El 17 de febrero de 2022, comenzará en Bahía Blanca el debate oral más grande de esa jurisdicción, por los bien o mal llamados delitos de lesa humanidad. Se denomina “Megacausa “Zona 5” e involucra, a más de 40 uniformados de diferentes fuerzas, (ejército, marina, fuerzas de seguridad y policiales) entre quienes me encuentro. Declararán más de 270 “victimas” y más de 300 testigos. Integran el TOF (Tribunal Oral Federal) los jueces ERNESTO SEBASTIÁN, SEBASTIÁN FOGLIA y MARCOS AGUERRIDO. En consecuencia, esta semana, viajé a esa ciudad del sur, con mi abogado defensor particular PABLO GONZALO MIÑO, a los fines de ver algo de la muy voluminosa y laberíntica causa instruida. Objetivo muy difícil, por cierto, al no tener que ver con todo el resto de los imputados y sus respectivas causas, totalmente ajenas a la mía. Sorprendente fue que, para ello, en lugar de concurrir a alguna dependencia tribunalicia, debimos ir a … la sede del Rectorado de la Universidad Nacional del Sur de la Avenida Colón 80. Ese lugar, en el pasado, periódicamente era tomado por estudiantes que terminaban confrontando con fuerzas policiales al ser desalojados. Allí, luego de transitar por algunos sucios pasillos con paredes descascaradas ocupados con trastos viejos, descendimos los 18 escalones de una escalera de granito que nos llevaron al sótano. En una sala de paso, un gendarme sin armas a la vista sentado en un escritorio nos anunció a Paulina, una amable empleada de la Secretaria de Derechos Humanos. Esta ante nuestra presencia traspuso y rápidamente cerró una oscura puerta de 2 hojas. Detrás apenas alcancé a ver estanterías metálicas y a escuchar algunas voces de tono apagado. Lo mismo ocurrió al día siguiente cuando debimos volver a ese lugar. ¿Qué secreto se guardará allí, no conveniente a ser visto por nosotros los adultos mayores subhumanos? Seguramente nunca lo sabremos, evidencia ser compartido solo por las autoridades judiciales, querellantes y las organizaciones radicalizadas de derechos humanos. Debo decir que el mensaje suena fuerte y claro. Ver donde se guardan los registros escritos de nuestros oscuros destinos marcan muy bien que “al enemigo ni justicia”, y yo, como otros, hoy somos esos enemigos.
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Frente del edificio del rectorado de la Universidad Nacional del Sur. Allí en el pasado, periódicamente se producían confrontaciones de estudiantes con la policía. Aula Magna (cine-teatro) de la Universidad del Sur, en la Avenida Colón 80 de Bahía Blanca. Allí con una muy curiosa e incorrecta disposición de sus participantes (fiscales sentados en la penumbra, a espaldas de los imputados), se llevan juicios por los bien o mal llamados delitos de lesa humanidad. Luego de trasponer pasillos sucios con paredes descascaradas, ocupados con trastos viejos, se llega a una escalera. Descendiendo 18 escalones se llega al sótano.En el sótano, detrás de esta oscura puerta está Paulina y las causas que marcan el destino de adultos mayores, imputados por los bien o mal llamados delitos de lesa humanidad. Permanentemente se impidió que tuviéramos una visión del lugar. Doctor Ernesto Pedro Sebastián, juez federal.
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NOSOTROS, LOS ENEMIGOS
[ezcol_1half]El 17 de febrero de 2022, comenzará en Bahía Blanca el debate oral más grande de esa jurisdicción, por los bien o mal llamados delitos de lesa humanidad. Se denomina “Megacausa “Zona 5” e involucra, a más de 40 uniformados de diferentes fuerzas, (ejército, marina, fuerzas de seguridad y policiales) entre quienes me encuentro. Declararán más de 270 “victimas” y más de 300 testigos. Integran el TOF (Tribunal Oral Federal) los jueces ERNESTO SEBASTIÁN, SEBASTIÁN FOGLIA y MARCOS AGUERRIDO. En consecuencia, esta semana, viajé a esa ciudad del sur, con mi abogado defensor particular PABLO GONZALO MIÑO, a los fines de ver algo de la muy voluminosa y laberíntica causa instruida. Objetivo muy difícil, por cierto, al no tener que ver con todo el resto de los imputados y sus respectivas causas, totalmente ajenas a la mía. Sorprendente fue que, para ello, en lugar de concurrir a alguna dependencia tribunalicia, debimos ir a … la sede del Rectorado de la Universidad Nacional del Sur de la Avenida Colón 80. Ese lugar, en el pasado, periódicamente era tomado por estudiantes que terminaban confrontando con fuerzas policiales al ser desalojados. Allí, luego de transitar por algunos sucios pasillos con paredes descascaradas ocupados con trastos viejos, descendimos los 18 escalones de una escalera de granito que nos llevaron al sótano. En una sala de paso, un gendarme sin armas a la vista sentado en un escritorio nos anunció a Paulina, una amable empleada de la Secretaria de Derechos Humanos. Esta ante nuestra presencia traspuso y rápidamente cerró una oscura puerta de 2 hojas. Detrás apenas alcancé a ver estanterías metálicas y a escuchar algunas voces de tono apagado. Lo mismo ocurrió al día siguiente cuando debimos volver a ese lugar. ¿Qué secreto se guardará allí, no conveniente a ser visto por nosotros los adultos mayores subhumanos? Seguramente nunca lo sabremos, evidencia ser compartido solo por las autoridades judiciales, querellantes y las organizaciones radicalizadas de derechos humanos. Debo decir que el mensaje suena fuerte y claro. Ver donde se guardan los registros escritos de nuestros oscuros destinos marcan muy bien que “al enemigo ni justicia”, y yo, como otros, hoy somos esos enemigos.
Claudio Kussman
Comisario Mayor (R)
Policía Pcia. Buenos Aires
claudio@PrisioneroEnArgentina.com
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Diciembre 23, 2021