Esta semana, el Ministerio de Defensa francés confirmó que cinco aviones Super Étendard que compró el Gobierno argentino de Mauricio Macri en 2018 no pueden volar.
Las autoridades de la administración actual de Alberto Fernández lo sospechaban, pero decidieron hacer un último intento para evitar que el gasto de 12,5 millones de euros fuera en vano.
Por medio de una nota, el Ministerio de Defensa argentino le pidió a su par de Francia que haga gestiones para conseguir los asientos eyectables y otras piezas clave para poner en funcionamiento los aviones, pero la respuesta dilapidó toda posibilidad.
La respuesta fue una carta del titular de Desarrollo Internacional de la Dirección de Armamento de esa cartera francesa, Gael Diaz De Tuesta, con fecha 17 de marzo: “Se nos pidió un esfuerzo para encontrar la solución para que los aviones estén en condiciones de volar. Desafortunadamente y después de haber evaluado todas las posibilidades, lamento informarle que no fue posible cumplir con ese objetivo”.
La polémica compra ya había sido denunciada por la Sindicatura General de la Nación (Sigen), y está siendo analizada por la Fiscalía de Investigaciones Administrativas y la Oficina Anticorrupción.
La auditoría de la Sigen da cuenta de estudios técnicos previos negativos, ya que, antes de la compra, “no se tuvieron en cuenta varios informes preliminares de la Armada Argentina que alertaban sobre la necesidad de garantizar determinados repuestos antes de concretar la transacción”.
Asimismo, una auditoría interna del Ministerio de Defensa que dirige Jorge Taiana, realizada en 2022, concluye que las naves de combate estaban en desuso ya al momento de la operación.
El caso podría derivar en una acción penal por varios delitos que involucraría a los exfuncionarios involucrados en la curiosa compra: el expresidente Macri; la exministra de Seguridad, Patricia Bullrich; el entonces titular de Defensa, Oscar Aguad; y el exjefe de Gabinete, Marcos Peña,entre otros.
Los cinco aviones Super Étendard fueron adquiridos para la Cumbre del G20 que se realizó en Buenos Aires entre el 30 de noviembre y el 1 de diciembre de 2018. Sin embargo, los cazabombarderos franceses llegaron tarde, en mayo de 2019, y nunca fueron utilizados.
La respuesta del Ministerio de las Fuerzas Armadas al Gobierno de Argentina respecto a las dificultades de recuperar los aviones recuerda “las restricciones del Reino Unido respecto de exportaciones a la Argentina”, una medida impuesta tras la guerra por las Islas Malvinas en 1982, que todavía sigue vigente, y señala que estas trabas “impiden conseguir los repuestos para los asientos eyectables”.
Más allá del caso particular, y de que este armamento ya estaba en desuso al momento de la compra, la restricción dificulta cualquier intento de Argentina por reequipar sus Fuerzas Armadas, ya que, aunque el armamento no tenga origen británico, cualquier componente que provenga del Reino Unido bloquea la operación.
En 2021, el entonces ministro de Defensa, Agustín Rossi, reclamó el cese del bloqueo militar y remarcó que cuando Brasil adquirió cazas Gripen, aviones supersónicos fabricados en Suecia, Argentina quiso participar y Gran Bretaña se opuso. También tornó fallida la compra de diez aviones KAI F-50 Fighting Eagle, provenientes de Corea.
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Esta semana, el Ministerio de Defensa francés confirmó que cinco aviones Super Étendard que compró el Gobierno argentino de Mauricio Macri en 2018 no pueden volar.
Las autoridades de la administración actual de Alberto Fernández lo sospechaban, pero decidieron hacer un último intento para evitar que el gasto de 12,5 millones de euros fuera en vano.
Por medio de una nota, el Ministerio de Defensa argentino le pidió a su par de Francia que haga gestiones para conseguir los asientos eyectables y otras piezas clave para poner en funcionamiento los aviones, pero la respuesta dilapidó toda posibilidad.
La respuesta fue una carta del titular de Desarrollo Internacional de la Dirección de Armamento de esa cartera francesa, Gael Diaz De Tuesta, con fecha 17 de marzo: “Se nos pidió un esfuerzo para encontrar la solución para que los aviones estén en condiciones de volar. Desafortunadamente y después de haber evaluado todas las posibilidades, lamento informarle que no fue posible cumplir con ese objetivo”.
La polémica compra ya había sido denunciada por la Sindicatura General de la Nación (Sigen), y está siendo analizada por la Fiscalía de Investigaciones Administrativas y la Oficina Anticorrupción.
La auditoría de la Sigen da cuenta de estudios técnicos previos negativos, ya que, antes de la compra, “no se tuvieron en cuenta varios informes preliminares de la Armada Argentina que alertaban sobre la necesidad de garantizar determinados repuestos antes de concretar la transacción”.
Asimismo, una auditoría interna del Ministerio de Defensa que dirige Jorge Taiana, realizada en 2022, concluye que las naves de combate estaban en desuso ya al momento de la operación.
El caso podría derivar en una acción penal por varios delitos que involucraría a los exfuncionarios involucrados en la curiosa compra: el expresidente Macri; la exministra de Seguridad, Patricia Bullrich; el entonces titular de Defensa, Oscar Aguad; y el exjefe de Gabinete, Marcos Peña,entre otros.
Los cinco aviones Super Étendard fueron adquiridos para la Cumbre del G20 que se realizó en Buenos Aires entre el 30 de noviembre y el 1 de diciembre de 2018. Sin embargo, los cazabombarderos franceses llegaron tarde, en mayo de 2019, y nunca fueron utilizados.
La respuesta del Ministerio de las Fuerzas Armadas al Gobierno de Argentina respecto a las dificultades de recuperar los aviones recuerda “las restricciones del Reino Unido respecto de exportaciones a la Argentina”, una medida impuesta tras la guerra por las Islas Malvinas en 1982, que todavía sigue vigente, y señala que estas trabas “impiden conseguir los repuestos para los asientos eyectables”.
Más allá del caso particular, y de que este armamento ya estaba en desuso al momento de la compra, la restricción dificulta cualquier intento de Argentina por reequipar sus Fuerzas Armadas, ya que, aunque el armamento no tenga origen británico, cualquier componente que provenga del Reino Unido bloquea la operación.
En 2021, el entonces ministro de Defensa, Agustín Rossi, reclamó el cese del bloqueo militar y remarcó que cuando Brasil adquirió cazas Gripen, aviones supersónicos fabricados en Suecia, Argentina quiso participar y Gran Bretaña se opuso. También tornó fallida la compra de diez aviones KAI F-50 Fighting Eagle, provenientes de Corea.
PrisioneroEnArgentina.com
Mayo 23, 2023
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