Una mala noche de sueño ya es bastante mala, pero cuando eso comienza a convertirse en un patrón, puede ser muy frustrante. Los patrones de sueño están por todas partes para los humanos modernos, pero se pueden cambiar. Puede comenzar a parecer que nunca se liberará del hábito de no dormir bien. Pero hay soluciones: se puede entrenar el cerebro para dormir mejor.
El problema se debe en parte a que ya no seguimos el patrón del sol que sale y se pone como antes. Podemos quedarnos despiertos viendo la televisión durante horas, desplazándonos en nuestros teléfonos y mantenernos al día simplemente por el hecho de que podemos mantener las luces encendidas. Esto conduce a cerebros trabajados y sueño inquieto.
Así sea que crea la situación a la que se quiere que se adapte, hay que hacerlo con frecuencia, y en poco tiempo el cerebro dirá: ‘Mira, esto me ayuda a dormir’.
Los expertos dicen que solo tres trucos bastante simples pueden ser la solución a cualquier problema de sueño.
Crear un horario para cumplir es un gran cnsejo. La razón por la que nos da sueño se debe a algo llamado melatonina. Es una hormona producida por el cuerpo para regular el sueño y la vigilia. Cuando se acerca la noche, los niveles aumentan, indicando al cuerpo que es casi la hora de irse a la cama. Luego, cuando la luz del día comienza a entrar por las ventanas, la melatonina deja de producirse. Esto hace que el cuerpo se vuelva más despierto y es la señal para comenzar el día. Pero para trabajar como una máquina bien engrasada necesitamos dormir bien, el patrón debe ser constante. Si uno se despiertas y se acuestas a horas diferentes, el cuerpo acaba bastante confuso. Al controlar cuándo uno se despierta y se acuesta, se está marcando el ritmo. No siempre se puede controlar cuándo tener sueño, pero se puede controlar cuándo uno se despierta, lo que activa un pequeño temporizador en el cerebro que establece nuestros ritmos para dormir”. Despertarse a la misma hora y moverse tan pronto como abra los ojos establecerá un buen patrón y aumentará la energía.
No quedarse despierto en la cama es fundamental. Si bien puede parecer contraproducente y lo último que desea hacer, si no se puede dormir, levántarse. Incluso si solo ha estado dormido durante media hora o es la mitad de la noche, no se acueste allí esperando volver a dormirse si no se vuelve a dormir automáticamente. Lo mejor es levantarse de la cama, tener sueño y luego volver a acostarse. Esto se debe a que estar acostado en la cama pero sin dormir, y con muchas ganas de dormir, significa que se termina asociando la cama con un lugar estresante. Para una buena siesta, es mucho mejor pensar en ello como un lugar de descanso.
El sueño a menudo se ve simplemente como lo que se hace para marcar cada día. Se pospone para ver un episodio de televisión, o se ve como algo más para marcar en la rutina. Deberíamos ver el sueño como el primer paso para un día siguiente productivo y feliz.
La mayoría de los adultos necesitan alrededor de siete u ocho horas de sueño para estar completamente descansados. Eso significa que si necesita levantarse a las 7 a.m., acostarse a las 11 p.m. es ideal.
El problema es que no paramos y no nos desconectamos. Y eso nos perjudica y hace que el día siguiente sea más estresante.
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Una mala noche de sueño ya es bastante mala, pero cuando eso comienza a convertirse en un patrón, puede ser muy frustrante. Los patrones de sueño están por todas partes para los humanos modernos, pero se pueden cambiar. Puede comenzar a parecer que nunca se liberará del hábito de no dormir bien. Pero hay soluciones: se puede entrenar el cerebro para dormir mejor.
El problema se debe en parte a que ya no seguimos el patrón del sol que sale y se pone como antes. Podemos quedarnos despiertos viendo la
televisión durante horas, desplazándonos en nuestros teléfonos y mantenernos al día simplemente por el hecho de que podemos mantener las luces encendidas. Esto conduce a cerebros trabajados y sueño inquieto.
Así sea que crea la situación a la que se quiere que se adapte, hay que hacerlo con frecuencia, y en poco tiempo el cerebro dirá: ‘Mira, esto me ayuda a dormir’.
Los expertos dicen que solo tres trucos bastante simples pueden ser la solución a cualquier problema de sueño.
Crear un horario para cumplir es un gran cnsejo. La razón por la que nos da sueño se debe a algo llamado melatonina. Es una hormona producida por el cuerpo para regular el sueño y la vigilia. Cuando se acerca la noche, los niveles aumentan, indicando al cuerpo que es casi la hora de irse a la cama. Luego, cuando la luz del día comienza a entrar por las ventanas, la melatonina deja de producirse. Esto hace que el cuerpo se vuelva más despierto y es la señal para comenzar el día. Pero para trabajar como una máquina bien engrasada necesitamos dormir bien, el patrón debe ser constante. Si uno se despiertas y se acuestas a horas diferentes, el cuerpo acaba bastante confuso. Al controlar cuándo uno se despierta y se acuesta, se está marcando el ritmo. No siempre se puede controlar cuándo tener sueño, pero se puede controlar cuándo uno se despierta, lo que activa un pequeño temporizador en el cerebro que establece nuestros ritmos para dormir”. Despertarse a la misma hora y moverse tan pronto como abra los ojos establecerá un buen patrón y aumentará la energía.
No quedarse despierto en la cama es fundamental. Si bien puede parecer contraproducente y lo último que desea hacer, si no se puede dormir,
levántarse. Incluso si solo ha estado dormido durante media hora o es la mitad de la noche, no se acueste allí esperando volver a dormirse si no se vuelve a dormir automáticamente. Lo mejor es levantarse de la cama, tener sueño y luego volver a acostarse. Esto se debe a que estar acostado en la cama pero sin dormir, y con muchas ganas de dormir, significa que se termina asociando la cama con un lugar estresante. Para una buena siesta, es mucho mejor pensar en ello como un lugar de descanso.
El sueño a menudo se ve simplemente como lo que se hace para marcar cada día. Se pospone para ver un episodio de televisión, o se ve como algo más para marcar en la rutina. Deberíamos ver el sueño como el primer paso para un día siguiente productivo y feliz.
La mayoría de los adultos necesitan alrededor de siete u ocho horas de sueño para estar completamente descansados. Eso significa que si necesita levantarse a las 7 a.m., acostarse a las 11 p.m. es ideal.
El problema es que no paramos y no nos desconectamos. Y eso nos perjudica y hace que el día siguiente sea más estresante.
PrisioneroEnArgentina.com
Marzo 3, 2022