Argentina es un país desquiciado, alterado y desequilibrado. Una simple reunión en la Legislatura de CABA en homenaje a víctimas (que quede claro, a víctimas, no a victimarios) puso al país de cabeza.
Convocado el homenaje por la legisladora de La libertad Avanza, LLA, Lucía Montenegro y la diputada y candidata a vicepresidente por el mismo partido, Victoria Villarruel, se recordó a los asesinados por el terrorismo.
Porque además del terrorismo de Estado, existió previamente el terrorismo sin adjetivos. Que empezó para terminar con la proscripción del peronismo y permitir la vuelta del general Juan D. Perón al país. Una vez conseguido el objetivo y siendo Perón Presidente votado por 3ª vez, el terrorismo siguió.
Ese terrorismo actuó en plena democracia. Contra el gobierno de Perón. Se supone que el objetivo entonces era tomar el poder. El golpe militar del 24/3/1976, lo impidió. El terrorismo recibía plata vía Cuba desde la URSS.
La guerra la ganaron con las armas y todo el poder del Estado los militares, y perdieron la batalla cultural. Resultado, hay personas de 40 años y más jóvenes que desconocen la historia y aprendieron el relato.
En el relato sólo existen los muertos asesinados por el terrorismo de Estado, y salvo los familiares de los asesinados por el terrorismo del ERP y Montoneros, estos son fantasmas que no tienen reconocimiento ni paz.
El acto en la Legislatura del martes 5/9/2023 conmocionó al país. Los grupos de izquierda quisieron impedir la entrada a los invitados al homenaje. La policía de la ciudad tuvo que cortar calles para proteger el edificio.
El acto se desarrolló en relativa calma. Pero el periodismo se dividió entre los que criticaban el acto y los más amigables que se preguntaban por qué ahora, en plena campaña electoral tocar el tema de los 70.
Y era un acto dedicado a esos muertos invisibles para el relato oficial. No se trataba de victimarios, se trataba de víctimas. Algún desubicado preguntó por qué se conocían los nombres de algunos y no de otros.
Simple, porque algunos eran conocidos por ser generales o empresarios o jueces o hijos de algún uniformado y el resto sólo civiles conocidos por su grupo familiar que estaban en el lugar y el momento equivocados.
El acto permitió que el Presidente Alberto F dijera las tonterías acostumbradas, que Fernando Vaca Narvaja (condenado por la justicia, indultado por Menem) hablara de “trincheras” “el pueblo no va a permitir” y toda la parafernalia nacionalista de izquierda.
Hasta habló de “cipayos”, cuando ellos recibían dinero de la URSS, vía Praga, vía Cuba y eran adiestrados en Libia. Cipayos, ¿Quiénes? Y Carmen Arias de Madres de Plaza de Mayo amenazó con una guerra civil.
La justicia es representada por una mujer que tiene una venda en los ojos, una espada en una mano y una balanza en la otra. La venda es para no ver a quien se juzga, la espada es para castigar al que lo merece y la balanza es para tener equilibrio en sus decisiones. Acá todo falla.
La venda no tapa el ojo izquierdo, la espada cae donde mejor le parece, de acuerdo al gobierno de turno, y la balanza perdió completamente el equilibrio. La justicia debe ser justa, ni legítima ni ilegítima. Justa.
Es una costumbre, una buena costumbre, desear que los muertos descansen en paz. Para que eso sea posible debe haber paz. No hay paz sin justicia previa y no hay justicia sin equidad.
Los muertos olvidados por la historia y en particular por la justicia, ameritan el mismo respeto, recuerdo y reparación que los otros muertos.
Argentina vive de grieta en grieta desde 1810. Entre Saavedra y Moreno la inauguraron. Siempre existieron y han pasado 223 años. Es tiempo de terminar con las grietas. Los argentinos son algo más que los habitantes de un mismo territorio. Son los ciudadanos de una nación. Es hora de que lo asuman y actúen en consecuencia.
Argentina no tendrá paz mientras no solucione en serio, con memoria, verdad y justicia, recordando a las víctimas de los dos lados. La historia de los 70 fue terrible, pero lo fue para todos. Es hora de aceptarlo.
Para que eso sea posible hay que empezar por desear, preocuparse y ocuparse para que todos los muertos puedan descansar en paz.
La justicia que hacemos los seres humanos es justicia humana. La divina es uno de los misterios y poderes de Dios. Para los cristianos se podría resumir en hacer a los demás lo que uno querría para sí mismo como lo dijo Jesús, por lo que se deberá comenzar por el “sí mismo”. Pero ninguna sentencia tendrá luz si no está acompañada de la misericordia, del ánimo magno, sin olvidar que quien no castiga el mal, manda que el mal se haga, como decía Leonardo Da Vinci. Y que todos obedecen a gusto cuando el que manda es justo, como dice el proverbio castellano.
Los romanos fueron muy prácticos en todo. También en definir cómo puede ser la justicia, y lo hicieron en forma práctica. Para comenzar tuvieron muy en claro que sin un aparato judicial eficaz, eficiente y justo, su sistema de convivencia no funcionaría y sus proyectos tampoco. Valoraron la justicia a punto de dedicarle una diosa: Iustitia, versión romana de la Themis griega, de donde tomaron el modelo, prácticos como eran.
Primero la apodaron Fas y así todo lo justo y querido por los dioses era Fas y lo opuesto Nefas (de donde surge la palabra “nefasto”). Themis, a su vez, proviene de Ma’at de Egipto que luego será Isis; y Themis tendrá una hija, llamada Dice, que llevaba una balanza. También aparece en algunas representaciones estatuarias y pictóricas la espada, como símbolo de poder.
Y para explicar las distintas formas de aplicar la justicia humana, hay quienes la hicieron trifronte o trifacial.
Corrientemente se representa a la justicia con solo una de las caras de Themis: la que lleva vendados los ojos. Y suele interpertarse como señal de que no hace distingos, como signo de imparcialidad, esto se hace común a partir del Siglo XV. Sin embargo no es ese el significado que le dieron algunos romanos, sino el de justicia ciega y cruel, llamada Frentana, por el ejemplo de lo ocurrido en la ciudad de Frentano, Italia.
Pero Themis tenía otras dos caras: La cara que no tenía los ojos vendados y sonreía y la cara que presentaba un rostro feroz e iracundo.
La cara sin vendas en los ojos y con una sonrisa en los labios afirmaba equidad, benignidad, benevolencia y seriedad: es la que sugerirá la definición de Ulpiano que la llamará Aequitas: “Es la voluntad constante y perpetua de dar a cada uno lo suyo”.
La cara furiosa es la que va a inspirar las llamadas justicias Catoniana (de Catón) y Pisoniana (de Pisón).
En 1975, en la cátedra del profesor Kornell Zoltan Mehesz (Fac. de Dcho., UNNE) escuché ejemplos de los tipos de justicia (Frentana, Aequitas, Catoniana y Pisoniana).
1) De la Frentana, ciega o vendada. Se relata que en la ciudad de Frentano estaba prohibido bajo pena de muerte -a los visitantes extraños a la ciudad- subir a las murallas de noche, para seguridad de los habitantes. Un visitante de otra ciudad, de paso en el lugar, sube a la muralla a buscar frescura en una noche tórrida y ve tropas que se aprestaban a tomarla por asalto. Baja y avisa y se repele el intento de asalto. En la mañana de ese día los funcionarios de la ciudad le agradecieron y lo honraron como su salvador, pero al día siguiente, en aplicación de la ley, lo condenaron y lo decapitaron. Esto es lo que en latín los jurisconsultos romanos llaman “summum ius, summa injuria” que significa “la máxima justicia es el máximo de la injusticia”.
2) De la Aequitas, la equidad, la cara sonriente. Se relata que una mujer que había dado muerte mediante veneno a su marido y lo reconocía, explicaba que fue porque su marido había dado muerte a su vez en forma violenta e injusta a su primer hijo. El tribunal decidió que era injusto dejar sin castigo un homicidio pero también era injusto castigar de la misma forma a una culpable digna de perdón por la terrible ofensa de la muerte de su hijo, por lo que decidieron la prórroga del juicio y que la mujer fuera citada a la ejecución de la sentencia para cien años después.
3) De la Catoniana, de la cara furibunda, de la espada ejemplar. Se relata que estando Catón al mando de una flota en territorio enemigo, avisó tres veces y ordenó levar anclas. Entonces apareció un soldado gritando por su rescate. Catón ordenó volver, subió al soldado y lo condenó a muerte y lo ejecutó, prefiriendo que sirviera de ejemplo a su ejército y marineros antes que muriera a manos de sus enemigos.
4) De la Pisoniana, del rostro iracundo, del filo de la espada sin razón y sin piedad. Se relata que estando en operaciones una legión con Pisón al mando, de dos legionarios enviados a una misión regresó solo uno. Inmediatamente fue acusado y condenado a muerte por haber matado al otro, a pesar de la negativa del acusado-condenado, que pedía que se esperase al otro, que pronto llegaría. Listo ya el verdugo para cortar la cabeza, aparece el soldado faltante y así suspende la ejecución y van con los demás legionarios a dar la noticia a Pisón. Pero Pisón condenó a muerte a los tres, inventando delitos y culpas, así: al primero, porque ya había sido condenado, al que regresó porque fue la causa del juicio y al verdugo porque no había obedecido la orden de ejecutar. Murieron así tres legionarios por la inocencia de uno.
Hay más para contar sobre las repesentaciones de la justicia, como el hecho de que en algunas se reemplazó la espada por un libro, para señalar a los jueces que debían atenerse a la ley escrita, lo que se hizo luego de la Recopilación de Leyes de Justiniano, el Corpus Iuris Civilis, que prohibió bajo severísima pena la aplicación de la jurisprudencia, de las sentencias de otros jueces, rompiendo así con el sistema anterior, que a su vez fue adoptado por Inglaterra, hoy conocido como derecho anglosajón o common law, que funda sus sentencias en jurisprudencia y nos lo muestra Hollywood. Justiniano creó a partir de entonces el derecho romano justinianeo, que va a ser recogido por el Código Napoleón y que hoy es llamado derecho continental, adoptado por los países de la América Española y Portuguesa, además de Europa y países de África.
Don Félix Casamayor, tesorero real en 1800, era el Jefe de Aduanas del Puerto del Virreinato del Río de la Plata. Era jugador empedernido y robaba todo lo que le hacía falta. A pesar de que fue finalmente echado, el robo sigue desde el Puerto.
Carece de poder para hacerlo. Además, ¿cual es la novedad si todos los años hace lo mismo del día de las víctimas del terrorismo ? El problema es que el pueblo argentina no recuerda hoy lo que hizo ayer y vive un eterno presente. La mente del argentino está enferma y esa enfermedad se llama AMNESIA GLOBAL PERMANENTE
De mente y de chocolate más rico… Por ahora, domesticados, gulagueados. Esquizoides bipolares culturales. Pero de eso se puede salir, porque es solamente cultural. Se tarda al reeducar a pensar, pero se puede salir.
♣
Argentina es un país desquiciado, alterado y desequilibrado. Una simple reunión en la Legislatura de CABA en homenaje a víctimas (que quede claro, a víctimas, no a victimarios) puso al país de cabeza.
Convocado el homenaje por la legisladora de La libertad Avanza, LLA, Lucía Montenegro y la diputada y candidata a
vicepresidente por el mismo partido, Victoria Villarruel, se recordó a los asesinados por el terrorismo.
Porque además del terrorismo de Estado, existió previamente el terrorismo sin adjetivos. Que empezó para terminar con la proscripción del peronismo y permitir la vuelta del general Juan D. Perón al país. Una vez conseguido el objetivo y siendo Perón Presidente votado por 3ª vez, el terrorismo siguió.
Ese terrorismo actuó en plena democracia. Contra el gobierno de Perón. Se supone que el objetivo entonces era tomar el poder. El golpe militar del 24/3/1976, lo impidió. El terrorismo recibía plata vía Cuba desde la URSS.
La guerra la ganaron con las armas y todo el poder del Estado los militares, y perdieron la batalla cultural. Resultado, hay personas de 40 años y más jóvenes que desconocen la historia y aprendieron el relato.
En el relato sólo existen los muertos asesinados por el terrorismo de Estado, y salvo los familiares de los asesinados por el terrorismo del ERP y Montoneros, estos son fantasmas que no tienen reconocimiento ni paz.
El acto en la Legislatura del martes 5/9/2023 conmocionó al país. Los grupos de izquierda quisieron impedir la entrada a los invitados al homenaje. La policía de la ciudad tuvo que cortar calles para proteger el edificio.
El acto se desarrolló en relativa calma. Pero el periodismo se dividió entre los que criticaban el acto y los más amigables que se preguntaban por qué ahora, en plena campaña electoral tocar el tema de los 70.
Y era un acto dedicado a esos muertos invisibles para el relato oficial. No se trataba de victimarios, se trataba de víctimas. Algún desubicado preguntó por qué se conocían los nombres de algunos y no de otros.
Simple, porque algunos eran conocidos por ser generales o empresarios o jueces o hijos de algún uniformado y el resto sólo civiles conocidos por su grupo familiar que estaban en el lugar y el momento equivocados.
El acto permitió que el Presidente Alberto F dijera las tonterías acostumbradas, que Fernando Vaca Narvaja (condenado por la justicia, indultado por Menem) hablara de “trincheras” “el pueblo no va a permitir” y toda la parafernalia nacionalista de izquierda.
Hasta habló de “cipayos”, cuando ellos recibían dinero de la URSS, vía Praga, vía Cuba y eran adiestrados en Libia. Cipayos, ¿Quiénes? Y Carmen Arias de Madres de Plaza de Mayo amenazó con una guerra civil.
La justicia es representada por una mujer que tiene una venda en los ojos, una espada en una mano y una balanza en la otra. La venda es para no ver a quien se juzga, la espada es para castigar al que lo merece y la balanza es para tener equilibrio en sus decisiones. Acá todo falla.
La venda no tapa el ojo izquierdo, la espada cae donde mejor le parece, de acuerdo al gobierno de turno, y la balanza perdió completamente el equilibrio. La justicia debe ser justa, ni legítima ni ilegítima. Justa.
Es una costumbre, una buena costumbre, desear que los muertos descansen en paz. Para que eso sea posible debe haber paz. No hay paz sin justicia previa y no hay justicia sin equidad.
Los muertos olvidados por la historia y en particular por la justicia, ameritan el mismo respeto, recuerdo y reparación que los otros muertos.
Argentina vive de grieta en grieta desde 1810. Entre Saavedra y Moreno la inauguraron. Siempre existieron y han pasado 223 años. Es tiempo de terminar con las grietas. Los argentinos son algo más que los habitantes de un mismo territorio. Son los ciudadanos de una nación. Es hora de que lo asuman y actúen en consecuencia.
Argentina no tendrá paz mientras no solucione en serio, con memoria, verdad y justicia, recordando a las víctimas de los dos lados. La historia de los 70 fue terrible, pero lo fue para todos. Es hora de aceptarlo.
Para que eso sea posible hay que empezar por desear, preocuparse y ocuparse para que todos los muertos puedan descansar en paz.
菊池寛士
PrisioneroEnArgentina.com
Setiembre 9, 2023
Comparta
Like this:
Noticias Relacionadas
9 thoughts on “NO TODOS LOS MUERTOS DESCANSAN EN PAZ”
¿Cómo puede ser la justicia?
La justicia que hacemos los seres humanos es justicia humana. La divina es uno de los misterios y poderes de Dios. Para los cristianos se podría resumir en hacer a los demás lo que uno querría para sí mismo como lo dijo Jesús, por lo que se deberá comenzar por el “sí mismo”. Pero ninguna sentencia tendrá luz si no está acompañada de la misericordia, del ánimo magno, sin olvidar que quien no castiga el mal, manda que el mal se haga, como decía Leonardo Da Vinci. Y que todos obedecen a gusto cuando el que manda es justo, como dice el proverbio castellano.
Los romanos fueron muy prácticos en todo. También en definir cómo puede ser la justicia, y lo hicieron en forma práctica. Para comenzar tuvieron muy en claro que sin un aparato judicial eficaz, eficiente y justo, su sistema de convivencia no funcionaría y sus proyectos tampoco. Valoraron la justicia a punto de dedicarle una diosa: Iustitia, versión romana de la Themis griega, de donde tomaron el modelo, prácticos como eran.
Primero la apodaron Fas y así todo lo justo y querido por los dioses era Fas y lo opuesto Nefas (de donde surge la palabra “nefasto”). Themis, a su vez, proviene de Ma’at de Egipto que luego será Isis; y Themis tendrá una hija, llamada Dice, que llevaba una balanza. También aparece en algunas representaciones estatuarias y pictóricas la espada, como símbolo de poder.
Y para explicar las distintas formas de aplicar la justicia humana, hay quienes la hicieron trifronte o trifacial.
Corrientemente se representa a la justicia con solo una de las caras de Themis: la que lleva vendados los ojos. Y suele interpertarse como señal de que no hace distingos, como signo de imparcialidad, esto se hace común a partir del Siglo XV. Sin embargo no es ese el significado que le dieron algunos romanos, sino el de justicia ciega y cruel, llamada Frentana, por el ejemplo de lo ocurrido en la ciudad de Frentano, Italia.
Pero Themis tenía otras dos caras: La cara que no tenía los ojos vendados y sonreía y la cara que presentaba un rostro feroz e iracundo.
La cara sin vendas en los ojos y con una sonrisa en los labios afirmaba equidad, benignidad, benevolencia y seriedad: es la que sugerirá la definición de Ulpiano que la llamará Aequitas: “Es la voluntad constante y perpetua de dar a cada uno lo suyo”.
La cara furiosa es la que va a inspirar las llamadas justicias Catoniana (de Catón) y Pisoniana (de Pisón).
En 1975, en la cátedra del profesor Kornell Zoltan Mehesz (Fac. de Dcho., UNNE) escuché ejemplos de los tipos de justicia (Frentana, Aequitas, Catoniana y Pisoniana).
1) De la Frentana, ciega o vendada. Se relata que en la ciudad de Frentano estaba prohibido bajo pena de muerte -a los visitantes extraños a la ciudad- subir a las murallas de noche, para seguridad de los habitantes. Un visitante de otra ciudad, de paso en el lugar, sube a la muralla a buscar frescura en una noche tórrida y ve tropas que se aprestaban a tomarla por asalto. Baja y avisa y se repele el intento de asalto. En la mañana de ese día los funcionarios de la ciudad le agradecieron y lo honraron como su salvador, pero al día siguiente, en aplicación de la ley, lo condenaron y lo decapitaron. Esto es lo que en latín los jurisconsultos romanos llaman “summum ius, summa injuria” que significa “la máxima justicia es el máximo de la injusticia”.
2) De la Aequitas, la equidad, la cara sonriente. Se relata que una mujer que había dado muerte mediante veneno a su marido y lo reconocía, explicaba que fue porque su marido había dado muerte a su vez en forma violenta e injusta a su primer hijo. El tribunal decidió que era injusto dejar sin castigo un homicidio pero también era injusto castigar de la misma forma a una culpable digna de perdón por la terrible ofensa de la muerte de su hijo, por lo que decidieron la prórroga del juicio y que la mujer fuera citada a la ejecución de la sentencia para cien años después.
3) De la Catoniana, de la cara furibunda, de la espada ejemplar. Se relata que estando Catón al mando de una flota en territorio enemigo, avisó tres veces y ordenó levar anclas. Entonces apareció un soldado gritando por su rescate. Catón ordenó volver, subió al soldado y lo condenó a muerte y lo ejecutó, prefiriendo que sirviera de ejemplo a su ejército y marineros antes que muriera a manos de sus enemigos.
4) De la Pisoniana, del rostro iracundo, del filo de la espada sin razón y sin piedad. Se relata que estando en operaciones una legión con Pisón al mando, de dos legionarios enviados a una misión regresó solo uno. Inmediatamente fue acusado y condenado a muerte por haber matado al otro, a pesar de la negativa del acusado-condenado, que pedía que se esperase al otro, que pronto llegaría. Listo ya el verdugo para cortar la cabeza, aparece el soldado faltante y así suspende la ejecución y van con los demás legionarios a dar la noticia a Pisón. Pero Pisón condenó a muerte a los tres, inventando delitos y culpas, así: al primero, porque ya había sido condenado, al que regresó porque fue la causa del juicio y al verdugo porque no había obedecido la orden de ejecutar. Murieron así tres legionarios por la inocencia de uno.
Hay más para contar sobre las repesentaciones de la justicia, como el hecho de que en algunas se reemplazó la espada por un libro, para señalar a los jueces que debían atenerse a la ley escrita, lo que se hizo luego de la Recopilación de Leyes de Justiniano, el Corpus Iuris Civilis, que prohibió bajo severísima pena la aplicación de la jurisprudencia, de las sentencias de otros jueces, rompiendo así con el sistema anterior, que a su vez fue adoptado por Inglaterra, hoy conocido como derecho anglosajón o common law, que funda sus sentencias en jurisprudencia y nos lo muestra Hollywood. Justiniano creó a partir de entonces el derecho romano justinianeo, que va a ser recogido por el Código Napoleón y que hoy es llamado derecho continental, adoptado por los países de la América Española y Portuguesa, además de Europa y países de África.
Don Félix Casamayor, tesorero real en 1800, era el Jefe de Aduanas del Puerto del Virreinato del Río de la Plata. Era jugador empedernido y robaba todo lo que le hacía falta. A pesar de que fue finalmente echado, el robo sigue desde el Puerto.
AHORA LA VILLARROEL LOS VA A SALVAR A TODOS LOS MILITARES
Aprovechá colo y hacete la presa… Jajajá.
Carece de poder para hacerlo. Además, ¿cual es la novedad si todos los años hace lo mismo del día de las víctimas del terrorismo ? El problema es que el pueblo argentina no recuerda hoy lo que hizo ayer y vive un eterno presente. La mente del argentino está enferma y esa enfermedad se llama AMNESIA GLOBAL PERMANENTE
LOS ARGIES NO TIENEN SALIDA – SON DEMENTES
De mente y de chocolate más rico… Por ahora, domesticados, gulagueados. Esquizoides bipolares culturales. Pero de eso se puede salir, porque es solamente cultural. Se tarda al reeducar a pensar, pero se puede salir.
Los giles que comentaron hoy en este sitio, no se aguantan un dia presos. Y en su perra vida les tiraron un tiro.
Vayan a tomar la leche.
Los argentinos cada dia estamos mas locos y con mas ganas de pelear
Así es Sergio. De la contradicción no se salva nadie. Vivimos como unitarios diciendo que somos federales.