“Cuando todo parece ir en tu contra, recuerda que el avión despega contra el viento, no con él.”
Henry Ford -1863/1947-
LOS PRESENTES DESAFÍOS ESTRATÉGICOS DE OCCIDENTE.
LOS PRESENTES DESAFÍOS ESTRATÉGICOS DE LA ARGENTNA.
LOS PRESENTES DESAFÍOS ESTRATÉGICOS DE OCCIDENTE.
Mientras en la CABA se soporta el “verano porteño” y en el Congreso Nacional continúan cayendo las máscaras de los “topos” de izquierda y de derecha, fuera del recinto se oyen aún los falaces y lejanos lamentos de las “voces en off” de conocidas/os hipócritas en retirada y no deja de ser oportuno volver a recordarles -a algunos políticos y particularmente a variables categóricas tales como las del oscuro fenotipo Fontecchia- la sabia sentencia de Moliere -1622/1673- :
“La hipocresía es el colmo de todas las maldades”.
Mucho más allá de nuestro entorno geográfico, la guerra civil europea ruso/ucraniana ingresa a su tercer año y promueve profundas reflexiones, por los efectos que irradia, que alcanzan a afectar nuestra ansiedaden acto, provocado por el arriesgado y demorado intento de abandonar la dramática decadencia -que nos avergüenza- y retomar el sendero que extraviamos a principios del siglo XX. Hemos homologado este hecho con un salto en altura, desde un trapecio a otro, sin red de seguridad (1), (2) y (3). Un tanto más cercano -en el Gran Medio Oriente- y abarcado por la antigua guerra civil palestino/israelí- un sorpresivo golpe del macro terrorismo también tiene consecuencias que nos alcanzan. A continuación dedicaremos breves reflexiones sobre ambos desafíos estratégicos.
Nuestro Occidente Cristiano -en prolongada decadencia- ha sido duramente afectado por la última globalización -1989/1991- que produjo “una situación internacional líquida” –según Zygmunt Bauman 1925/2017- que apunta hacia una posible e inestable multipolaridad, o hacia una nueva eventual bipolaridad. Por sobre todo, el hecho ha potenciado al progresivo “relativismo moral” hemisférico, desde la propia intimidad del núcleo fundador europeo.
El novel catalizador central del secular proceso de caída es el “globalismo”, reactivo social originado en su seno. Su conceptualización abarca aspectos físicos y espirituales. Un hardware compuesto por elementos físicos que operan como soporte de la relación trasatlántica, la OTAN, alianza militar de intereses políticos y desarrollos comunes y un software -su cimiento identitario- constituido por la espiritualidad religiosa cristiana -histórica cultura fundante- actualmente afectada seriamente por el “relativismo” que provoca una actitud “contractiva” y una progresiva caída en las relaciones de poder internacionales.
Es motivo actual de una gran preocupación -en los centros occidentales de pensamiento político/estratégico independientes- el camino que podría adoptarse para alcanzar la paz en los focos activos de estas guerras civiles, en el “borde asiático occidental” y en el “borde occidental de Occidente”, –“ambos, espacios geopolíticos de fractura, hipersensibilizados”-.
La forma en que se cierren estas guerras- será la que asegure una posible Paz futura. Las experiencias de las Grandes Guerras Civiles Europeas 1914/18 y 1939/45, así lo indican.
¿Cuáles podrían ser las salidas, en cada uno de estos casos?
Rusia se ha preparado para continuar la guerra en los próximos años, tanto en su industria para la Defensa como en sus finanzas y contrariamente, dentro de la OTAN -imprescindible fuente financiera y logística de Ucrania- hay desacuerdos. A su vez, una reedición del Tratado de Brest-Litovsk pareciera no ser una solución en los 2000 -entrega de espacios por incapacidad operacional-. Ante tal realidad evidente, posiciones intermedias podrían ser aceptables.
En las últimas semanas ha circulado la entrevista que Putin concedió al periodista estadounidense Tucker Carlson, en la que se trató acerca de la propuesta del Presidente ruso para negociar con Kiev el fin de la guerra, mientras Bruselas manifestaba haber financiado el esfuerzo bélico de Ucrania con 28 millones de euros y prometía 50 millones más para los próximos cuatro años y además, duplicar la producción de munición de artillería en el 2025. Sin embargo se calcula que serían necesarios 100 millones de euros más para actualizar la producción europea de Defensa, pero de eso no se habla.
Dinamarca, Alemania, Suecia y Polonia han planteado en la OTAN que Moscú se prepara para invadir a la UE en un plazo de 3 a 5 años. No es extraño entonces que el respaldo de la opinión europea -para apoyar financieramente a Zelensky- llegue al 72% y que el 84% sea favorable a cobijar a los refugiados ucranianos. El principal componente de esta alianza militar -EE.UU.- tiene elecciones dentro de siete meses -05 Oct 24- y el principal candidato republicano -Trump- afirma que -en el caso de ser elegido- “permitirá el ataque ruso a los países que no hayan cumplido con el presupuesto de la OTAN”. A ello podemos agregar que Elon Musk -esperado en Buenos Aires próximamente- ha facilitado el empleo -a los rusos- de su sistema de comunicaciones por satélite Starlink en Ucrania.
Hasta la fecha, Kiev ha ignorado la oferta de Putin. Recientemente relevó con honores -“Héroe de Ucrania”- al Cte. de las FF.AA. -Grl Valeri Zaloujny- que pasó a formar parte del gobierno y nombró en su reemplazo al Grl Oleksandr Syrsky -hasta ahora Cte. del Ejército- a quien se le encomendó “planificar detalladamente la continuación de las operaciones” y “preservar la vida y la salud de las tropas, como valor central del Ejército, manteniendo el equilibrio entre las misiones de combate y la formación de los militares”.
Para los observadores occidentales que se inclinan por la inmediata negociación de la Paz, el Grl Valeri Zaloujny sería el próximo reemplazo del Presidente Zelensky y el negociador de la Paz por parte de Ucrania. Federico Aznar Fernández-Montesinos (4) en su enjundioso trabajo “¿Qué es Occidente? Occidente ante su identidad: desafíos contemporáneos”, ha señalado:
“Podemos concluir, en esta tesitura y cuando el mundo marcha hacia una nueva bipolaridad que la guerra en Ucrania, más allá de sus razones y causas, resulta difícilmente comprensible en términos geopolíticos.Esta guerra no pertenece ni obedece a la lógica geopolítica. Está fuera de lugar y de su tiempo y no hará de Rusia la superpotencia que fue. Un 2% del PIB mundial no da para tanto. Es un conflicto intracivilizatorio -¿o intracultural- del que nada positivo cabe esperar.
Como lo expresáramos en nuestros ensayos ya citados -(1), (2) y (3)-, esta guerra fue gestada a lo largo de años por la “progresía occidental” a través de sus organizaciones “globalistas o universalistas” -aliadas en Iberoamérica con el castrocomunismo (5)- y como lo advirtiera el recientemente fallecido Henry Kissinger, era “absolutamente absurdo provocar a Moscú”, llevando la OTAN a sus fronteras.
“Frente a la falta de compromiso creciente con la Patria, de quienes no viven ciertos valores, no puede pedírseles que la defiendan”. Coronel Jean Paul Laffite
La pugna de poder en el siglo XXI se da entre EE.UU. y China, en la que la UE es un tercero que podría volver a ser espacio de encuentro belígero. Rusia -hasta los Urales- es europea y Putin intentó en vano ingresar -hace años- a la Unión. No fue aceptado y hoy pragmáticamente se alinea detrás de China, a la que hasta hace unas décadas subordinaba, con algunas dificultades.
Si Rusia gana a esta guerra no recuperará su antigua posición de superpotencia. Pero, si la guerra se prolongara y los Republicanos regresan a fin del año 24 al poder en Washington, una UE demasiado cercana a Venus (4) podría provocar a Putin para que éste intente la realización de sus sueños imperiales, actitud que a su vez lo llevaría a un aislamiento internacional y a una muy difícil posición frente a China.
Si Ucrania lograra la victoria se repetiría la humillación rusa de la derrota frente a Japón en 1905 y el correspondiente desequilibrio de poder en el Asia Pacífico, en favor de China.
Si se llegara al enfrentamiento nuclear muy probablemente llegaríamos a la “noche invernal universal”. Las experiencias vividas por la humanidad en las posguerras son hoy materia de profunda reflexión por parte de un sector responsable de las dirigencias internacionales, ante la búsqueda de la salida de una guerra que, parafraseando a Fouché, “es peor que un crimen, ¡es un error!” (5).
Hemos dicho hace dos años (7) que la solución estaría en la mesa de negociaciones, con China y la India representando a Rusia y EE.UU y la UE representando a Ucrania. Hay que detener a esta masacre humana que carece de todo sentido y es producto criminal de la “batalla cultural” que se desarrolla en la intimidad de un Occidente que se suicida. Las operaciones en Ucrania están en un “punto muerto”, apenas activado con la llegada de las primaveras. Se está repitiendo el drama final en las trincheras del año 1918.
En Jul 24 la OTAN celebrará su cumpleaños septuagésimo quinto. Hay quienes esperan se anuncie allí la incorporación de Ucrania a esa alianza militar. No lo creemos. Hay demasiadas dificultades el seno de las partes. Sí entendemos que será una gran oportunidad para aprender de lo ocurrido en los dos primeros años de esta guerra perversa.
La antigua y prolongada guerra civil palestino-israelí se ha complicado en las últimas décadas. Fue cuando se empezó a hablar del Gran Medo Oriente, por el ingreso -en la disputa por la hegemonía regional- de Irán, Turquía y Arabia Saudita. La negociaciones y “buenos oficios” para alcanzar la Paz de la región, han sido incontables. Siempre que alguna de ellas prosperaba, los sectores dogmáticos/fundamentalistas de ambas partes encontraron la forma de sabotear a una eventual pacificación.
Los persas aspiran convertirse en un país poseedor de la bomba N y apoyan decididamente al Hezbolá libanés, que ha llegado al gobierno de ese país hoy disgregado, y al Hamas palestino en Gaza, organización que también llegó a dominar a esta Franja superpoblada que he conocido muy bien, por vivir allí como Observador Militar de la ONU, hace cincuenta años. La situación ha cambiado totalmente, pero tengo la certeza que la mayoría de la población palestina e israelí, no comprometida con las organizaciones extremistas, continúa aspirando a vivir pacíficamente.
La gravedad del reciente sorpresivo golpe terrorista de Hamas en la frontera Sur de Israel, con toma de rehenes, provocó la incursión de las FF.AA israelíes, que aún continúa. Es muy difícil pensar que Israel se retire de la Franja y que Irán no active al frente Norte y Este, con el Hezbolá. En la periferia, ya lo hizo en Yemen, actuando sobre el tráfico comercial en el Golfo y en la guerra civil siria, que ha provocado once millones de refugiados, la mayor crisis de este carácter a nivel mundial.
El nuevo gobierno argentino ha tomado un posicionamiento opuesto al anterior en su política exterior. Esta firme definición de inserción internacional exige estar acompañada por una política de Defensa que considere la total interrelación del proceso revolucionario regional, con los acontecimientos en desarrollo en el Gran Medio Oriente. Las limitaciones legales que nos impuso el enemigo impiden prever las verdaderas amenazas estratégicas internas. Los nuevos responsables de la Seguridad Nacional deberían considerar -cuanto antes- lo que ocurre en el país trasandino, que marcha un paso adelante en el proceso abierto por la contraofensiva revolucionaria del 19. Los altos mandos de las FF.AA. chilenas nuevamente “exigen un marco jurídico claro que defina sus funciones, atribuciones, estructura de mando y reglas de uso de la fuerza” (8), ante la tensa situación interna que se les plantea.
Carecemos de planeamiento estratégico sobre las verdaderas amenazas. Consecuentemente no hay input para la inteligencia estratégica y si lo hubiere, sepamos que carecemos de sistema de inteligencia estratégica, pues los retazos que de él subsistían fueron licuados recientemente, en el año 23. Avanzamos a ciegas y con las manos atadas en la espalda. El enemigo revolucionario, en éste frente, fue muy eficaz.
LOS PRESENTES DESAFÍOS ESTRATÉGICOS DE LA ARGENTNA.
Iberoamérica no escapa al despertar estratégico internacional posguerra fría. Las publicaciones del IEEBA han estado centradas siempre en dicho tema. -Ver Inventario en www.ieeba.org.- Los ciclos de crisis y de sus correspondientes intentos de reformas liberales -normalmente fallidos- han sido cooptadas por el castrocomunismo, débil pero resiliente, agazapado en los frentes internos y férreamente organizado regionalmente desde la implosión soviética -1991- en el Foro de San Pablo -FSP-.
La declinación Occidental -tratada en el punto 1.- dio lugar al ingreso en la región de China, Rusia e Irán. Inicialmente -en los años 2000- impulsado por el petrodólar venezolano, el proceso “revolucionario del Socialismo del Siglo XXI” se expandió -por vía electoral- en toda la región. Su corrupción e ineptitud no les permitió continuidad en el tiempo. Por esa razón, en el “XXV Encuentro del FSP” en Caracas -Jul 19-, se estableció la recuperación de los gobiernos perdidos, ya fuere por vía judicial -caso Brasil- o por sedición violenta -caso Chile-.
En Dic 23 “la revolución” perdió nuevamente el gobierno en la Argentina. Asumió la presidencia un outsider de la política, que se auto define como “anarco-libertario”. Por primera vez -desde 1984- las cosas empiezan a llamarse por su nombre, si bien hay un amplio sector social que aún emplea el lenguaje del hipócrita relato “revolucionario”.
Puestas a votación en Diputados las reformas estructurales prometidas por el nuevo Presidente, surgieron otra vez los “topos” -socialistas -encubiertos-, de variados pelajes, señalados ahora como “traidores”. Reiteradamente -en nuestros ensayos de los dos últimos años- señalábamos la necesidad electoral de sincerar a las coaliciones penetradas por los “topos” encubiertos.
Decíamos entonces que lo que no se hacía por vía racional y ante una evidente necesidad electoral, lo haría más tarde la ciudadanía, a través del largo proceso de las elecciones internas y de las generales, con un mayor desgaste de capital político y con una gran pérdida de tiempo. Y así fue.
Recién ahora -caída la Ley “Bases”- se está negociando la conformación de la nueva coaliciónde gobierno separando la paja del trigo, mientras estamos suspendidos en el aire para alcanzar al nuevo trapecio capitalista, sin haber recuperado suficientemente a las Instituciones y con amenazas estratégicas indiscutibles, desconocidas por el soberano.
El Presidente Milei, con el soporte electoral obtenido el balotaje, asumió con fuerza el liderazgo pero su gobierno es débil pues tiene minoría en el Congreso Nacional, carece de territorialidad propia y su partido no tiene experiencia burocrática. La coalición en ciernes le es indispensable, como también lo es su creciente prestigio externo.
El enemigo “revolucionario” ha dictado su manual para la “resistencia”, que puso en práctica el mismo día en que fue desplazado del poder. La depredación socioeconómica que padeció el país luego de dos décadas de pseudo-revolución delincuencial, exige hoy prioridades indiscutibles. Se prioriza la salida de la estanflación y el socorro social, pues hay un sector de argentinos que carece de alimentos. PERO, ello no debe ocultar que la causa primera de nuestra crisis-decadencia es cultural y política.
El riesgo estratégico de la Argentina sigue siendo la pérdida del Estado Institucional -vivimos en un Estado fallido- y la amenaza estratégica central es el narcoterrorismo, -sostén imprescindible de la pseudo revolución castro-comunista y de sus aliados.
El FSP efectuó su último Encuentro -Nro. XXVI- entre el 29 Jun/02 Jul 23, en Brasilia, bajo control directo de Lula. El motivo “público” central del Encuentro ha sido el de la “Integración Regional”, que ha encubierto al verdadero motivo: la aplicación del principio de reunión de la fuerzaregional. Públicamente nada se dijo con referencia a la “contraofensiva revolucionaria” establecida en el 2019 -en el Encuentro Nro. XXV- pero sí lo sugiere la publicidad interna del Encuentro Nro. XXVI: “La convocatoria del cónclave se realizará en medio de un escenario complejo, de victorias y también de mucha lucha. Entre los temas principales están la necesidad de construir la integración de nuestros países, proteger nuestra naturaleza, pueblos y soberanía además deluchar contra los efectos del neoliberalismo en nuestra región”.
Los políticos y la prensa continúan soslayando el tratamiento del actual “estado de guerra” revolucionario. No se ha concientizado la actual situación estratégica en nuestra doble posguerra, como consecuencia de la total ausencia de conocimientos polemológicos de nuestras dirigencias.
En necesario levantar la mirada y entender a la compleja circunstancia internacional y a la oportunidad histórica que transitamos para alcanzar la PACIFICACIÓN NACIONAL.
“Cuando todo parece ir en tu contra, recuerda que el avión despega contra el viento, no con él.”
CITAS Y ACLARACIONES:
(1). H. J. Auel. “Cruzamos el Rubicón”. 30 Nov 23. www.ieeba.org
(2). H. J. Auel. “La contrarrevolución se reinicia en la Argentina”. Dic 23. www.ieeba.org
(3). H. J. Auel. “El terrorismo y la guerra civil contrarrevolucionaria”. 07 Ene 24. www.ieeba.org
(4). G. Carbonaro. “¿Por qué los ejércitos europeos tienen dificultades para reclutar soldados?” 16 Feb 24. www.euronews.com
(5). F. Aznar Fernández-Montesinos. “¿Qué es Occidente? Occidente ante su identidad: desafíos contemporáneos”. 01 Feb 24. www.ieee.es
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Grl Heriberto Justo Auel
17 de Febrero de 2024
“Cuando todo parece ir en tu contra, recuerda que el avión despega contra el viento, no con él.”
Henry Ford -1863/1947-
Mientras en la CABA se soporta el “verano porteño” y en el Congreso Nacional continúan cayendo las máscaras de los “topos” de izquierda y de derecha, fuera del recinto se oyen aún los falaces y lejanos lamentos de las “voces en off” de conocidas/os hipócritas en retirada y no deja de ser oportuno volver a recordarles -a algunos políticos y particularmente a variables categóricas tales como las del oscuro fenotipo Fontecchia- la sabia sentencia de Moliere -1622/1673- :
“La hipocresía es el colmo de todas las maldades”.
Mucho más allá de nuestro entorno geográfico, la guerra civil europea ruso/ucraniana ingresa a su tercer año y promueve profundas reflexiones, por los efectos que irradia, que alcanzan a afectar nuestra ansiedad en acto, provocado por el arriesgado y demorado intento de abandonar la dramática decadencia -que nos avergüenza- y retomar el sendero que extraviamos a principios del siglo XX. Hemos homologado este hecho con un salto en altura, desde un trapecio a otro, sin red de seguridad (1), (2) y (3). Un tanto más cercano -en el Gran Medio Oriente- y abarcado por la antigua guerra civil palestino/israelí- un sorpresivo golpe del macro terrorismo también tiene consecuencias que nos alcanzan. A continuación dedicaremos breves reflexiones sobre ambos desafíos estratégicos.
Nuestro Occidente Cristiano -en prolongada decadencia- ha sido duramente afectado por la última globalización -1989/1991- que produjo “una situación internacional líquida” –según Zygmunt Bauman 1925/2017- que apunta hacia una posible e inestable multipolaridad, o hacia una nueva eventual bipolaridad. Por sobre todo, el hecho ha potenciado al progresivo “relativismo moral” hemisférico, desde la propia intimidad del núcleo fundador europeo.
El novel catalizador central del secular proceso de caída es el “globalismo”, reactivo social originado en su seno. Su conceptualización abarca aspectos físicos y espirituales. Un hardware compuesto por elementos físicos que operan como soporte de la relación trasatlántica, la OTAN, alianza militar de intereses políticos y desarrollos comunes y un software -su cimiento identitario- constituido por la espiritualidad religiosa cristiana -histórica cultura fundante- actualmente afectada seriamente por el “relativismo” que provoca una actitud “contractiva” y una progresiva caída en las relaciones de poder internacionales.
Es motivo actual de una gran preocupación -en los centros occidentales de pensamiento político/estratégico independientes- el camino que podría adoptarse para alcanzar la paz en los focos activos de estas guerras civiles, en el “borde asiático occidental” y en el “borde occidental de Occidente”, –“ambos, espacios geopolíticos de fractura, hipersensibilizados”-.
La forma en que se cierren estas guerras- será la que asegure una posible Paz futura. Las experiencias de las Grandes Guerras Civiles Europeas 1914/18 y 1939/45, así lo indican.
¿Cuáles podrían ser las salidas, en cada uno de estos casos?
Rusia se ha preparado para continuar la guerra en los próximos años, tanto en su industria para la Defensa como en sus finanzas y contrariamente, dentro de la OTAN -imprescindible fuente financiera y logística de Ucrania- hay desacuerdos. A su vez, una reedición del Tratado de Brest-Litovsk pareciera no ser una solución en los 2000 -entrega de espacios por incapacidad operacional-. Ante tal realidad evidente, posiciones intermedias podrían ser aceptables.
En las últimas semanas ha circulado la entrevista que Putin concedió al periodista estadounidense Tucker Carlson, en la que se trató acerca de la propuesta del Presidente ruso para negociar con Kiev el fin de la guerra, mientras Bruselas manifestaba haber financiado el esfuerzo bélico de Ucrania con 28 millones de euros y prometía 50 millones más para los próximos cuatro años y además, duplicar la producción de munición de artillería en el 2025. Sin embargo se calcula que serían necesarios 100 millones de euros más para actualizar la producción europea de Defensa, pero de eso no se habla.
Dinamarca, Alemania, Suecia y Polonia han planteado en la OTAN que Moscú se prepara para invadir a la UE en un plazo de 3 a 5 años. No es extraño entonces que el respaldo de la opinión europea -para apoyar financieramente a Zelensky- llegue al 72% y que el 84% sea favorable a cobijar a los refugiados ucranianos. El principal componente de esta alianza militar -EE.UU.- tiene elecciones dentro de siete meses -05 Oct 24- y el principal candidato republicano -Trump- afirma que -en el caso de ser elegido- “permitirá el ataque ruso a los países que no hayan cumplido con el presupuesto de la OTAN”. A ello podemos agregar que Elon Musk -esperado en Buenos Aires próximamente- ha facilitado el empleo -a los rusos- de su sistema de comunicaciones por satélite Starlink en Ucrania.
Hasta la fecha, Kiev ha ignorado la oferta de Putin. Recientemente relevó con honores -“Héroe de Ucrania”- al Cte. de las FF.AA. -Grl Valeri Zaloujny- que pasó a formar parte del gobierno y nombró en su reemplazo al Grl Oleksandr Syrsky -hasta ahora Cte. del Ejército- a quien se le encomendó “planificar detalladamente la continuación de las operaciones” y “preservar la vida y la salud de las tropas, como valor central del Ejército, manteniendo el equilibrio entre las misiones de combate y la formación de los militares”.
Para los observadores occidentales que se inclinan por la inmediata negociación de la Paz, el Grl Valeri Zaloujny sería el próximo reemplazo del Presidente Zelensky y el negociador de la Paz por parte de Ucrania. Federico Aznar Fernández-Montesinos (4) en su enjundioso trabajo “¿Qué es Occidente? Occidente ante su identidad: desafíos contemporáneos”, ha señalado:
“Podemos concluir, en esta tesitura y cuando el mundo marcha hacia una nueva bipolaridad que la guerra en Ucrania, más allá de sus razones y causas, resulta difícilmente comprensible en términos geopolíticos. Esta guerra no pertenece ni obedece a la lógica geopolítica. Está fuera de lugar y de su tiempo y no hará de Rusia la superpotencia que fue. Un 2% del PIB mundial no da para tanto. Es un conflicto intracivilizatorio -¿o intracultural- del que nada positivo cabe esperar.
Como lo expresáramos en nuestros ensayos ya citados -(1), (2) y (3)-, esta guerra fue gestada a lo largo de años por la “progresía occidental” a través de sus organizaciones “globalistas o universalistas” -aliadas en Iberoamérica con el castrocomunismo (5)- y como lo advirtiera el recientemente fallecido Henry Kissinger, era “absolutamente absurdo provocar a Moscú”, llevando la OTAN a sus fronteras.
“Frente a la falta de compromiso creciente con la Patria, de quienes no viven ciertos valores, no puede pedírseles que la defiendan”. Coronel Jean Paul Laffite
La pugna de poder en el siglo XXI se da entre EE.UU. y China, en la que la UE es un tercero que podría volver a ser espacio de encuentro belígero. Rusia -hasta los Urales- es europea y Putin intentó en vano ingresar -hace años- a la Unión. No fue aceptado y hoy pragmáticamente se alinea detrás de China, a la que hasta hace unas décadas subordinaba, con algunas dificultades.
Si Rusia gana a esta guerra no recuperará su antigua posición de superpotencia. Pero, si la guerra se prolongara y los Republicanos regresan a fin del año 24 al poder en Washington, una UE demasiado cercana a Venus (4) podría provocar a Putin para que éste intente la realización de sus sueños imperiales, actitud que a su vez lo llevaría a un aislamiento internacional y a una muy difícil posición frente a China.
Si Ucrania lograra la victoria se repetiría la humillación rusa de la derrota frente a Japón en 1905 y el correspondiente desequilibrio de poder en el Asia Pacífico, en favor de China.
Si se llegara al enfrentamiento nuclear muy probablemente llegaríamos a la “noche invernal universal”. Las experiencias vividas por la humanidad en las posguerras son hoy materia de profunda reflexión por parte de un sector responsable de las dirigencias internacionales, ante la búsqueda de la salida de una guerra que, parafraseando a Fouché, “es peor que un crimen, ¡es un error!” (5).
Hemos dicho hace dos años (7) que la solución estaría en la mesa de negociaciones, con China y la India representando a Rusia y EE.UU y la UE representando a Ucrania. Hay que detener a esta masacre humana que carece de todo sentido y es producto criminal de la “batalla cultural” que se desarrolla en la intimidad de un Occidente que se suicida. Las operaciones en Ucrania están en un “punto muerto”, apenas activado con la llegada de las primaveras. Se está repitiendo el drama final en las trincheras del año 1918.
En Jul 24 la OTAN celebrará su cumpleaños septuagésimo quinto. Hay quienes esperan se anuncie allí la incorporación de Ucrania a esa alianza militar. No lo creemos. Hay demasiadas dificultades el seno de las partes. Sí entendemos que será una gran oportunidad para aprender de lo ocurrido en los dos primeros años de esta guerra perversa.
La antigua y prolongada guerra civil palestino-israelí se ha complicado en las últimas décadas. Fue cuando se empezó a hablar del Gran Medo Oriente, por el ingreso -en la disputa por la hegemonía regional- de Irán, Turquía y Arabia Saudita. La negociaciones y “buenos oficios” para alcanzar la Paz de la región, han sido incontables. Siempre que alguna de ellas prosperaba, los sectores dogmáticos/fundamentalistas de ambas partes encontraron la forma de sabotear a una eventual pacificación.
Los persas aspiran convertirse en un país poseedor de la bomba N y apoyan decididamente al Hezbolá libanés, que ha llegado al gobierno de ese país hoy disgregado, y al Hamas palestino en Gaza, organización que también llegó a dominar a esta Franja superpoblada que he conocido muy bien, por vivir allí como Observador Militar de la ONU, hace cincuenta años. La situación ha cambiado totalmente, pero tengo la certeza que la mayoría de la población palestina e israelí, no comprometida con las organizaciones extremistas, continúa aspirando a vivir pacíficamente.
La gravedad del reciente sorpresivo golpe terrorista de Hamas en la frontera Sur de Israel, con toma de rehenes, provocó la incursión de las FF.AA israelíes, que aún continúa. Es muy difícil pensar que Israel se retire de la Franja y que Irán no active al frente Norte y Este, con el Hezbolá. En la periferia, ya lo hizo en Yemen, actuando sobre el tráfico comercial en el Golfo y en la guerra civil siria, que ha provocado once millones de refugiados, la mayor crisis de este carácter a nivel mundial.
El nuevo gobierno argentino ha tomado un posicionamiento opuesto al anterior en su política exterior. Esta firme definición de inserción internacional exige estar acompañada por una política de Defensa que considere la total interrelación del proceso revolucionario regional, con los acontecimientos en desarrollo en el Gran Medio Oriente. Las limitaciones legales que nos impuso el enemigo impiden prever las verdaderas amenazas estratégicas internas. Los nuevos responsables de la Seguridad Nacional deberían considerar -cuanto antes- lo que ocurre en el país trasandino, que marcha un paso adelante en el proceso abierto por la contraofensiva revolucionaria del 19. Los altos mandos de las FF.AA. chilenas nuevamente “exigen un marco jurídico claro que defina sus funciones, atribuciones, estructura de mando y reglas de uso de la fuerza” (8), ante la tensa situación interna que se les plantea.
Carecemos de planeamiento estratégico sobre las verdaderas amenazas. Consecuentemente no hay input para la inteligencia estratégica y si lo hubiere, sepamos que carecemos de sistema de inteligencia estratégica, pues los retazos que de él subsistían fueron licuados recientemente, en el año 23. Avanzamos a ciegas y con las manos atadas en la espalda. El enemigo revolucionario, en éste frente, fue muy eficaz.
Iberoamérica no escapa al despertar estratégico internacional posguerra fría. Las publicaciones del IEEBA han estado centradas siempre en dicho tema. -Ver Inventario en www.ieeba.org.- Los ciclos de crisis y de sus correspondientes intentos de reformas liberales -normalmente fallidos- han sido cooptadas por el castrocomunismo, débil pero resiliente, agazapado en los frentes internos y férreamente organizado regionalmente desde la implosión soviética -1991- en el Foro de San Pablo -FSP-.
La declinación Occidental -tratada en el punto 1.- dio lugar al ingreso en la región de China, Rusia e Irán. Inicialmente -en los años 2000- impulsado por el petrodólar venezolano, el proceso “revolucionario del Socialismo del Siglo XXI” se expandió -por vía electoral- en toda la región. Su corrupción e ineptitud no les permitió continuidad en el tiempo. Por esa razón, en el “XXV Encuentro del FSP” en Caracas -Jul 19-, se estableció la recuperación de los gobiernos perdidos, ya fuere por vía judicial -caso Brasil- o por sedición violenta -caso Chile-.
En Dic 23 “la revolución” perdió nuevamente el gobierno en la Argentina. Asumió la presidencia un outsider de la política, que se auto define como “anarco-libertario”. Por primera vez -desde 1984- las cosas empiezan a llamarse por su nombre, si bien hay un amplio sector social que aún emplea el lenguaje del hipócrita relato “revolucionario”.
Puestas a votación en Diputados las reformas estructurales prometidas por el nuevo Presidente, surgieron otra vez los “topos” -socialistas -encubiertos-, de variados pelajes, señalados ahora como “traidores”. Reiteradamente -en nuestros ensayos de los dos últimos años- señalábamos la necesidad electoral de sincerar a las coaliciones penetradas por los “topos” encubiertos.
Decíamos entonces que lo que no se hacía por vía racional y ante una evidente necesidad electoral, lo haría más tarde la ciudadanía, a través del largo proceso de las elecciones internas y de las generales, con un mayor desgaste de capital político y con una gran pérdida de tiempo. Y así fue.
Recién ahora -caída la Ley “Bases”- se está negociando la conformación de la nueva coalición de gobierno separando la paja del trigo, mientras estamos suspendidos en el aire para alcanzar al nuevo trapecio capitalista, sin haber recuperado suficientemente a las Instituciones y con amenazas estratégicas indiscutibles, desconocidas por el soberano.
El Presidente Milei, con el soporte electoral obtenido el balotaje, asumió con fuerza el liderazgo pero su gobierno es débil pues tiene minoría en el Congreso Nacional, carece de territorialidad propia y su partido no tiene experiencia burocrática. La coalición en ciernes le es indispensable, como también lo es su creciente prestigio externo.
El enemigo “revolucionario” ha dictado su manual para la “resistencia”, que puso en práctica el mismo día en que fue desplazado del poder. La depredación socioeconómica que padeció el país luego de dos décadas de pseudo-revolución delincuencial, exige hoy prioridades indiscutibles. Se prioriza la salida de la estanflación y el socorro social, pues hay un sector de argentinos que carece de alimentos. PERO, ello no debe ocultar que la causa primera de nuestra crisis-decadencia es cultural y política.
El riesgo estratégico de la Argentina sigue siendo la pérdida del Estado Institucional -vivimos en un Estado fallido- y la amenaza estratégica central es el narcoterrorismo, -sostén imprescindible de la pseudo revolución castro-comunista y de sus aliados.
El FSP efectuó su último Encuentro -Nro. XXVI- entre el 29 Jun/02 Jul 23, en Brasilia, bajo control directo de Lula. El motivo “público” central del Encuentro ha sido el de la “Integración Regional”, que ha encubierto al verdadero motivo: la aplicación del principio de reunión de la fuerza regional. Públicamente nada se dijo con referencia a la “contraofensiva revolucionaria” establecida en el 2019 -en el Encuentro Nro. XXV- pero sí lo sugiere la publicidad interna del Encuentro Nro. XXVI: “La convocatoria del cónclave se realizará en medio de un escenario complejo, de victorias y también de mucha lucha. Entre los temas principales están la necesidad de construir la integración de nuestros países, proteger nuestra naturaleza, pueblos y soberanía además de luchar contra los efectos del neoliberalismo en nuestra región”.
Los políticos y la prensa continúan soslayando el tratamiento del actual “estado de guerra” revolucionario. No se ha concientizado la actual situación estratégica en nuestra doble posguerra, como consecuencia de la total ausencia de conocimientos polemológicos de nuestras dirigencias.
En necesario levantar la mirada y entender a la compleja circunstancia internacional y a la oportunidad histórica que transitamos para alcanzar la PACIFICACIÓN NACIONAL.
“Cuando todo parece ir en tu contra, recuerda que el avión despega contra el viento, no con él.”
PrisioneroEnArgentina.com
Febrero 17, 2024
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