Desde que cerró en 1987, este antiguo hospital de cinco pisos en Phillips Road en Tallahassee ha sido un semillero de mitos locales e historias de fantasmas. Inaugurado en 1952 como el Hospital de Tuberculosis W. T. Edwards, se cerró en 1968 cuando se descubrió un tratamiento efectivo para la enfermedad. Reabrió bajo el nombre de Sunland Hospital como una instalación de 400 camas para tratar pacientes mentales, muchos de los cuales eran niños. Sunland fue uno de los primeros lugares en utilizar tratamientos de electrochoque en pacientes que sufrÃan convulsiones. Hay varios rumores de cómo se realizaban lobotomÃas y un pozo profundo y oscuro donde los pacientes trastornados eran aislados durante dÃas.
Entre las historias que merodean la institución, una cuenta que el hospital estaba cerrado debido a los experimentos que se estaban llevando a cabo allÃ.
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Desde que cerró en 1987, este antiguo hospital de cinco pisos en Phillips Road en Tallahassee ha sido un semillero de mitos locales e historias de fantasmas. Inaugurado en 1952 como el Hospital de Tuberculosis W. T. Edwards, se cerró en 1968 cuando se descubrió un tratamiento efectivo para la enfermedad. Reabrió bajo el nombre de Sunland Hospital como una instalación de 400 camas para tratar pacientes mentales, muchos de los cuales eran niños. Sunland fue uno de los primeros lugares en utilizar tratamientos de electrochoque en pacientes que sufrÃan convulsiones. Hay varios rumores de cómo se realizaban lobotomÃas y un pozo profundo y oscuro donde los pacientes trastornados eran aislados durante dÃas.
Otra razón por la que se cerró el antiguo hospital puede tener que ver con el hecho de que el lugar está lleno de amianto, lo cual es una buena razón para mantenerse alejado de él. Aún asÃ, muchos individuos en situación de calle lo han usado como refugio y tantos exploradores urbanos y cazadores de fantasmas se han aventurado en el edificio abandonado que ahora está rodeado por una valla de seguridad alta. Definitivamente es un peligro de asbesto y no vale la pena correr el riesgo de explorarlo. Los carteles de “Prohibido el paso” son reales y la policÃa vigila constantemente el lugar. Incluso con esto, los buscadores de curiosidad aún violan la ley y se cuelan en el viejo y espeluznante hospital.
Entre las historias que merodean la institución, una cuenta que el hospital estaba cerrado debido a los experimentos que se estaban llevando a cabo allÃ.
PrisioneroEnArgentina.com
Diciembre 28, 2021