Este escrito me llegó de Tucumán, es anónimo, y para mí manifiesta verdades que no todos conocemos, y nos da un panorama de la decadencia moral de las instituciones en nuestra pobre Patria. De la hipocresía de los gobernantes, de la decadencia de la justicia y sobre todo de la idiotez de nuestro pueblo, que se deja arriar como corderos al matadero. No dicen ni mu sobre estos gobernantes que prendidos a las tetas de las cabras lecheras, no dejan ni una gota para el pueblo que tanto dicen cuidar y permanentemente lo llevan a una degradación económica y moral más profunda.
Por Ariel Valdiviezo – PPVGMT
Preso Político Prisionero de Guerra y Veterano de Guerra en el Monte Tucumano
Lo ocurrido en la Provincia de Tucumán es posible que ocurre en todas las provincias con tal de poder mantener estos déspotas el poder, por eso pido al lector que cada ciudadano vea la similitud con su provincias.
Ahora perdimos todos. No hablo sólo de los que votaron algún partido en particular sino de todos y cada uno de los tucumanos, inclusive aquellos, que desde su ignorancia y limitaciones (cuando no comodidad) no son capaces de dimensionarlo.
Perdió el niño que no puede educarse como debiera y que en algunos años pasará a formar parte de la clase trabajadora, cada vez más limitada, menos formada y poco afecta al esfuerzo cotidiano, todo eso claro, si esos monstruos de mil cabezas llamados droga y delito no lo atrapan y lo hacen cautivo el resto de su miserable vida.
Perdió el docente mal pago, que no se capacita ni actualiza, acobardado del nivel de deserción escolar y de años de dejadez y conflicto.
Perdió el empleado público honesto y crítico del poder, obligado a asistir a actos proselitistas para no ver peligrar su fuente laboral y postergado eternamente sólo por pensar distinto.
Perdió el ciudadano honesto, que busca vivir en paz, ese que aspira salir a la calle sin temor de que tal vez, esa sea su última salida… Ese que cuando llega la noche se desvela, preso de la angustia de no saber si sus hijos volverán o no a casa.
Perdió aquel que reclama justicia independiente, que busca que sus derechos les sean reestablecidos y los daños resarcidos.
Perdió el abogado honesto que se capacitó para ser un juez honorable, apegado al derecho y la Constitución, valiente para resistir estoicamente las presiones del poder de turno
Perdió inclusive, ese que, a cambio de un bolsón, una suma miserable o un sándwich y el vino, vendió su dignidad y su libertad para beneficio de algún vivo.
Perdió también ese que bailó hasta altas horas en la plaza al ritmo de los Avelinos, feliz porque pudo verlos “gratis” gracias al gobernador que es tan bueno y comprensivo, y que quizás en un mes o antes estará llorando la pérdida a su pareja o un hijo en la guardia de un hospital por falta de insumos básicos, o en manos del fantasma de la inseguridad, que recorre impiadoso los barrios y las calles, arrebatándonos algo mucho más preciado que un celular o una cartera como lo es nuestra propia vida.
Perdió ese que fue llevado bajo amenaza o cantos de sirena por el puntero hasta las urnas y que mañana puede ser aplastado por un puente mal hecho, fruto de la codicia y la corrupción desmedida.
Ese que se inundó y se seguirá inundando por las obras que nunca se hicieron y jamás se harán.
El que aún espera en los apeaderos por un tren espectral que lo ha de llevar a Concepción o Tafi viejo, según le prometieron.
Ese, ese también perdió…
Perdió ese que desde su desconocimiento o quizás sabiendo, despotrica contra Macri por las tarifas en los servicios de luz, gas y agua, cuando las empresas prestatarias negocian los aumentos y regulan sus contratos con el gobierno provincial.
¡Anoche perdimos todos!
Ganó la mentira, la dádiva, el nepotismo, la falta de transparencia, la flaqueza institucional, la trampa, el clientelismo, la ignorancia, la pobreza, la mediocridad y el conformismo.
Resumiendo, anoche ganó el peronismo y una vez más, ¡perdimos todos!
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Preso Político Prisionero de Guerra y Veterano de Guerra en el Monte Tucumano
Lo ocurrido en la Provincia de Tucumán es posible que ocurre en todas las provincias con tal de poder mantener estos déspotas el poder, por eso pido al lector que cada ciudadano vea la similitud con su provincias.
Ahora perdimos todos. No hablo sólo de los que votaron algún partido en particular sino de todos y cada uno de los tucumanos, inclusive aquellos, que desde su ignorancia y limitaciones (cuando no comodidad) no son capaces de dimensionarlo.
Perdió el niño que no puede educarse como debiera y que en algunos años pasará a formar parte de la clase trabajadora, cada vez más limitada, menos formada y poco afecta al esfuerzo cotidiano, todo eso claro, si esos monstruos de mil cabezas llamados droga y delito no lo atrapan y lo hacen cautivo el resto de su miserable vida.
Perdió el docente mal pago, que no se capacita ni actualiza, acobardado del nivel de deserción escolar y de años de dejadez y conflicto.
Perdió el empleado público honesto y crítico del poder, obligado a asistir a actos proselitistas para no ver peligrar su fuente laboral y postergado eternamente sólo por pensar distinto.
Perdió el ciudadano honesto, que busca vivir en paz, ese que aspira salir a la calle sin temor de que tal vez, esa sea su última salida… Ese que cuando llega la noche se
desvela, preso de la angustia de no saber si sus hijos volverán o no a casa.
Perdió aquel que reclama justicia independiente, que busca que sus derechos les sean reestablecidos y los daños resarcidos.
Perdió el abogado honesto que se capacitó para ser un juez honorable, apegado al derecho y la Constitución, valiente para resistir estoicamente las presiones del poder de turno
Perdió inclusive, ese que, a cambio de un bolsón, una suma miserable o un sándwich y el vino, vendió su dignidad y su libertad para beneficio de algún vivo.
Perdió también ese que bailó hasta altas horas en la plaza al ritmo de los Avelinos, feliz porque pudo verlos “gratis” gracias al gobernador que es tan bueno y comprensivo, y que quizás en un mes o antes estará llorando la pérdida a su pareja o un hijo en la guardia de un hospital por falta de insumos básicos, o en manos del fantasma de la inseguridad, que recorre impiadoso los barrios y las calles, arrebatándonos algo mucho más preciado que un celular o una cartera como lo es nuestra propia vida.
Perdió ese que fue llevado bajo amenaza o cantos de sirena por el puntero hasta las urnas y que mañana puede ser aplastado por un puente mal hecho, fruto de la codicia y la corrupción desmedida.
Ese que se inundó y se seguirá inundando por las obras que nunca se hicieron y jamás se harán.
El que aún espera en los apeaderos por un tren espectral que lo ha de llevar a Concepción o Tafi viejo, según le prometieron.
Ese, ese también perdió…
Perdió ese que desde su desconocimiento o quizás sabiendo, despotrica contra Macri por las tarifas en los servicios de luz, gas y agua, cuando las empresas prestatarias negocian los aumentos y regulan sus contratos con el gobierno provincial.
¡Anoche perdimos todos!
Ganó la mentira, la dádiva, el nepotismo, la falta de transparencia, la flaqueza institucional, la trampa, el clientelismo, la ignorancia, la pobreza, la mediocridad y el conformismo.
Resumiendo, anoche ganó el peronismo y una vez más, ¡perdimos todos!
PrisioneroEnArgentina.com
Junio 15, 2023