Y es que cuando uno se compromete y da su palabra, debe cumplir a rajatabla con esto que sagradamente se empeña. ¿Y por qué deberíamos callar? ¿Por qué deberíamos esperar por una ocasión propicia? Para los prisioneros no hay tiempo, son fogatas que se apagan, “su ciclo está terminando”. Primero fueron usados para más tarde ser descartados, encerrados, olvidados. Y vuelvo sobre la palabra empeñada que ha sufrido un gran desgaste, así como la audición de quienes llegaron a la cima, de la mano de todos los que confiaron. Se agrega ahora otro problema, y es que además de haber perdido la audición pareciera ser que también han quedado ciegos, desconectados de la realidad. Han olvidado la palabra empeñada, la historia y a sus propios hermanos. Los prisioneros de la venganza esperan. Los héroes que dieron su sangre esperan. Los muertos esperan. El país espera. “Tiemblen zurdos”. Cuando olvidamos a quienes nos tendieron la mano. A quienes confiaron en nosotros. Puede llegar el caso que nos suelten esa mano.
Hay una sola manera de proceder…principio Sanmartiniano… “CUMPLIR CON LA PALABRA EMPEÑADA”. La libertad de recordar a quienes queramos…Privadamente, o en público, es un atributo de la verdadera libertad que jamás deberá ser coartada y que ustedes mismos han pregonado. Se han desconectado de la realidad.
Están sedientos y ciegos de poder y egos, la soberbia los ha fagocitado. Éste será el principio del fin de otros tantos sueños que pasaron si es que no corrigen el rumbo. Todavía están a tiempo. Escuchen a aquellos que durante cincuenta años fueron …Escondidos. Silenciados. Perseguidos.
Ustedes prometieron ser distintos.
Es vuestro deber demostrarlo.
Vuestra gente espera, pero la paciencia se acaba.
No permitan que ellos les suelten la mano, porque el averno espera presto para abrir sus puertas.
◘
Por Guillermo Sottovia.
Y es que cuando uno se compromete y da su palabra, debe cumplir a rajatabla con esto que sagradamente se empeña. ¿Y por qué deberíamos callar? ¿Por qué deberíamos esperar por una ocasión propicia? Para los prisioneros no hay tiempo, son fogatas que se apagan, “su ciclo está terminando”. Primero fueron usados para más tarde ser descartados, encerrados, olvidados. Y vuelvo sobre la palabra empeñada que ha sufrido un gran desgaste, así como la audición de quienes llegaron a la cima, de la mano de todos los que confiaron. Se agrega ahora otro problema, y es que además de haber perdido la audición pareciera ser que también han quedado ciegos, desconectados de la realidad. Han olvidado la palabra empeñada, la historia y a sus propios hermanos. Los prisioneros de la venganza esperan. Los héroes que dieron su sangre esperan. Los muertos esperan. El país espera. “Tiemblen zurdos”. Cuando olvidamos a quienes nos tendieron la mano. A quienes confiaron en nosotros. Puede llegar el caso que nos suelten esa mano.
Hay una sola manera de proceder…principio Sanmartiniano… “CUMPLIR CON LA PALABRA EMPEÑADA”. La libertad de recordar a quienes queramos…Privadamente, o en público, es un atributo de la verdadera libertad que jamás deberá ser coartada y que ustedes mismos han pregonado. Se han desconectado de la realidad.
Están sedientos y ciegos de poder y egos, la soberbia los ha fagocitado. Éste será el principio del fin de otros tantos sueños que pasaron si es que no corrigen el rumbo. Todavía están a tiempo. Escuchen a aquellos que durante cincuenta años fueron …Escondidos. Silenciados. Perseguidos.
Ustedes prometieron ser distintos.
Es vuestro deber demostrarlo.
Vuestra gente espera, pero la paciencia se acaba.
No permitan que ellos les suelten la mano, porque el averno espera presto para abrir sus puertas.
BLOQUEADO.
Publicación 19 de Guillermo Sottovía en este portal de noticias.
PrisioneroEnArgentina.com
Noviembre 2, 2024
Related Posts
Milei contra el adoctrinamiento político en las escuelas
• El presidente de la república Argentina, Javier Milei, [...]
Lourdes Arrieta vota contra el veto de Milei
◘ La diputada Lourdes Arrieta, reciéntemente expulsada del bloque parlamentario [...]
LA JUSTICIA FEDERAL BUSCA SUPERVISAR LA ACTIVIDAD PARLAMENTARIA
○ Por Mario Sandoval. Es sorprendente y confuso [...]