Con el respeto que merece la investidura presidencial y, en mi condición de ciudadano argentino, con la prudencia que exige el análisis de su discurso, al hacer uso de la palabra en la Histórica Casa de Tucumán por la conmemoración de un nuevo aniversario de la Independencia de nuestra patria, escribo hoy, estas líneas en las que intentaré analizar temas por Ud. planteados.
No obstante, como hombre de bien, me doy a conocer. Reitero, soy un ciudadano argentino, condenado a prisión perpetua, (sin pruebas), por los denominados y mal llamados delitos de lesa humanidad. Condena aplicada por un “Tribunal Popular”, dado que no fueron Jueces Naturales. Tampoco se trató de un tribunal Imparcial. Sus integrantes militan en la autodenominada agrupación política “Justicia Legítima”, además, vinculados familiarmente a personas condenadas por acciones terroristas de las décadas del 60/70, otros, militan en Organizaciones de DDHH. (Firmaré al pie de la presente).
Dicho esto, voy al tema.
En esta ocasión, una vez más, desaprovechó la fecha más importante de nuestra historia, para enviar un mensaje claro y alentador a la sociedad en su conjunto. Por el contrario, en un invertebrado discurso, con escaso contenido histórico referido a la fecha, procuró llamar la atención a la agotada y desmoralizada ciudadanía argentina. Y, en su vacua arenga de tono irritativo, cargado de reproches y cierta arrogancia, ensayó una lección de educación democrática, en sintonía con el relato de ideas y pensamientos únicos, que su gobierno, a diario, trata de imponer.
Un presidente no tiene derecho ni autoridad para dirigirse al pueblo de la nación con discursos hirientes. Tampoco puede mostrar su indignación por el reclamo de un sector de la sociedad. Cabe la pregunta, ¿dónde quedo aquella promesa de campaña ante un auditorio de jóvenes?, en la que dijo: “…el día que me vean defeccionando, el día que me vean traicionando lo que les estoy diciendo, salgan a la calle y díganme, Alberto no te equivoques”. ¿O, fue solo para su tropa? En esta ocasión, con impostación de voz mostro su ira por los reclamos de varios sectores que se sienten, justamente, traicionados. Pretendió conmover y persuadir con un relato que solo afirma su historial de declaraciones y comentarios contradictorios.
Por ello no es creíble cuando expresa que Ud. no claudicará ante sus acreedores. Hoy, el mundo lo está observando como claudica constantemente ante los regímenes de Rusia, China y otros menos importantes como Cuba o Venezuela.
Un mandatario no puede ser deshonesto y aprovechar el alto porcentaje de ciudadanos condenados, no solo a la miseria, sino a lo que es más cruel aun, “LA IGNORANCIA” e impunemente decir que “cuando pongo mi firma me doy cuenta que estoy comprometiendo a generaciones”. Tal afirmación es contraria a lo mostrado por su gobierno, durante el reciente conflicto armado en La Franja de Gaza al reprochar a Israel por la represión y no condenar al agresor grupo terrorista Hamas. Otros ejemplos que lo contradicen, son los explícitos apoyos a las dictaduras totalitarias de Venezuela y Cuba, al mismo tiempo, no condena, al gobierno tiránico de Nicaragua y en paralelo consciente los actos insurreccionales de Colombia y Chile. No condena con claridad a los violentos simpatizantes del Foro de Sao Pablo.
No puede haber cinismo en un discurso presidencial. Señor, Ud. conoce muy bien desde cuando se remonta la deuda externa argentina y quienes dilapidaron los PBI de los años 2007/2012, (los mejores de nuestra historia contemporánea). Por lo tanto, no debe referirse a ella como construida solamente en cuatro años. Y, debería tener la valentía de contar la verdad sobre el acuerdo firmado, según sus dichos, en “un minuto treinta”. Al respecto, debe narrar que la Argentina se endeudo en tal acuerdo, en 57 mil millones de dólares con el FMI para cubrir deudas no pagadas por el gobierno de la señora Kirchner.
Debería, además, observar que su gobierno, no logra en dos años, firmar un acuerdo de menor escala (negociación de plazos) con el FMI, dejando claro que, hoy, a la Argentina, no le prestan ni 57 dólares. Lo cual es grave, porque esta política…, sí, hipoteca el futuro de los jóvenes argentinos, los cuales, vemos alejarse por falta de futuro y oportunidades.
Aunque le cueste aceptar, aquel criticado acuerdo exprés, deja bien en claro la diferencia entre un modelo abierto y libre al que su gobierno, intenta imponer. Uno, inspira “confianza”, el otro “desconfianza”. Uno negocia con todo el mundo. El otro, solo con “imperialismos” totalitarios.
La Argentina y cada uno de los argentinos sabemos, no solo, que el país debe afrontar este año pagos por “cinco mil millones de dólares”, sino, además, y peor aún, tenemos conciencia que, con políticas perimidas y cerradas al mundo, solo podemos comercializar con unos pocos. A la par, nos alejamos de nuestros socios y amigos naturales y cada día que pasa, vemos, que la crisis es mayor y el abismo más profundo.
¿Coraje y valentía? Es lo que espera la ciudadanía de Ud.
Coraje, para sacarse de encima todo tipo de compromiso con los totalitarios que lo circundan. Para ser claro, Instituto Patria y La Cámpora por nombrar a los más simbólicos. En el orden internacional, despegarse del Foro de Sao Pablo y Grupo de Puebla.
Valentía, para sentarse, no solo, con la oposición, sino, con todos los sectores de la vida del país. Eso mostraría ser, fraterno y solidario. Es Ud. quien debe decidir ir juntos. La sociedad y su dirigencia lo seguirá. Tenga a bien permitir a los ciudadanos se cuiden solos. Son maduros para hacerlo. No insista en una falsa preocupación por cuidarlos, deje que nuestros compatriotas puedan regresar libremente al país, cuando y tantas veces quieran.
Por último, si bien, no está relacionado con el presente análisis, sirve para explicar el inicio de la violación de la Constitución Nacional para, así, poder juzgar a más de tres mil miembros de las FFAA, FFPP, FFSS, Jueces, Empresarios y civiles con leyes inexistente hace cuarenta años. Esa torpeza jurídica del Estado Argentino”, hoy, se ha vuelto un boomerang y hace mella en toda la sociedad, por lo que a diario reclama “justicia”.
Acuña, además, el hito histórico legal que marcó la voluntad política de aquel gobierno de resucitar los juicios por lesa humanidad. Esta decisión, permitió, tal ocurre hoy, anteponer laideología, al derecho, llevando al extremo de desnaturalizar la justicia en pos de lograr un fin único: “la venganza”.
Luego de su renuncia al cargo de Jefe de Gabinete, en julio del 2008 y ya, simplemente, como Alberto Fernández, explicó en detalle los pormenores para lograr la reapertura de los mal llamados juicios de lesa humanidad. Contó, al periodista Eduardo Aliverti, radio La Red en marzo del año 2009, lo siguiente: “…que aun cuando los asesores le indicaban que el tema estaba cerrado (juicios), la férrea voluntad y necesidad política de Néstor Kirchner, permitió la reapertura de las causas”, siendo Ud., el “lobbista” que manipuló el medio, para concretar la invasión política en la justicia.
Corroborado esto, con el tiempo, por el ex integrante de la CSJN, Adolfo R. Vázquez en su libro “Asalto a la Justicia” y por el expresidente de la misma, Ricardo Lorenzetti al señalar, disfrazando el tema, como: “la política de derechos humanos es una política de estado”. Dando inicio de esta forma a la violación tangible de la Constitución Nacional a partir del fallo en el caso “Simón”.
Nació así, una cacería sobre cuadros, especialmente subalternos, tanto de oficiales como suboficiales de las FFAA y FFPP, los cuales jamás pudieron o pueden, considerarse responsables de aquel acontecimiento. Utilizando el derecho y los tribunales como instrumento de venganza para impartir fallos vergonzosos. Convirtiendo a éstos, en “chivos expiatorios” para lavar, la culpabilidad de la dirigencia política por no haber sostenido el gobierno constitucional de María Estela Martínez de Perón. Recordar la anarquía política/institucional reinante, generada por las organizaciones guerrilleras, Montoneros y Ejército Revolucionario de Pueblo y la cobardía de los dirigentes políticos.
Aquel pasado y éste presente, responden la pregunta de “si alguien espera que claudique antes los acreedores o ante un laboratorio”. Ninguna duda que sí. Ya ha claudicado ante los laboratorios rusos y chinos, demorando y no acordando con otros de excelente prestigio y calidad. Estos acuerdos que privilegian a dichos imperios y los apoyos a Cuba, Venezuela y Nicaragua, muestra que su modelo de gobierno ES AVANZAR SOBRE LA LIBERTAD.
El rosario de fracasos, claudicaciones y contradicciones, habla por sí solo.
Sin otro particular saludo a Ud. con consideración.
◙
Por JUAN ARMANDO GIOVARRUSCIO.
Señor presidente de la República Argentina
Dr. D. ALBERTO ANGEL FERNANDEZ
De mi consideración:
Con el respeto que merece la investidura presidencial y, en mi condición de ciudadano argentino, con la prudencia que exige el análisis de su discurso, al hacer uso de la palabra en la Histórica Casa de Tucumán por la conmemoración de un nuevo aniversario de la Independencia de nuestra patria, escribo hoy, estas líneas en las que intentaré analizar temas por Ud. planteados.
No obstante, como hombre de bien, me doy a conocer. Reitero, soy un ciudadano argentino, condenado a prisión perpetua, (sin pruebas), por los denominados y mal llamados delitos de lesa humanidad. Condena aplicada por un “Tribunal Popular”, dado que no fueron Jueces Naturales. Tampoco se trató de un tribunal Imparcial. Sus integrantes militan en la autodenominada agrupación política “Justicia Legítima”, además, vinculados familiarmente a personas condenadas por acciones terroristas de las décadas del 60/70, otros, militan en Organizaciones de DDHH. (Firmaré al pie de la presente).
Dicho esto, voy al tema.
En esta ocasión, una vez más, desaprovechó la fecha más importante de nuestra historia, para enviar un mensaje claro y alentador a la sociedad en su conjunto. Por el contrario, en un invertebrado discurso, con escaso contenido histórico referido a la fecha, procuró llamar la atención a la agotada y desmoralizada ciudadanía argentina. Y, en su vacua arenga de tono irritativo, cargado de reproches y cierta arrogancia, ensayó una lección de educación democrática, en sintonía con el relato de ideas y pensamientos únicos, que su gobierno, a diario, trata de imponer.
Un presidente no tiene derecho ni autoridad para dirigirse al pueblo de la nación con discursos hirientes. Tampoco puede mostrar su indignación por el reclamo de un sector de la sociedad. Cabe la pregunta, ¿dónde quedo aquella promesa de campaña ante un auditorio de jóvenes?, en la que dijo: “…el día que me vean defeccionando, el día que me vean traicionando lo que les estoy diciendo, salgan a la calle y díganme, Alberto no te equivoques”. ¿O, fue solo para su tropa? En esta ocasión, con impostación de voz mostro su ira por los reclamos de varios sectores que se sienten, justamente, traicionados. Pretendió conmover y persuadir con un relato que solo afirma su historial de declaraciones y comentarios contradictorios.
Por ello no es creíble cuando expresa que Ud. no claudicará ante sus acreedores. Hoy, el mundo lo está observando como claudica constantemente ante los regímenes de Rusia, China y otros menos importantes como Cuba o Venezuela.
Un mandatario no puede ser deshonesto y aprovechar el alto porcentaje de ciudadanos condenados, no solo a la miseria, sino a lo que es más cruel aun, “LA IGNORANCIA” e impunemente decir que “cuando pongo mi firma me doy cuenta que estoy comprometiendo a generaciones”. Tal afirmación es contraria a lo mostrado por su gobierno, durante el reciente conflicto armado en La Franja de Gaza al reprochar a Israel por la represión y no condenar al agresor grupo terrorista Hamas. Otros ejemplos que lo contradicen, son los explícitos apoyos a las dictaduras totalitarias de Venezuela y Cuba, al mismo tiempo, no condena, al gobierno tiránico de Nicaragua y en paralelo consciente los actos insurreccionales de Colombia y Chile. No condena con claridad a los violentos simpatizantes del Foro de Sao Pablo.
No puede haber cinismo en un discurso presidencial. Señor, Ud. conoce muy bien desde cuando se remonta la deuda externa argentina y quienes dilapidaron los PBI de los años 2007/2012, (los mejores de nuestra historia contemporánea). Por lo tanto, no debe referirse a ella como construida solamente en cuatro años. Y, debería tener la valentía de contar la verdad sobre el acuerdo firmado, según sus dichos, en “un minuto treinta”. Al respecto, debe narrar que la Argentina se endeudo en tal acuerdo, en 57 mil millones de dólares con el FMI para cubrir deudas no pagadas por el gobierno de la señora Kirchner.
Debería, además, observar que su gobierno, no logra en dos años, firmar un acuerdo de menor escala (negociación de plazos) con el FMI, dejando claro que, hoy, a la Argentina, no le prestan ni 57 dólares. Lo cual es grave, porque esta política…, sí, hipoteca el futuro de los jóvenes argentinos, los cuales, vemos alejarse por falta de futuro y oportunidades.
Aunque le cueste aceptar, aquel criticado acuerdo exprés, deja bien en claro la diferencia entre un modelo abierto y libre al que su gobierno, intenta imponer. Uno, inspira “confianza”, el otro “desconfianza”. Uno negocia con todo el mundo. El otro, solo con “imperialismos” totalitarios.
La Argentina y cada uno de los argentinos sabemos, no solo, que el país debe afrontar este año pagos por “cinco mil millones de dólares”, sino, además, y peor aún, tenemos conciencia que, con políticas perimidas y cerradas al mundo, solo podemos comercializar con unos pocos. A la par, nos alejamos de nuestros socios y amigos naturales y cada día que pasa, vemos, que la crisis es mayor y el abismo más profundo.
¿Coraje y valentía? Es lo que espera la ciudadanía de Ud.
Coraje, para sacarse de encima todo tipo de compromiso con los totalitarios que lo circundan. Para ser claro, Instituto Patria y La Cámpora por nombrar a los más simbólicos. En el orden internacional, despegarse del Foro de Sao Pablo y Grupo de Puebla.
Valentía, para sentarse, no solo, con la oposición, sino, con todos los sectores de la vida del país. Eso mostraría ser, fraterno y solidario. Es Ud. quien debe decidir ir juntos. La sociedad y su dirigencia lo seguirá. Tenga a bien permitir a los ciudadanos se cuiden solos. Son maduros para hacerlo. No insista en una falsa preocupación por cuidarlos, deje que nuestros compatriotas puedan regresar libremente al país, cuando y tantas veces quieran.
Por último, si bien, no está relacionado con el presente análisis, sirve para explicar el inicio de la violación de la Constitución Nacional para, así, poder juzgar a más de tres mil miembros de las FFAA, FFPP, FFSS, Jueces, Empresarios y civiles con leyes inexistente hace cuarenta años. Esa torpeza jurídica del Estado Argentino”, hoy, se ha vuelto un boomerang y hace mella en toda la sociedad, por lo que a diario reclama “justicia”.
Acuña, además, el hito histórico legal que marcó la voluntad política de aquel gobierno de resucitar los juicios por lesa humanidad. Esta decisión, permitió, tal ocurre hoy, anteponer la ideología, al derecho, llevando al extremo de desnaturalizar la justicia en pos de lograr un fin único: “la venganza”.
Luego de su renuncia al cargo de Jefe de Gabinete, en julio del 2008 y ya, simplemente, como Alberto Fernández, explicó en detalle los pormenores para lograr la reapertura de los mal llamados juicios de lesa humanidad. Contó, al periodista Eduardo Aliverti, radio La Red en marzo del año 2009, lo siguiente: “…que aun cuando los asesores le indicaban que el tema estaba cerrado (juicios), la férrea voluntad y necesidad política de Néstor Kirchner, permitió la reapertura de las causas”, siendo Ud., el “lobbista” que manipuló el medio, para concretar la invasión política en la justicia.
Corroborado esto, con el tiempo, por el ex integrante de la CSJN, Adolfo R. Vázquez en su libro “Asalto a la Justicia” y por el expresidente de la misma, Ricardo Lorenzetti al señalar, disfrazando el tema, como: “la política de derechos humanos es una política de estado”. Dando inicio de esta forma a la violación tangible de la Constitución Nacional a partir del fallo en el caso “Simón”.
Nació así, una cacería sobre cuadros, especialmente subalternos, tanto de oficiales como suboficiales de las FFAA y FFPP, los cuales jamás pudieron o pueden, considerarse responsables de aquel acontecimiento. Utilizando el derecho y los tribunales como instrumento de venganza para impartir fallos vergonzosos. Convirtiendo a éstos, en “chivos expiatorios” para lavar, la culpabilidad de la dirigencia política por no haber sostenido el gobierno constitucional de María Estela Martínez de Perón. Recordar la anarquía política/institucional reinante, generada por las organizaciones guerrilleras, Montoneros y Ejército Revolucionario de Pueblo y la cobardía de los dirigentes políticos.
Aquel pasado y éste presente, responden la pregunta de “si alguien espera que claudique antes los acreedores o ante un laboratorio”. Ninguna duda que sí. Ya ha claudicado ante los laboratorios rusos y chinos, demorando y no acordando con otros de excelente prestigio y calidad. Estos acuerdos que privilegian a dichos imperios y los apoyos a Cuba, Venezuela y Nicaragua, muestra que su modelo de gobierno ES AVANZAR SOBRE LA LIBERTAD.
El rosario de fracasos, claudicaciones y contradicciones, habla por sí solo.
Sin otro particular saludo a Ud. con consideración.
JUAN ARMANDO GIOVARRUSCIO
PrisioneroEnArgentina.com
Julio 16, 2021
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