Estados Unidos y sus aliados han comenzado a imponer amplias sanciones a Rusia por su invasión a Ucrania. Son las sanciones económicas más duras jamás introducidas en un país del tamaño de Rusia. Pero el ataque despiadado de Rusia continúa.
El presidente Joe Biden dijo que Estados Unidos impondrá sanciones a las instituciones financieras rusas, incluida la exclusión de los bancos más grandes de Rusia del sistema financiero estadounidense, y a las élites rusas en el círculo íntimo del presidente Vladimir Putin. Estados Unidos también implementará controles de exportación en ciertas tecnologías. Estas son las sanciones “masivas” que Occidente había estado advirtiendo a Putin que ocurriría si Rusia invadiera, y la principal herramienta de castigo disponible una vez que Estados Unidos y sus aliados descartaron una intervención militar directa con otra potencia nuclear. Estas sanciones, junto con las sanciones del Reino Unido y Europa, tienen como objetivo imponer costos económicos extremos a Rusia y su pueblo. Las ramificaciones de tales movimientos ascenderán a una guerra económica que se desarrollará durante muchos meses, si no años, incluso mientras se desarrolla una guerra caliente en Ucrania.
La administración Biden está golpeando el sector financiero de Rusia. También está imponiendo una serie de sanciones a las empresas estatales en toda la economía rusa, pero ninguna sanción puede ser proporcional a la invasión no provocada de Ucrania por parte de Putin. Este paquete de sanciones no llega a agregar algunas otras opciones dramáticas, incluidas algunas por las que Ucrania y otros habían estado presionando. Eso incluye cosas como sancionar al propio Vladimir Putin; aislar a Rusia de SWIFT, el servicio de mensajería electrónica que permite a las entidades comunicarse sobre transacciones financieras globales; y apuntar al sector energético de Rusia.
Las sanciones sobre el petróleo y el gas, por ejemplo, impondrían costos severos para Rusia. Pero cuanto más duele a Rusia, más le duele a Occidente, en particular a los aliados europeos, que dependen del gas natural ruso. Pero esto también afecta a los Estados Unidos. La inflación y los temores de aumentos aún mayores en los precios mundiales de la energía, que ya están ocurriendo tras el ataque de Rusia, y las posibles consecuencias internas están entrelazados con una de las decisiones de política exterior más importantes en décadas.
Estas sanciones se suman a otras introducidas a principios de semana, que incluyeron sanciones financieras, congelamiento de activos y prohibiciones de viaje para los oligarcas, y el fin de la certificación (y la sanción de EE. UU.) del oleoducto Nord Stream 2.
A pesar de lo duro que es este paquete de sanciones, refleja una cautela que muchos expertos y observadores predijeron antes de la invasión de Rusia. No incluye algunas de las opciones más intensas, como un bloqueo energético o aislar a Rusia de SWIFT. Ucrania y algunos países europeos han presionado mucho para dar ese paso tras la invasión de Rusia, aunque, según se informa, Alemania, Italia y algunos otros países de la Unión Europea lo están bloqueando.
La decisión de EE. UU. de cortar las principales instituciones financieras de Rusia hace que la necesidad de sacar a Rusia de SWIFT sea menos urgente. Si incluye a los principales bancos, eso significa que esos bancos no pueden hacer negocios con las principales instituciones financieras de Occidente. Realmente no importa si tienen acceso a SWIFT o no, porque el mayor daño ya está hecho. Sin embargo, las exclusiones para las transacciones de energía y productos básicos en estas sanciones financieras que mitigan parte del aguijón para Rusia, pero también para Europa.
En general, estas sanciones no alcanzan el nivel que se impuso a Irán durante la campaña de máxima presión del entonces presidente Donald Trump, son extraordinarias considerando el papel mucho más importante de Rusia en la economía global. Las sanciones a los bancos más grandes de Rusia golpearán la economía. Esto puede significar tasas de interés más altas y menos acceso al capital en toda Rusia. En otras palabras, esto se filtrará y significará un verdadero dolor para los rusos comunes, que no tuvieron voz ni voto en las decisiones de Putin.
La lista de oligarcas y élites a los que se dirige es bastante larga, aunque Putin probablemente intentará ocuparse de los oligarcas a los que se dirigen las sanciones occidentales. El anuncio de Biden de controles de exportación negará a Rusia el acceso a tecnologías críticas, especialmente en sectores como la defensa. Los socios en Asia también habían indicado a principios de esta semana que participarán en los controles de exportación de tecnologías como los semiconductores, lo que exprimirá a Rusia.
Este paquete de sanciones va más allá, pero todavía hay dudas sobre qué tan duras serán en la práctica. Ucrania ya ha exigido más presión, incluido el corte del petróleo y el gas de Rusia, y su eliminación total de SWIFT. E incluso si estas sanciones son perjudiciales para Rusia, es poco probable que sean suficientes para evitar que Putin lleve a cabo esta campaña decidida contra Ucrania en este momento. Lo que le dolerá a Rusia, le dolerá también a occidente.
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Estados Unidos y sus aliados han comenzado a imponer amplias sanciones a Rusia por su invasión a Ucrania. Son las sanciones económicas más duras jamás introducidas en un país del tamaño de Rusia. Pero el ataque despiadado de Rusia continúa.
El presidente Joe Biden dijo que Estados Unidos impondrá sanciones a las instituciones financieras rusas, incluida la exclusión de los bancos más grandes de Rusia del sistema financiero estadounidense, y a las élites rusas en el círculo íntimo del presidente Vladimir Putin. Estados Unidos también implementará controles de exportación en ciertas tecnologías. Estas son las sanciones “masivas” que Occidente había estado advirtiendo a Putin que ocurriría si Rusia invadiera, y la principal herramienta de castigo disponible una vez que Estados Unidos y sus aliados descartaron una intervención militar directa con otra potencia nuclear. Estas sanciones, junto con las sanciones del Reino Unido y Europa, tienen como objetivo
imponer costos económicos extremos a Rusia y su pueblo. Las ramificaciones de tales movimientos ascenderán a una guerra económica que se desarrollará durante muchos meses, si no años, incluso mientras se desarrolla una guerra caliente en Ucrania.
La administración Biden está golpeando el sector financiero de Rusia. También está imponiendo una serie de sanciones a las empresas estatales en toda la economía rusa, pero ninguna sanción puede ser proporcional a la invasión no provocada de Ucrania por parte de Putin. Este paquete de sanciones no llega a agregar algunas otras opciones dramáticas, incluidas algunas por las que Ucrania y otros habían estado presionando. Eso incluye cosas como sancionar al propio Vladimir Putin; aislar a Rusia de SWIFT, el servicio de mensajería electrónica que permite a las entidades comunicarse sobre transacciones financieras globales; y apuntar al sector energético de Rusia.
Las sanciones sobre el petróleo y el gas, por ejemplo, impondrían costos severos para Rusia. Pero cuanto más duele a Rusia, más le duele a Occidente, en particular a los aliados europeos, que dependen del gas natural ruso. Pero esto también afecta a los Estados Unidos. La inflación y los temores de aumentos aún mayores en los precios mundiales de la energía, que ya están ocurriendo tras el ataque de Rusia, y las posibles consecuencias internas están entrelazados con una de las decisiones de política exterior más importantes en décadas.
Estas sanciones se suman a otras introducidas a principios de semana, que incluyeron sanciones financieras, congelamiento de activos y prohibiciones de viaje para los oligarcas, y el fin de la certificación (y la sanción de EE. UU.) del oleoducto Nord Stream 2.
A pesar de lo duro que es este paquete de sanciones, refleja una cautela que muchos expertos y observadores predijeron antes de la invasión de Rusia. No incluye algunas de las opciones más intensas, como un bloqueo energético o aislar a Rusia de SWIFT. Ucrania y algunos países europeos han presionado mucho para dar ese paso tras la invasión de Rusia, aunque, según se informa, Alemania, Italia y algunos otros países de la Unión Europea lo están bloqueando.
La decisión de EE. UU. de cortar las principales instituciones financieras de Rusia hace que la necesidad de sacar a Rusia de SWIFT sea menos urgente. Si incluye a los principales bancos, eso significa que esos bancos no pueden hacer negocios con las principales instituciones financieras de Occidente. Realmente no importa si tienen acceso a SWIFT o no, porque el mayor daño ya está hecho. Sin embargo, las exclusiones para las transacciones de energía y productos básicos en estas sanciones financieras que mitigan parte del aguijón para Rusia, pero también para Europa.
En general, estas sanciones no alcanzan el nivel que se impuso a Irán durante la campaña de máxima presión del entonces presidente Donald Trump, son extraordinarias considerando el papel mucho más importante de Rusia en la economía global. Las sanciones a los bancos más grandes de Rusia golpearán la economía. Esto puede significar tasas de interés más altas y menos acceso al capital en toda Rusia. En otras palabras, esto se filtrará y significará un verdadero dolor para los rusos comunes, que no tuvieron voz ni voto en las decisiones de Putin.
La lista de oligarcas y élites a los que se dirige es bastante larga, aunque Putin probablemente intentará ocuparse de los oligarcas a los que se dirigen las sanciones occidentales. El anuncio de Biden de controles de exportación negará a Rusia el acceso a tecnologías críticas, especialmente en sectores como la defensa. Los socios en Asia también habían indicado a principios de esta semana que participarán en los controles de exportación de tecnologías como los semiconductores, lo que exprimirá a Rusia.
Este paquete de sanciones va más allá, pero todavía hay dudas sobre qué tan duras serán en la práctica. Ucrania ya ha exigido más presión, incluido el corte del petróleo y el gas de Rusia, y su eliminación total de SWIFT. E incluso si estas sanciones son perjudiciales para Rusia, es poco probable que sean suficientes para evitar que Putin lleve a cabo esta campaña decidida contra Ucrania en este momento. Lo que le dolerá a Rusia, le dolerá también a occidente.
PrisioneroEnArgentina.com
Febrero 28, 2022