Hoy, primero de mayo de 2021 el Comisario General de la Policía de la Provincia de Buenos Aires, MIGUEL ETCHECOLATZ cumple 92 años de edad de los cuales algo más de 26, los pasó en diferentes prisiones federales del país imputado por los bien o mal llamados delitos de lesa humanidad. Siempre estuvo a disposición de miembros de un poder judicial prevaricador, que no tuvo reparo alguno en cometer abusos y todo tipo de ilegalidades al son de lo que les señalan terroristas, devenidos en “jóvenes idealistas”, o las temidas organizaciones radicalizadas de derechos humanos (para algunos). ETCHECOLATZ legalmente tendría que estar excarcelado o en arresto domiciliario. Este último le fue concedido en más de una oportunidad, pero en esos casos, “democráticas” y cobardes manadas de militantes, que impunemente practican lo de: “a donde vayan los iremos a buscar”, se constituyeron en el lugar de residencia. Allí, de día, a cara descubierta a la vista de fuerzas policiales, causaron severos destrozos en el inmueble y graves lesiones a Graciela, su esposa desde la década de los 90 (muy lejos de los años de plomo), y a su suegra. ¿El poder judicial?, ciego, sordo y mudo, no solo no procesó a quienes delinquieron, sino que rápidamente anuló el beneficio-derecho otorgado. Como en 1938 en Alemania, el Kristallnacht se repetía, esta vez en Argentina. Todos aquellos detractores o enemigos de ETCHECOLATZ, quien padece cáncer de próstata, múltiples enfermedades, y se moviliza en silla de ruedas, podrán denostarlo y seguramente regodearse por el duro castigo que se le ha aplicado y aplica a este hombre-policía. Peronadie, absolutamente nadie, podrá decir que lo vio flaquear, callar o arrodillarse ante tanto martirio y cobarde abuso judicial y político, al que ha sido sometido, en tiempos de “libertad y pluralismo”. Eso lo ha convertido en un prisionero emblemático por excelencia, y en un testigo de lo que un sistema que se dice democrático jamás debe cometer. ¿Qué le deseamos en esta conmemoración a alguien que comenzaron a matar hace un cuarto de siglo? ¿Acaso feliz cumpleaños? Haremos silencio, agregando una conversación telefónica, de 7 minutos, grabada sin su conocimiento, el 29 de julio de 2020, (ya publicada). En esa oportunidad, afectado por el Covid 19 había sido aislado y abandonado a su suerte en el pabellón 4 (con 11 celdas vacías), de la Unidad Penitenciaria 31 de Ezeiza. Sin calefacción, sin poder calentar agua para tomar alguna infusión (la preparaba con agua caliente de una canilla), sin elementos de limpieza, sin que nadie respondiera a sus llamados o auxiliara en caso de caerse al suelo, lo que le ocurre frecuentemente. A pesar de ello, sobrevivió y contra todo pronóstico hoy cumple los 92 años de edad. El tener un cautivo tan longevo en una cárcel argentina, debería avergonzar al gobierno, que al tiempo que tortura, falazmente se dice férreo defensor de los “Derechos Humanos”.
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EDAD 92 AÑOS, EN PRISIÓN 26 AÑOS
Conversación con Miguel O. Etchecolatz
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[/ezcol_1half_end]Claudio Kussman
Comisario Mayor (R)
Policía Pcia. Buenos Aires
Mayo 01, 2021
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Abril 30, 2021