“La clave para fortalecer nuestras familias es hacer que el Espíritu del Señor more en nuestros hogares. La meta de nuestras familias es estar en el camino estrecho y angosto”.
¡Qué bueno sería que entendamos la importancia de vivir unidos! No sólo sería provechoso para nosotros, sino también para las personas con quienes interactuamos y hasta con las que convivimos todos los días. El afianzamiento de nosotros, como miembros de una familia, de ser parte de una comunidad y miembros de una Iglesia, es nuestro deber sagrado como. Sería edificante para nuestra vida espiritual y para todos los integrantes de nuestra comunidad.
Unidos tendremos más seguridad, unidos somos Fuertes, unidos tenemos más facilidad de levantarlos cuando un fracaso nos derriba unidos podemos brillar con más intensidad, unidos compartimos amor. Si una comunidad es desunida no inspira confianza, es flaca; insiste en caminar y no llega a lugar alguno; pueden proclamar amor, pero sin convencer a nadie.
Si queremos los favores de la vida, si queremos una vida espiritual sólida, necesitamos caminar al lado de nuestros semejantes, ayudando y siendo ayudados, necesitamos ejercitar la humildad y alejarnos del orgullo y la vanidad, porque éstas nos alejan de ella y de nuestros pares.
En este mundo, todos hacemos parte del mismo equipo y debemos “jugar juntos”… ¿Por qué no comenzar esa relación ahora mismo? Ése es el camino de nuestra felicidad.
Desde la ciudad de Campana (Buenos Aires), recibe un Abrazo, y mi deseo que Dios te bendiga y te permita que prosperes en todo, derramando sobre ti Salud, Paz, Amor, y mucha Prosperidad.
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Por Claudio Valerio.
“La clave para fortalecer nuestras familias es hacer que el Espíritu del Señor more en nuestros hogares. La meta de nuestras familias es estar en el camino estrecho y angosto”.
¡Qué bueno sería que entendamos la importancia de vivir unidos! No sólo sería provechoso para nosotros, sino también para las personas con quienes interactuamos y hasta con las que convivimos todos los días. El afianzamiento de nosotros, como miembros de una familia, de ser parte de una comunidad y miembros de una Iglesia, es nuestro deber sagrado como. Sería edificante para nuestra vida espiritual y para todos los integrantes de nuestra comunidad.
Unidos tendremos más seguridad, unidos somos Fuertes, unidos tenemos más facilidad de levantarlos cuando un fracaso nos derriba unidos podemos brillar con más intensidad, unidos compartimos amor. Si una comunidad es desunida no inspira confianza, es flaca; insiste en caminar y no llega a lugar alguno; pueden proclamar amor, pero sin convencer a nadie.
Si queremos los favores de la vida, si queremos una vida espiritual sólida, necesitamos caminar al lado de nuestros semejantes, ayudando y siendo ayudados, necesitamos ejercitar la humildad y alejarnos del orgullo y la vanidad, porque éstas nos alejan de ella y de nuestros pares.
En este mundo, todos hacemos parte del mismo equipo y debemos “jugar juntos”… ¿Por qué no comenzar esa relación ahora mismo? Ése es el camino de nuestra felicidad.
Desde la ciudad de Campana (Buenos Aires), recibe un Abrazo, y mi deseo que Dios te bendiga y te permita que prosperes en todo, derramando sobre ti Salud, Paz, Amor, y mucha Prosperidad.
Claudio Valerio
©Valerius
PrisioneroEnArgentina.com
Abril 19, 2022