En una historia extraordinaria de Penza, Rusia, un puma llamado Messi ha encontrado su hogar definitivo con Aleksandr y Mariya Dmitriev después de ser rescatado de un zoológico de mascotas. Inicialmente vendido como cachorro, Messi fue considerado demasiado pequeño y poco saludable para prosperar en un zoológico o santuario de vida silvestre, y se enfrentó a la terrible posibilidad de ser sacrificado. Sin embargo, los Dmitriev se enamoraron de inmediato y decidieron adoptarlo en 2016.
Ahora, Messi disfruta de una vida de comodidad como un querido gato doméstico. Es mimado con carne cruda y pollo, sale a pasear con sus dueños e incluso ha sido entrenado para responder a alrededor de diez órdenes, similar a un perro. A pesar de su condición de gran felino, el temperamento de Messi es gentil y tranquilo, lo que lo convierte en una mascota querida en lugar de un animal salvaje.
La pareja reconoce la situación única que tienen con Messi y enfatiza que no abogan por tener grandes felinos como mascotas. Son conscientes de las preocupaciones de los críticos que sugieren que Messi debería ser colocado en un santuario de vida silvestre, pero creen que no sobreviviría en la naturaleza debido a sus problemas de salud.
Su historia ganó atención en las redes sociales, generando tanto admiración como escepticismo. Curiosamente, Aleksandr y Mariya están considerando adoptar un leopardo para que le haga compañía a Messi, sugiriendo con humor el nombre de “Ronaldo”.
El viaje de Messi desde un peligro potencial hasta una mascota mimada resalta las alegrías y los desafíos de tener una mascota poco convencional, mostrando tanto los vínculos que podemos formar con los animales como la responsabilidad que conlleva.
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En una historia extraordinaria de Penza, Rusia, un puma llamado Messi ha encontrado su hogar definitivo con Aleksandr y Mariya Dmitriev después de ser rescatado de un zoológico de mascotas. Inicialmente vendido como cachorro, Messi fue considerado demasiado pequeño y poco saludable para prosperar en un zoológico o santuario de vida silvestre, y se enfrentó a la terrible posibilidad de ser sacrificado. Sin embargo, los Dmitriev se enamoraron de inmediato y decidieron adoptarlo en 2016.
Ahora, Messi disfruta de una vida de comodidad como un querido gato doméstico. Es mimado con carne cruda y pollo, sale a pasear con sus dueños e incluso ha sido entrenado para responder a alrededor de diez órdenes, similar a un perro. A pesar de su condición de gran felino, el temperamento de Messi es gentil y tranquilo, lo que lo convierte en una mascota querida en lugar de un animal salvaje.
La pareja reconoce la situación única que tienen con Messi y enfatiza que no abogan por tener grandes felinos como mascotas. Son conscientes de las preocupaciones de los críticos que sugieren que Messi debería ser colocado en un santuario de vida silvestre, pero creen que no sobreviviría en la naturaleza debido a sus problemas de salud.
Su historia ganó atención en las redes sociales, generando tanto admiración como escepticismo. Curiosamente, Aleksandr y Mariya están considerando adoptar un leopardo para que le haga compañía a Messi, sugiriendo con humor el nombre de “Ronaldo”.
El viaje de Messi desde un peligro potencial hasta una mascota mimada resalta las alegrías y los desafíos de tener una mascota poco convencional, mostrando tanto los vínculos que podemos formar con los animales como la responsabilidad que conlleva.
PrisioneroEnArgentina.com
Agosto 29, 2024
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