El 14 de enero del corriente año, el presidente de la Nación promulgó la Ley del Aborto. Quienes pasamos los 65 años de edad, y hemos trabajado en forma independiente, sin haber aceptado jamás subsidio alguno, sabemos leer el rostro y la mirada de quienes se dirigen a nosotros, y pocas veces nos equivocamos.
Es por eso que en su perorata del día mencionado, pude percibir que su semblante no concordaba con el mensaje de voz, que por los medios televisivos nos enviaba.
Para serle claro Dr. FERNÁNDEZ, estoy más que seguro que Ud. no nos comunicaba lo que realmente sentía.
Estoy muy convencido de lo que expreso y lamento mucho por las madres que en el día de mañana no podrán sacarse de encima la carga psicológica que representa haber asesinado a un ser humano indefenso por nacer.
Seguramente muchos de ellos podrían haber llegado a ser gente de bien al servicio del prójimo, y por qué no hasta científicos de trascendencia.
No imagina el dolor y congoja que junto a mi esposa y familia sentimos por este horrendo y cruel acontecimiento. Le recuerdo señor Presidente que Ud. ya nos habló mal, tiempo atrás sobre la vicepresidente y su rostro realmente afirmaba lo que decía.
Por eso, hoy también siento angustia por su compromiso, con quienes, llevados por sus ambiciones desmedidas, solo valoran lo material. Sepa Ud. que DIOS EXISTE Y UN DÍA TODOS RENDIREMOS CUENTAS ANTE ÉL.
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Por MIGUEL PRESTOFELIPPO.
DIOS EXISTE
El 14 de enero del corriente año, el presidente de la Nación promulgó la Ley del Aborto. Quienes pasamos los 65 años de edad, y hemos trabajado en forma independiente, sin haber aceptado jamás subsidio alguno, sabemos leer el rostro y la mirada de quienes se dirigen a nosotros, y pocas veces nos equivocamos.
Es por eso que en su perorata del día mencionado, pude percibir que su semblante no concordaba con el mensaje de voz, que por los medios televisivos nos enviaba.
Para serle claro Dr. FERNÁNDEZ, estoy más que seguro que Ud. no nos comunicaba lo que realmente sentía.
Estoy muy convencido de lo que expreso y lamento mucho por las madres que en el día de mañana no podrán sacarse de encima la carga psicológica que representa haber asesinado a un ser humano indefenso por nacer.
Seguramente muchos de ellos podrían haber llegado a ser gente de bien al servicio del prójimo, y por qué no hasta científicos de trascendencia.
No imagina el dolor y congoja que junto a mi esposa y familia sentimos por este horrendo y cruel acontecimiento. Le recuerdo señor Presidente que Ud. ya nos habló mal, tiempo atrás sobre la vicepresidente y su rostro realmente afirmaba lo que decía.
Por eso, hoy también siento angustia por su compromiso, con quienes, llevados por sus ambiciones desmedidas, solo valoran lo material. Sepa Ud. que DIOS EXISTE Y UN DÍA TODOS RENDIREMOS CUENTAS ANTE ÉL.
MIGUEL PRESTOFELIPPO
Ciudadano de Argentina
PrisioneroEnArgentina.com
Enero 16, 2021