El tema es asustarse para dejar de tener miedo. Es como si nos permitiese prepararnos a ver situaciones horribles. La mayoría de la gente sabe diferenciar entre ficción y realidad. Esa frontera puede ser más porosa en la adolescencia pero los jóvenes frágiles rara vez van a ver películas de terror, un pasatiempo practicado a menudo en grupo en el que cada cual actúa de apoyo para el otro.
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En estos días, las películas sobre psicópatas misteriosos y enmascarados que persiguen a adolescentes nubiles cuestan un centavo la docena, pero en 1978 este concepto era algo novedoso. Fue entonces cuando John Carpenter desató Halloween en el mundo.
La película presenta a Jamie Lee Curtis como Laurie Strode, una adolescente que tiene un Halloween muy, muy malo después de que su hermano se escapa de un manicomio.
La música por sí sola es suficiente para enviar escalofríos por la columna vertebral. Es casi seguro que no habría un viernes 13 sin esta película.
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La película de 1980 de Stanley Kubrick El Resplandor o The Shining ha sido objeto de una notable reevaluación pública durante las últimas tres décadas. Esta fue vista inicialmente como la primera película con entradas agotadas de Kubrick, una película de palomitas de maíz que garantizaba un montón de dinero después de la debacle de su última película, Barry Lyndon, mortalmente aburrido de 1975.
A los críticos les encantó la tensión implacable y la interpretación de Jack Nicholson como el homicida Jack Torrence fue elogiada, pero después de la brillantez de películas como 2001: A Space Odyssey y Dr. Strangelove, parecía un trabajo menor.
Entonces sucedió algo gracioso. La gente empezó a verlo una y otra vez. Se les ocurrieron teorías locas sobre el significado real e incluso las personas cuerdas comenzaron a ver la película como una obra maestra retorcida.
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Es difícil para quienes -como yo- no estaban presentes en 1973 comprender completamente lo que sucedió cuando El Exorcista se estrenó en los cines de todo Estados Unidos.
Los paramédicos fueron llamados a algunos multicines porque la gente literalmente se estaba desmayando. Cuando la pequeña Regan (Linda Blair) vomitó sobre los sacerdotes, algunos miembros de la audiencia vomitaron en sus palomitas de maíz.
Nadie había visto nunca algo tan extraño, y todo el mundo no podía, pese a la incomodidad, dejar de posar sus ojos en la pantalla. Se mantuvo durante meses, incluso varios grupos realizaron un boicot. Ha habido innumerables películas desde entonces sobre posesiones demoníacas, y todas ellas tienen una gran deuda con El Exorcista.
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El tema es asustarse para dejar de tener miedo. Es como si nos permitiese prepararnos a ver situaciones horribles. La mayoría de la gente sabe diferenciar entre ficción y realidad. Esa frontera puede ser más porosa en la adolescencia pero los jóvenes frágiles rara vez van a ver películas de terror, un pasatiempo practicado a menudo en grupo en el que cada cual actúa de apoyo para el otro.
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En estos días, las películas sobre psicópatas misteriosos y enmascarados que persiguen a adolescentes nubiles cuestan un centavo la docena, pero en 1978 este concepto era algo novedoso. Fue entonces cuando John Carpenter desató Halloween en el mundo.
La película presenta a Jamie Lee Curtis como Laurie Strode, una adolescente que tiene un Halloween muy, muy malo después de que su hermano se escapa de un manicomio.
La música por sí sola es suficiente para enviar escalofríos por la columna vertebral. Es casi seguro que no habría un viernes 13 sin esta película.
[/ezcol_1third] [ezcol_1third]La película de 1980 de Stanley Kubrick El Resplandor o The Shining ha sido objeto de una notable reevaluación pública durante las últimas tres décadas. Esta fue vista inicialmente como la primera película con entradas agotadas de Kubrick, una película de palomitas de maíz que garantizaba un montón de dinero después de la debacle de su última película, Barry Lyndon, mortalmente aburrido de 1975.
A los críticos les encantó la tensión implacable y la interpretación de Jack Nicholson como el homicida Jack Torrence fue elogiada, pero después de la brillantez de películas como 2001: A Space Odyssey y Dr. Strangelove, parecía un trabajo menor.
Entonces sucedió algo gracioso. La gente empezó a verlo una y otra vez. Se les ocurrieron teorías locas sobre el significado real e incluso las personas cuerdas comenzaron a ver la película como una obra maestra retorcida.
[/ezcol_1third] [ezcol_1third_end]Es difícil para quienes -como yo- no estaban presentes en 1973 comprender completamente lo que sucedió cuando El Exorcista se estrenó en los cines de todo Estados Unidos.
Los paramédicos fueron llamados a algunos multicines porque la gente literalmente se estaba desmayando. Cuando la pequeña Regan (Linda Blair) vomitó sobre los sacerdotes, algunos miembros de la audiencia vomitaron en sus palomitas de maíz.
Nadie había visto nunca algo tan extraño, y todo el mundo no podía, pese a la incomodidad, dejar de posar sus ojos en la pantalla. Se mantuvo durante meses, incluso varios grupos realizaron un boicot. Ha habido innumerables películas desde entonces sobre posesiones demoníacas, y todas ellas tienen una gran deuda con El Exorcista.
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Octubre 31, 2021