”, “El señor de la Isla” (obtuvo premio de la ciudad de Meyrin. Suiza), “Rulos y Bigotes”, “La evolución de la musicoterapia a través del tiempo”. En deportes ha practicado: natación, tenis, equitación, golf y cetrería. Entre otros, ha recibido premios como: “Ciudad de Meyrin” (Suiza) en Literatura. “Gian Batista Viotti” (Italia) en música, y “ Rosa Mística”, (Curitiba. Brasil) en piano. Se ha desempeñado como profesora de Parvularios y  Técnica especializada en Dirección y Supervisión de Escuelas de la Universidad Católica Argentina. Es creadora del “Atelier de Creation Musical”, en Ginebra. Suiza y   creadora del “Centro Pedagógico Musical”, en la Escuela de Música de Paraguay. Posee un Masteradocen de Musicoterapia y es doctorante en la Universidad de Cambridge (Reino Unido de Gran Bretaña).  Un Masterado en Educación Musical en el Instituto de Ribaupuerre Lausanne de  Suiza. Y un Masterado en “Educación y Didáctica Universitaria” en la Universidad Americana de Paraguay. En ese país, donde reside ha sido profesora en: El Ateneo Paraguayo, Colegio de San José, Colegio Teresiano, Colegio San Nicolás de Bari, Panamericana International School, Colegio Francés, Universidad Evangélica, y Universidad Nacional. Actualmente es Profesora investigadora en el Centro de Investigación de la Facultad de Arquitectura, Diseño y Arte. Universidad Nacional de Asunción y da clases de piano en la casa que alquila en “Rincón San Lorenzo” un humilde barrio de Asunción. Siendo proteccionista convive con 12 perros y 20 gatos, rescatados. Así espera que el tiempo transcurra y finalmente la lleve a reunirse nuevamente con el amor de su vida, JOSÉ LÓPEZ REGA, quien, en junio de 1989, le dijera por última vez: “Hasta que la muerte nos vuelva a unir”.

 

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PrisioneroEnArgentina.com

Abril 21, 2023

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