Las Fuerzas de la Paz de las Naciones Unidas se encontraban realizando su misión en Haití.
Entre los cascos azules un grupo de argentinos del Batallón 17 había desembarcado en Port au Prince en medio de la oscuridad. Se encontraron con calles bordadas de cráteres y de tierra polvorosa, sin electricidad, sin agua, sin cloacas, transportados en camiones destartalados y poniendo más de 20 horas en un desplazamiento que en realidad hubiera llevado no más de 3 si las condiciones lo hubieran permitido.
“Lo que más me golpeó y me llenó los ojos de lágrimas fue ver a niños de todas las edades corriendo desnudos, llorando, pidiendo comida”, me relataba el Casco Azul argentino David Garcés. “Todo lo que teníamos para comer trataba de dárselo a los niños, e incluso pedía más raciones y las distribuía entre ellos”. Este militar argentino, profundamente motivado por tanta desolación, tristeza, miseria, hambruna, por la “injusticia social, la desigualdad humana y en general la crisis humanitaria, me llevaron a sentirme en deuda conmigo mismo” agrega, aún hoy con un dejo de tristeza.
Garcés
Entonces comienza a indagar por doquier la manera en que podría ayudar. La gente adulta ya desanimada por tanta falta de todo, ya no tiene siquiera interés en hacer algo, las bandas que atacan a su propia gente tampoco les permiten evolucionar, entonces quedaban solo los niños, que por supuesto abundan, “trabajemos por los niños entonces” se dijo. Al volver a su Villaguay natal en la Provincia de Entre Rios, Argentina donde nacimos , comienza a elaborar un Proyecto Cultural Solidario para crear una escuela en Haití, en alguna remota población que careciera de todo. Comienza a conversar con diferentes personas, autoridades, instituciones y con el Pastor de su Iglesia Adventista, quien de inmediato apoya dicho Proyecto y comienza a hablar a la Congregación que a su vez se solidariza con la idea.
Sin embargo hubo quieres lo trataron de “soñador” con frases tales que :”Pero David estas loco? crear una escuela a 6 mil kilómetros de Argentina, con otro idioma, en medio de la nada, estás loco che! Quién se puede interesar viejo! Nadie te va a ayudar, mirá como estamos en Argentina y vos querés ayudar a otros, mirá nomás nuestra “gurisada” que tiene necesidad de todo, ayuda a tu gente y dejá las estupideces solidarias para otros che!”
Pero David Garcés había estado en Haití, había vivido las tristezas en las miradas de cientos de niños que pedían llorando a gritos comida, había tratado de aligerar la carga de esas criaturas con lo que podía. Y la idea de crear una escuela para poder instruirlos y mejorar sus condiciones de vida, a pesar de todos los obstáculos fue tomando forma poco a poco.
2017: la Escuela ubicada en la localidad de Don Diego “Don Diego Villaguay” abre sus puertas en Thomassique, un pequeña localidad al límite con la República Dominicana. La escuela en cuestión está formada de cuatro palos y algunas chapas, los niños que comenzaron fueron 34 y hoy asisten en número de más de 150 reciben educación y comida. Se formó una Sociedad de ayuda en Villaguay donde todos hasta la Intendenta, duramente criticada por ayudar “a los de afuera y nuestros “gurises” se mueren por falta de todo”, gente del mundo cultural, artistas, periodistas, escritores, trabajadores y público en general han comenzado a trabajar organizando eventos solidarios, recibiendo ayudas particulares, recaudando en alcancías ( hasta ahora cerca de 22) , y con el apoyo del Pastor Pino y familia de la iglesia Adventista de Villaguay, sigue trabajando arduamente para mejorar las condiciones de vida de estos niños que tienen ya otra idea del mundo a través de los estudios realizados.
2019: el Embajador Argentino en Haíti don Pedro Von Eyken con más de 36 años de trayectoria diplomática visita las instalaciones junto a su esposa Corina de Von Eyken y pueden observar de primera plana las condiciones en que se trabaja. Construcción de madera, chapas de zinc, sin energía eléctrica, donde todo lo concerniente a material escolar, insumos de limpieza, donativos de ropas y de alimentos son absolutamente necesarios cada día que amanece. Los educadores o cobran salario. Reciben algo cuando alguien envía algo de dinero.
El Embajador Eyken trabaja en un segundo paso del proyecto para que algunos niños puedan viajar hasta Argentina para estudiar y perfeccionarse en la prestigiosa Universidad Adventista del Plata, como así aprender algún otro oficio y profesiones que les permitan volver a su país para engrandecerlo desde el punto de vista educativo.
Ayer comencé mi trabajo en el Proyecto, con plena disposición de ayudar y de ofrecer educación musical para los niños a través de videos, de una canción para la escuela, canciones lúdicas para los niños y conocimientos teóricos musicales.
Por este medio deseo proponer a las gentes de buen corazón y de mano solidaria a enviar audios, videos, palabras de aliento y apoyo para los niños y también ayuda económica dentro de lo posible. Nada es poco Todo ayuda, porque todo falta.
Dejo las coordenadas necesarias para que puedan enviar dichos videos y audios y las ayudas económicas a través de Western Union. Escuela Don Diego Villaguay. Thomassique. Haíti. Pueden también contactarse con:
David Garcés Whatsapp + 5491168634490
Todas las donaciones llegan a la Escuela y son totalmente transparentes para que los donantes alegres sepan que su dinero llegó donde debía.
Agradezco inmensamente vuestra lectura y vuestra ayuda para estos futuros líderes del mañana dentro de un país que lo ha perdido todo pero a través de la educación de sus niños puede reconstruirlo todo.
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Entre los cascos azules un grupo de argentinos del Batallón 17 había desembarcado en Port au Prince en medio de la oscuridad. Se encontraron con calles bordadas de cráteres y de tierra polvorosa, sin electricidad, sin agua, sin cloacas, transportados en camiones destartalados y poniendo más de 20 horas en un desplazamiento que en realidad hubiera llevado no más de 3 si las condiciones lo hubieran permitido.
“Lo que más me golpeó y me llenó los ojos de lágrimas fue ver a niños de todas las edades corriendo desnudos, llorando, pidiendo comida”, me relataba el Casco Azul argentino David Garcés. “Todo lo que teníamos para comer trataba de dárselo a los niños, e incluso pedía más raciones y las distribuía entre ellos”. Este militar argentino, profundamente motivado por tanta desolación, tristeza, miseria, hambruna, por la “injusticia social, la desigualdad humana y en general la crisis humanitaria, me llevaron a sentirme en deuda conmigo mismo” agrega, aún hoy con un dejo de tristeza.
Entonces comienza a indagar por doquier la manera en que podría ayudar. La gente adulta ya desanimada por tanta falta de todo, ya no tiene siquiera interés en hacer algo, las bandas que atacan a su propia gente tampoco les permiten evolucionar, entonces quedaban solo los niños, que por supuesto abundan, “trabajemos por los niños entonces” se dijo. Al volver a su Villaguay natal en la Provincia de Entre Rios, Argentina donde nacimos , comienza a elaborar un Proyecto Cultural Solidario para crear una escuela en Haití, en alguna remota población que careciera de todo. Comienza a conversar con diferentes personas, autoridades, instituciones y con el Pastor de su Iglesia Adventista, quien de inmediato apoya dicho Proyecto y comienza a hablar a la Congregación que a su vez se solidariza con la idea.
Sin embargo hubo quieres lo trataron de “soñador” con frases tales que :”Pero David estas loco? crear una escuela a 6 mil kilómetros de Argentina, con otro idioma, en medio de la nada, estás loco che! Quién se puede interesar viejo! Nadie te va a ayudar, mirá como estamos en Argentina y vos querés ayudar a otros, mirá nomás nuestra “gurisada” que tiene necesidad de todo, ayuda a tu gente y dejá las estupideces solidarias para otros che!”
Pero David Garcés había estado en Haití, había vivido las tristezas en las miradas de cientos de niños que pedían llorando a gritos comida, había tratado de aligerar la carga de esas criaturas con lo que podía. Y la idea de crear una escuela para poder instruirlos y mejorar sus condiciones de vida, a pesar de todos los obstáculos fue tomando forma poco a poco.
2017: la Escuela ubicada en la localidad de Don Diego “Don Diego Villaguay” abre sus puertas en Thomassique, un pequeña localidad al límite con la República Dominicana. La escuela en cuestión está formada de cuatro palos y algunas chapas, los niños que comenzaron fueron 34 y hoy asisten en número de más de 150 reciben educación y comida. Se formó una Sociedad de ayuda en Villaguay donde todos hasta la Intendenta, duramente criticada por ayudar “a los de afuera y nuestros “gurises” se mueren por falta de todo”, gente del mundo cultural, artistas, periodistas, escritores, trabajadores y público en general han comenzado a trabajar organizando eventos solidarios, recibiendo ayudas particulares, recaudando en alcancías ( hasta ahora cerca de 22) , y con el apoyo del Pastor Pino y familia de la iglesia Adventista de Villaguay, sigue trabajando arduamente para mejorar las condiciones de vida de estos niños que tienen ya otra idea del mundo a través de los estudios realizados.
2019: el Embajador Argentino en Haíti don Pedro Von Eyken con más de 36 años de trayectoria diplomática visita las instalaciones junto a su esposa Corina de Von Eyken y pueden observar de primera plana las condiciones en que se trabaja. Construcción de madera, chapas de zinc, sin energía eléctrica, donde todo lo concerniente a material escolar, insumos de limpieza, donativos de ropas y de alimentos son absolutamente
necesarios cada día que amanece. Los educadores o cobran salario. Reciben algo cuando alguien envía algo de dinero.
El Embajador Eyken trabaja en un segundo paso del proyecto para que algunos niños puedan viajar hasta Argentina para estudiar y perfeccionarse en la prestigiosa Universidad Adventista del Plata, como así aprender algún otro oficio y profesiones que les permitan volver a su país para engrandecerlo desde el punto de vista educativo.
Ayer comencé mi trabajo en el Proyecto, con plena disposición de ayudar y de ofrecer educación musical para los niños a través de videos, de una canción para la escuela, canciones lúdicas para los niños y conocimientos teóricos musicales.
Por este medio deseo proponer a las gentes de buen corazón y de mano solidaria a enviar audios, videos, palabras de aliento y apoyo para los niños y también ayuda económica dentro de lo posible. Nada es poco Todo ayuda, porque todo falta.
Dejo las coordenadas necesarias para que puedan enviar dichos videos y audios y las ayudas económicas a través de Western Union. Escuela Don Diego Villaguay. Thomassique. Haíti. Pueden también contactarse con:
David Garcés Whatsapp + 5491168634490
Todas las donaciones llegan a la Escuela y son totalmente transparentes para que los donantes alegres sepan que su dinero llegó donde debía.
Agradezco inmensamente vuestra lectura y vuestra ayuda para estos futuros líderes del mañana dentro de un país que lo ha perdido todo pero a través de la educación de sus niños puede reconstruirlo todo.
Esta escuelita es Nacida para triunfar!!
BENDICIONES TOTALES!!!!
PrisioneroEnArgentina.com
Febrero 8, 2022