Troy y Charletta Green se casaron en Detroit hace 22 años; eran novios desde que tenían 14. La madre de ella murió de COVID-19 en mayo pasado, por lo que estaban a punto de hacer un viaje de vacaciones en familia a Florida cuando la enfermedad afectó primero a Troy y luego a Charletta. La pareja no vacunada, padres de siete hijos, murió de COVID con un horas de diferencia, él en Detroit y ella en Orlando.
Los Green viajarían a Orlando junto con sus hijos de 10, 13, 15, 18, 19, 21 y 23 años de edad el 13 de agosto pasado, pero antes de la fecha Troy enfermó y decidió quedarse en Detroit. Charletta eligió realizar el viaje con sus hijos y su hermana, pero al llegar a Florida ella también enfermó. En sólo dos días requirió hospitalización en Orlando.
La pareja requirió de ventiladores para mantenerse con vida. Él comenzó a mejorar, incluso le fue retirada la asistencia respiratoria y fue dado de alta de la unidad de cuidados intensivos del Detroit Receiving Hospital; pero Charletta no corría la misma suerte, de hecho empeoraba.
Los médicos informaron a los hijos de Charletta que la mujer tenía un coágulo de sangre y su condición era muy delicada. Cuando los hijos llamaron a su padre para informarle sobre la pésima situación de su esposa, Troy les comentó que él también comenzó a desarrollar los mismos dolores que sentía en el hospital, durante su internación. Charletta murió el lunes 6 de septiembre; Troy, a las 3 AM del martes 7.
Los niños “vieron a su mamá. Ellos (los médicos) les dijeron que hicieron todo lo posible. Pudieron decirle adiós, pero la muerte de mi hermano fue inesperada. Sucedió en medio de la noche”, narró Tiki Green, hermano de Troy, a la prensa local. También señaló que la pareja estaba planeando vacunarse, pero no había tenido tiempo, aunque sus seis hijos mayores de 12 años sí están inmunizados.
La familia organiza una campaña de donativos para reunir fondos para cubrir los gastos funerarios y ayudar a los hijos, hoy huérfanos, a cubrir sus necesidades.
♦
Troy y Charletta Green se casaron en Detroit hace 22 años; eran novios desde que tenían 14. La madre de ella murió de COVID-19 en mayo pasado, por lo que estaban a punto de hacer un viaje de vacaciones en familia a Florida cuando la enfermedad afectó primero a Troy y luego a Charletta. La pareja no vacunada, padres de siete hijos, murió de COVID con un horas de diferencia, él en Detroit y ella en Orlando.
Los Green viajarían a Orlando junto con sus hijos de 10, 13, 15, 18, 19, 21 y 23 años de edad el 13 de agosto pasado, pero antes de la fecha Troy enfermó y decidió quedarse en Detroit. Charletta eligió realizar el viaje con sus hijos y su hermana, pero al llegar a Florida ella también enfermó. En sólo dos días requirió hospitalización en Orlando.
La pareja requirió de ventiladores para mantenerse con vida. Él comenzó a mejorar, incluso le fue retirada la asistencia respiratoria y fue dado de alta de la unidad de cuidados intensivos del Detroit Receiving Hospital; pero Charletta no corría la misma suerte, de hecho empeoraba.
Los médicos informaron a los hijos de Charletta que la mujer tenía un coágulo de sangre y su condición era muy delicada. Cuando los hijos llamaron a su padre para informarle sobre la pésima situación de su esposa, Troy les comentó que él también comenzó a desarrollar los mismos dolores que sentía en el hospital, durante su internación. Charletta murió el lunes 6 de septiembre; Troy, a las 3 AM del martes 7.
Los niños “vieron a su mamá. Ellos (los médicos) les dijeron que hicieron todo lo posible. Pudieron decirle adiós, pero la muerte de mi hermano fue inesperada. Sucedió en medio de la noche”, narró Tiki Green, hermano de Troy, a la prensa local. También señaló que la pareja estaba planeando vacunarse, pero no había tenido tiempo, aunque sus seis hijos mayores de 12 años sí están inmunizados.
La familia organiza una campaña de donativos para reunir fondos para cubrir los gastos funerarios y ayudar a los hijos, hoy huérfanos, a cubrir sus necesidades.
PrisioneroEnArgentina.com
Setiembre 15, 2021