Si bien el texto que sigue concebido y difundido por “Cruzada Conservadora”, es un llamado destacable hacia la virtud y cordura cívica que nuestra Patria necesita recuperar cuanto antes, realmente en los hechos y teniendo en cuenta nuestra decadencia institucional y republicana que persiste, podría ser solo una prédica en el desierto.
No obstante, aunque en estas circunstancias actuales lamentables, es meritoria, necesaria y digna, por cierto.
Nuestra cultura tradicional sostén de los valores fundacionales, está penetrada, pisoteada y tergiversada por mercenarios políticos con ideas de circunstancias atractivas, al servicio de intereses mafiosos de aquí y del exterior.
Esos seres indignos que se compran y se venden por treinta dineros, logran reciclarse constantemente bajo la cobertura de etiquetas de oportunidad y argumentos voluntaristas.
Pacientemente han creado una superestructura afín a sus intereses degradantes, que aplasta e invalida cualquier reacción virtuosa de ciudadanos pensantes, patriotas y de bien.
Se refugian para sus fechorías y concreción de sus ambiciones desmedidas, bajo el argumento de la “vigencia de la democracia”, que evidentemente en los hechos se ha transformado en un argumento falaz a su servicio, pródigo en la aplicación de un parasitismo político absolutamente injustificable y creciente.
Mas aun y ha sido plenamente demostrado, “celebramos democráticamente” que nuestros insignificantes líderes políticos accedan a cargos públicos y la administración indiscriminada de los bienes de todos, prácticamente sin antecedentes valorables de experiencia, idoneidad y moral.
Lo más valioso en gran medida, es la obsecuencia mimetizada bajo el argumento de identificación política.
Por otra parte, están habilitados para exhibir ficha mugrienta, discutiendo en todo caso solo el grado de podredumbre que sus antecedentes puedan proyectar, sin que esto signifique límite alguno para recibir y aplicar poder sobre sus conciudadanos.
De esa forma entre otros, en ámbitos discursivos superpoblados, pueden emplear sus aparatos para sentarse, a fin de hacer uso de cuando en vez, de sus dotes parlanchinescas y contar por ello con diversos privilegios y adecuada “retribución mensual”. Esto por cierto, en lo que “trabajan” por arriba de la mesa. Otras especialidades y acciones concurrentes, quedan sujetas a la imaginación.
Este sistema en desarrollo propugna implícitamente la aplicación indiscriminada de deméritos como requisito para tener derechos en la vida de los habitantes de nuestro derrumbado país, entre los cuales el analfabetismo y la miseria, cada vez más difundidos, constituyen algunos de los más preciados pues ayudan enormemente a la prolongación de la vigencia de los capataces de turno.
Y lo han hecho y siguen, con la disposición ilimitada de los bienes de todos y la propalación indiscriminada a través de medios de comunicación permeables a diversos tipos de lubricación, de falacias constantes y atentados degradantes a la moral, la educación y la cultura.
Justamente la destrucción de Nuestra Cultura Tradicional y Fundacional es un objetivo prioritario de intereses exteriores y sus mercenarios nacionales. A partir de allí pueden edificarse otros principios aplicativos a la destrucción de la Patria para dejarla a merced de esos sectores bastardos y su dominación directa e indirecta.
Obtener su erradicación o un cambio virtuoso para lograr la plena vigencia de la Constitución y la Verdad Historia, es casi imposible en estas condiciones, mientras esa tendencia maldita no cambie radicalmente.
Han logrado crear pacientemente, a lo largo de estos mas de cuarenta años de vigencia de una democracia corrupta y tramposa, una superestructura para el mal, constantemente alimentada y reforzada por su arbitrariedad en el ejercicio del poder.
En esa dirección han destruido la Justicia; las leyes y disposiciones deben ser complicadas y versátiles, la administración efectiva de ese bien imprescindible, una prolongación indefinida en el tiempo a través de subterfugios y chicanas interminables y la compra siempre posible de conciencias y decisiones.
La cultura del trabajo y el bien común casi sepultada, por la vigencia de la delincuencia en diversas versiones y métodos, en grandes ámbitos poblacionales activa y dominante, inclusive con la neutralidad y hasta indiferencia cómplice de responsables políticos.
Las pérdidas constantes e injustificables de vidas y patrimonio, son compensadas por visitas con regalitos de ocasión y risitas y abracitos emocionados de los capangas de turno, para demostrar que son buenos y simpáticos.
Entre otros usos y costumbres de la estructura maléfica creada al efecto, es posible aplicar diversos métodos de coacción, por ejemplo cercenar arbitrariamente ayudas y derechos; aplicar “la persuasión” de “barras bravas” todo destino y bandas diversas, para sostener con amedrentamiento y acciones irracionales, sus argumentos siniestros y “convencer”, inclusive para ser votados.
En esa superestructura maléfica, tiene sentido la desprotección política y jurídica efectiva, aunque sea mimetizada por argumentos de oportunidad, de las Fuerzas Armadas y de Seguridad.
Estas Instituciones constituyen el último recurso para la vigencia de nuestra soberanía y paz interior.
Para la concepción de estos personajes, aunque prometan públicamente otras saludables intenciones, son instrumentos a utilizar en circunstancias apremiantes y luego desechar eludiendo su responsabilidad, cuando su defensa y protección no sea “políticamente correcta”.
En todo caso, si estos Soldados de la Patria deben pagar costos desmedidos por cumplir con su deber, será su problema y así soportar, ellos y sus familias, las consecuencias de su accionar digno, para servir a sus conciudadanos. No interesa si ese proceder de los políticos de turno, pueda ser calificado como traición, indignidad y absoluta irresponsabilidad.
Inclusive, aunque esta acción improcedente, provenga de la imposición y la venganza de sinvergüenzas desnaturalizados, encaramados en el poder o pagados para ello.
La Verdadera Historia lamentable que hemos vivido y vivimos, lo demuestra trágicamente. En este campo y con estos personajes, la traición más absoluta pasa a ser una virtud que inclusive puede ayudarlos a obtener dividendos políticos. En esta involucionada república que el gran pueblo argentino salud ha dejado destruir y sigue, la política y quienes abrazan esa vocación ha dejado de ser un ámbito propicio para las personas de bien y virtuosas, que están dispuestas a sacrificarse por servir a sus semejantes, como debería ser.
Por el contrario; en la acepción argentina es un ámbito propicio para los negocios personales y de facción, sin reglas morales ni espirituales y la proyección ilimitada hedonista de sus mercenarios, expertos en lujos y mentiras apropiadas.
Consecuentemente no les afecta que a su paso siembran miseria y muerte entre los ciudadanos por cuyo bienestar y bien común, deberían velar.
Por cierto, hay muchos más enunciados aplicativos, que destruyen constantemente la moral del pueblo e hipotecan nuestras esperanzas.
¿Qué podemos hacer? ¿Cuánto demorará nuestra Patria por esta ruta maldita en llegar a la descomposición final? ¿Qué sufrimientos y decepciones nos esperan en este camino consolidado para la delincuencia y la traición?
Nuestra Iglesia Católica y sus encumbrados dignatarios; ¿deberían y podrían hacer algo al respecto? O quizás resultará más gratificante también, optar por lo “políticamente correcto”.
Acciones como las que ejecutan los distinguidos dirigentes de Cruzada Conservadora, apuntan a esclarecer las conciencias y crear fuerzas para una reacción virtuosa de este pueblo argentino, pero estamos en desventaja absoluta ante el poder ilimitado de nuestros parásitos opresores.
No obstante, hay que seguir adelante, aunque parezca que predicamos en el desierto.
Solo será posible alguna vez erradicar estas iniquidades, a través de una verdadera Revolución Restauradora, deseada y querida por quienes no se entreguen al fracaso de Nuestra República.
Roguemos a DIOS y NUESTRA SANTA MADRE nos salven de esta decadencia indetenible y ¡NOS AYUDEN A RENACER!
Por lo menos, así, lo veo yo.
Francisco Cervo.
CARTA ABIERTA
CRUZADA CONSERVADORA SE MANIFIESTA ANTE LA POBREZA DE RESPETO A LA MAYORÌA DE LA CIUDADANÌA, LUEGO DE LO SUCEDIDO EN LA CÀMARA DE SENADORES DE LA NACIÒN.
Así como de la noche nace el claro del día, de la opresión nace la libertad.
Benito Pérez Galdós.
Lo que aquí dejamos expresado no es más que un sentir genuino de la mayoría de una sociedad que estaba abandonando la indiferencia y se comprometía con un futuro favorable y floreciente.Nuestra intención es puntualizar algunos aspectos de este compromiso que tenemos los ciudadanos argentinos de restablecer la Constitución Nacional en valores para la nación.
Cuando digo tenemos los ciudadanos me refiero a TODOS, a recuperar un campo innegable de participación y de coraje cívico en los cuales la dimensión de la conversación de lo político tiene que ser restablecido como una práctica constitucional, cívica y republicana.Las Instituciones que, como tales, van colapsando en el vaciamiento de sus funciones, en la vocación de servicio a la ciudadanía, han sido coartadas y son rehenes para que sea apropiado servirse de las mismas a los efectos de acrecentar considerablemente los patrimonios, de aquellos que exhiben el poder, relegando los más sublimes objetivos de la nación. Esto está plasmado como un profundo sentir popular y genera gran rechazo.
Es imperioso pactar entre nosotros para poder asociarnos a un proyecto de NACION y de REPUBLICA.Cruzada Conservadora, proyecta dejar de lado el tratado de FICHA LIMPIA por intratable, toda vez que pasaría lo mismo en la cámara por la FALTA DE MORAL de sus integrantes. A cambio quiere asentar que sí se considere el tratamiento de CERTIFICADO DE ANTECEDENTES PENALES. Este debería ser requerido por las autoridades de Justicia Nacional Electoral, al momento de la presentación de las listas.De esta manera todos seremos iguales ante la LEY y no existirán privilegios.
Siempre nos quejamos y nos lamentamos de prácticamente todo, pero no valoramos ni reconocemos lo bueno que tenemos. Este es un país BENDITO en muchísimas manifestaciones. Todo por hacer y por dar, sin embargo, empobrecido, miserable por la inequidad, porque las mezquindades personales se sobreponen al interés general, por la ausencia de ETICA Y MORAL PÙBLICA.Debemos comprometernos a transformarnos en constructores cívicos y responsables de la sociedad y la nación que queremos para el mañana.Para que ningún funcionario/a lleve en sus carteras el peso de la muerte de un Fiscal de la Nación, ni otros que dejaron un tendal de miseria en su camino.
Es muy triste y vergonzoso ver como muchos que antes se decían ciudadanos cambiaron su condición cívica y son clientes de un perverso sistema canalla y delincuente.Debemos redimirlo y demostrar las ventajas de ser CIUDADANO.Debemos recuperar nuestra identidad argentina, dar modelos de coraje cívico ejemplar como lo fueron nuestros Próceres y terminar con los que nos quieren imponer un modelo incongruente e irracional. Hoy se prefiere al ídolo y no a los hombres de la patria. Debemos dejar de ser iletrados de nuestra propia historia y de nuestro pasado. A ellos nos debemos. Por ellos somos PATRIA.Volvamos a restablecer paradigmas de la participación cívica y ciudadana.No tenemos más que releer la Constitución Nacional y la historia Argentina. Revivirla y recrearla para preservarla y ponerla nuevamente en VIGENCIA.Debemos volver al camino de la LIBERTAD, la PLURALIDAD y LA LEY.
La Ley no es para reivindicar ideologías. Se propone en base a la Constitución Nacional de manera independiente y soberana.Nuestros antepasados nos establecieron valores en el esfuerzo y la cultura del trabajo. Nos enseñaron que nada es inmediato, que nada es para YA, que uno debe tener la grandeza de sembrar, aunque se malogre la cosecha, la Parábola del Sembrador.Ellos hicieron valer las Instituciones, no porque hacían todo bien, no nos confundamos sino por algo superior; ellos creían firmemente en lo que hacían y hoy son ejemplos a imitar.Este es el desafío: porque en ese bien común se forma el país y de lo contrario estaremos definitivamente perdidos, pero no por lo que nos puedan hacer, sino por lo que nosotros omitimos realizar y de comprometernos.
Busquemos terminar con los ventajistas y arribistas a la política.
Restablezcamos las LEYES.
Que DIOS, fuente de toda Razón y Justicia, nos ilumine.
♦
Si bien el texto que sigue concebido y difundido por “Cruzada Conservadora”, es un llamado destacable hacia la virtud y cordura cívica que nuestra Patria necesita recuperar cuanto antes, realmente en los hechos y teniendo en cuenta nuestra decadencia institucional y republicana que persiste, podría ser solo una prédica en el desierto.
No obstante, aunque en estas circunstancias actuales lamentables, es meritoria, necesaria y digna, por cierto.
Nuestra cultura tradicional sostén de los valores fundacionales, está penetrada, pisoteada y tergiversada por mercenarios políticos con ideas de circunstancias atractivas, al servicio de intereses mafiosos de aquí y del exterior.
Esos seres indignos que se compran y se venden por treinta dineros, logran reciclarse constantemente bajo la cobertura de etiquetas de oportunidad y argumentos voluntaristas.
Pacientemente han creado una superestructura afín a sus intereses degradantes, que aplasta e invalida cualquier reacción virtuosa de ciudadanos pensantes, patriotas y de bien.
Se refugian para sus fechorías y concreción de sus ambiciones desmedidas, bajo el argumento de la “vigencia de la democracia”, que evidentemente en los hechos se ha transformado en un argumento falaz a su servicio, pródigo en la aplicación de un parasitismo político absolutamente injustificable y creciente.
Mas aun y ha sido plenamente demostrado, “celebramos democráticamente” que nuestros insignificantes líderes políticos accedan a cargos públicos y la administración indiscriminada de los bienes de todos, prácticamente sin antecedentes valorables de experiencia, idoneidad y moral.
Lo más valioso en gran medida, es la obsecuencia mimetizada bajo el argumento de identificación política.
Por otra parte, están habilitados para exhibir ficha mugrienta, discutiendo en todo caso solo el grado de podredumbre que sus antecedentes puedan proyectar, sin que esto signifique límite alguno para recibir y aplicar poder sobre sus conciudadanos.
De esa forma entre otros, en ámbitos discursivos superpoblados, pueden emplear sus aparatos para sentarse, a fin de hacer uso de cuando en vez, de sus dotes parlanchinescas y contar por ello con diversos privilegios y adecuada “retribución mensual”. Esto por cierto, en lo que “trabajan” por arriba de la mesa. Otras especialidades y acciones concurrentes, quedan sujetas a la imaginación.
Este sistema en desarrollo propugna implícitamente la aplicación indiscriminada de deméritos como requisito para tener derechos en la vida de los habitantes de nuestro derrumbado país, entre los cuales el analfabetismo y la miseria, cada vez más difundidos, constituyen algunos de los más preciados pues ayudan enormemente a la prolongación de la vigencia de los capataces de turno.
Y lo han hecho y siguen, con la disposición ilimitada de los bienes de todos y la propalación indiscriminada a través de medios de comunicación permeables a diversos tipos de lubricación, de falacias constantes y atentados degradantes a la moral, la educación y la cultura.
Justamente la destrucción de Nuestra Cultura Tradicional y Fundacional es un objetivo prioritario de intereses exteriores y sus mercenarios nacionales. A partir de allí pueden edificarse otros principios aplicativos a la destrucción de la Patria para dejarla a merced de esos sectores bastardos y su dominación directa e indirecta.
Obtener su erradicación o un cambio virtuoso para lograr la plena vigencia de la Constitución y la Verdad Historia, es casi imposible en estas condiciones, mientras esa tendencia maldita no cambie radicalmente.
Han logrado crear pacientemente, a lo largo de estos mas de cuarenta años de vigencia de una democracia corrupta y tramposa, una superestructura para el mal, constantemente alimentada y reforzada por su arbitrariedad en el ejercicio del poder.
En esa dirección han destruido la Justicia; las leyes y disposiciones deben ser complicadas y versátiles, la administración efectiva de ese bien imprescindible, una prolongación indefinida en el tiempo a través de subterfugios y chicanas interminables y la compra siempre posible de conciencias y decisiones.
La cultura del trabajo y el bien común casi sepultada, por la vigencia de la delincuencia en diversas versiones y métodos, en grandes ámbitos poblacionales activa y dominante, inclusive con la neutralidad y hasta indiferencia cómplice de responsables políticos.
Las pérdidas constantes e injustificables de vidas y patrimonio, son compensadas por visitas con regalitos de ocasión y risitas y abracitos emocionados de los capangas de turno, para demostrar que son buenos y simpáticos.
Entre otros usos y costumbres de la estructura maléfica creada al efecto, es posible aplicar diversos métodos de coacción, por ejemplo cercenar arbitrariamente ayudas y derechos; aplicar “la persuasión” de “barras bravas” todo destino y bandas diversas, para sostener con amedrentamiento y acciones irracionales, sus argumentos siniestros y “convencer”, inclusive para ser votados.
En esa superestructura maléfica, tiene sentido la desprotección política y jurídica efectiva, aunque sea mimetizada por argumentos de oportunidad, de las Fuerzas Armadas y de Seguridad.
Estas Instituciones constituyen el último recurso para la vigencia de nuestra soberanía y paz interior.
En todo caso, si estos Soldados de la Patria deben pagar costos desmedidos por cumplir con su deber, será su problema y así soportar, ellos y sus familias, las consecuencias de su accionar digno, para servir a sus conciudadanos. No interesa si ese proceder de los políticos de turno, pueda ser calificado como traición, indignidad y absoluta irresponsabilidad.
Inclusive, aunque esta acción improcedente, provenga de la imposición y la venganza de sinvergüenzas desnaturalizados, encaramados en el poder o pagados para ello.
La Verdadera Historia lamentable que hemos vivido y vivimos, lo demuestra trágicamente. En este campo y con estos personajes, la traición más absoluta pasa a ser una virtud que inclusive puede ayudarlos a obtener dividendos políticos. En esta involucionada república que el gran pueblo argentino salud ha dejado destruir y sigue, la política y quienes abrazan esa vocación ha dejado de ser un ámbito propicio para las personas de bien y virtuosas, que están dispuestas a sacrificarse por servir a sus semejantes, como debería ser.
Por el contrario; en la acepción argentina es un ámbito propicio para los negocios personales y de facción, sin reglas morales ni espirituales y la proyección ilimitada hedonista de sus mercenarios, expertos en lujos y mentiras apropiadas.
Consecuentemente no les afecta que a su paso siembran miseria y muerte entre los ciudadanos por cuyo bienestar y bien común, deberían velar.
Por cierto, hay muchos más enunciados aplicativos, que destruyen constantemente la moral del pueblo e hipotecan nuestras esperanzas.
¿Qué podemos hacer? ¿Cuánto demorará nuestra Patria por esta ruta maldita en llegar a la descomposición final? ¿Qué sufrimientos y decepciones nos esperan en este camino consolidado para la delincuencia y la traición?
Nuestra Iglesia Católica y sus encumbrados dignatarios; ¿deberían y podrían hacer algo al respecto? O quizás resultará más gratificante también, optar por lo “políticamente correcto”.
Acciones como las que ejecutan los distinguidos dirigentes de Cruzada Conservadora, apuntan a esclarecer las conciencias y crear fuerzas para una reacción virtuosa de este pueblo argentino, pero estamos en desventaja absoluta ante el poder ilimitado de nuestros parásitos opresores.
No obstante, hay que seguir adelante, aunque parezca que predicamos en el desierto.
Solo será posible alguna vez erradicar estas iniquidades, a través de una verdadera Revolución Restauradora, deseada y querida por quienes no se entreguen al fracaso de Nuestra República.
Roguemos a DIOS y NUESTRA SANTA MADRE nos salven de esta decadencia indetenible y ¡NOS AYUDEN A RENACER!
Por lo menos, así, lo veo yo.
Francisco Cervo.
PrisioneroEnArgentina.com
Mayo 13, 2025
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