El ex presidente de Zimbabwe, Robert Mugabe, quien alguna vez fue celebrado como un héroe de la independencia, pero cuyo mandato de 37 años dejó a su país profundamente dividido y casi en quiebra, murió hoy.
Para sus partidarios leales, siguió siendo hasta su muerte el líder venerado que marcó el comienzo de la independencia después de poner fin al gobierno de la minoría blanca. Pero para sus críticos, Mugabe fue la caricatura de un dictador africano que oprimió a sus oponentes y arruinó un país para retener el poder, que se vio obligado a renunciar, a la edad de 93 años, en 2017. Los rumores habían girado en torno a la salud del ex presidente, que pasó meses en un hospital de Singapur a principios de este año. Los detalles de lo que lo aquejaban eran un secreto muy bien guardado, pero su administración pareciera no haber dejado un hospital de mediana tecnología para tratar su enfermedad en su propia tierra, por lo que debió internarse y someterse a estudios en el extranjero. Mugabe, quien afirmó infamemente que “solo Dios” podría destituirlo de su cargo, fue depuesto en un golpe de estado en 2017, cuando miembros de su propio partido se volvieron en su contra después de despedir a su antiguo aliado, el entonces vicepresidente Emmerson Mnangagwa, para dar paso a su esposa mucho más joven, Grace (o Grace Gucci, como es conocida).
Robert Mugabe
Temiendo una erosión de su influencia, altos funcionarios de las fuerzas de seguridad lo expulsaron y lo reemplazaron por Mnangagwa. “Es con la mayor tristeza que anuncio el fallecimiento del padre fundador y ex presidente de Zimbabwe, Robert Mugabe”, dijo hoy viernes el presidente Mnangagwa.
Mugabe, un ex maestro, fue encarcelado durante diez años por oponerse al gobierno de mayoria blanca de Rhodesia (como se conocía Zimbabwe antes de la independencia). Después de su liberación, organizó una guerra de guerrillas que le dió la libertad a su país en 1980. Como el primer Primer Ministro de Zimbabwe, fue elogiado internacionalmente por construir escuelas y hospitales, en un principio. Sin embargo, el ex defensor de un hombre, un voto, pronto organizó una brutal represión contra la oposición dirigida por el fallecido político nacionalista Joshua Nkomo. Durante décadas, mantuvo el control estricto sobre el país con el apoyo del ejército y una serie de elecciones al mejor estilo venezolano. Su gobierno estuvo marcado por el desalojo violento de miles de granjeros blancos en el año 2000, y elecciones cada vez más dudosas, incluida una en 2008 que perdió ante Morgan Tsvangirai, lo que provocó una violencia política tal, que grupos de derechos humanos dicen que cobró más de 200 vidas. Ampliamente visto como un anciano déspota y sin honor, ni palabra que se aferraba desesperadamente al poder, el gobierno de Mugabe finalmente llegó a su fin a manos del régimen que él mismo había pasado décadas construyendo.
Grace “Grace Gucci” Mugabe
El 21 de noviembre de 2017, Mugabe renunció como presidente de Zimbabwe después de 37 años de gobierno autocrático. En su “retiro”, Mugabe rara vez fue visto en público, sino que pasó su tiempo entre Singapur, donde recibió costosos tratamientos médicos, y su lujosa residencia de 25 habitaciones Blue House en Harare.
Los avistamientos solo fueron producidos por su esposa, apodada “Gucci Grace” por su amor por los productos de diseños lujosos y exclusivos. La pareja fue criticada por su estilo de vida de lujo, mientras el país se hundía en la ruina económica. Mugabe festejó su cumpleaños número 85 con una fiesta opulenta que costó 250,000 dólares y continuó celebrando tales eventos de cumpleaños anualmente, el año pasado gastó $ 800,000 dólares soplando velitas en una región que sufre sequía y escasez de alimentos. Rechazó repetidamente los repetidos llamados a renunciar, insistiendo en que solo dejaría el cargo cuando su “revolución” se completara.
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El ex presidente de Zimbabwe, Robert Mugabe, quien alguna vez fue celebrado como un héroe de la independencia, pero cuyo mandato de 37 años dejó a su país profundamente dividido y casi en quiebra, murió hoy.
Para sus partidarios leales, siguió siendo hasta su muerte el líder venerado que marcó el comienzo de la independencia después de poner fin al gobierno de la minoría blanca. Pero para sus críticos, Mugabe fue la caricatura de un dictador africano que oprimió a sus oponentes y arruinó un país para retener el poder, que se vio obligado a renunciar, a la edad de 93 años, en 2017.
Los rumores habían girado en torno a la salud del ex presidente, que pasó meses en un hospital de Singapur a principios de este año. Los detalles de lo que lo aquejaban eran un secreto muy bien guardado, pero su administración pareciera no haber dejado un hospital de mediana tecnología para tratar su enfermedad en su propia tierra, por lo que debió internarse y someterse a estudios en el extranjero.
Mugabe, quien afirmó infamemente que “solo Dios” podría destituirlo de su cargo, fue depuesto en un golpe de estado en 2017, cuando miembros de su propio partido se volvieron en su contra después de despedir a su antiguo aliado, el entonces vicepresidente Emmerson Mnangagwa, para dar paso a su esposa mucho más joven, Grace (o Grace Gucci, como es conocida).
Robert Mugabe
Temiendo una erosión de su influencia, altos funcionarios de las fuerzas de seguridad lo expulsaron y lo reemplazaron por Mnangagwa.
“Es con la mayor tristeza que anuncio el fallecimiento del padre fundador y ex presidente de Zimbabwe, Robert Mugabe”, dijo hoy viernes el presidente Mnangagwa.
Mugabe, un ex maestro, fue encarcelado durante diez años por oponerse al gobierno de mayoria blanca de Rhodesia (como se conocía Zimbabwe antes de la independencia). Después de su liberación, organizó una guerra de guerrillas que le dió la libertad a su país en 1980. Como el primer Primer Ministro de Zimbabwe, fue elogiado internacionalmente por construir escuelas y hospitales, en un principio.
Sin embargo, el ex defensor de un hombre, un voto, pronto organizó una brutal represión contra la oposición dirigida por el fallecido político nacionalista Joshua Nkomo. Durante décadas, mantuvo el control estricto sobre el país con el apoyo del ejército y una serie de elecciones al mejor estilo venezolano.
Su gobierno estuvo marcado por el desalojo violento de miles de granjeros blancos en el año 2000, y elecciones cada vez más dudosas, incluida una en 2008 que perdió ante Morgan Tsvangirai, lo que provocó una violencia política tal, que grupos de derechos humanos dicen que cobró más de 200 vidas.
Ampliamente visto como un anciano déspota y sin honor, ni palabra que se aferraba desesperadamente al poder, el gobierno de Mugabe finalmente llegó a su fin a manos del régimen que él mismo había pasado décadas construyendo.
Grace “Grace Gucci” Mugabe
El 21 de noviembre de 2017, Mugabe renunció como presidente de Zimbabwe después de 37 años de gobierno autocrático.
En su “retiro”, Mugabe rara vez fue visto en público, sino que pasó su tiempo entre Singapur, donde recibió costosos tratamientos médicos, y su lujosa residencia de 25 habitaciones Blue House en Harare.
Los avistamientos solo fueron producidos por su esposa, apodada “Gucci Grace” por su amor por los productos de diseños lujosos y exclusivos. La pareja fue criticada por su estilo de vida de lujo, mientras el país se hundía en la ruina económica.
Mugabe festejó su cumpleaños número 85 con una fiesta opulenta que costó 250,000 dólares y continuó celebrando tales eventos de cumpleaños anualmente, el año pasado gastó $ 800,000 dólares soplando velitas en una región que sufre sequía y escasez de alimentos.
Rechazó repetidamente los repetidos llamados a renunciar, insistiendo en que solo dejaría el cargo cuando su “revolución” se completara.
PrisioneroEnArgentina.com
Septiembre 6, 2019
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