El choque entre manifestantes opositores al gobierno chavista y los defensores de la revolución en Venezuela durante las últimas ocho semanas ha degenerado a que las fuerzas militares del presidente Nicolás Maduro agredan a los manifestantes, llevando a cabo múltiples razias deteniendo a más de 3.200 personas, algunas de las cuales ni siquiera tenían participación en las protestas. Los informes de activistas hablan de maltrato mientras se mantiene a los arrestados en las celdas de cárceles superpobladas. Los reportes señalan que los prisioneros se vieron obligados a comer excrementos humanos.
“Por lo menos 15 personas dijeron que se vieron obligados a comer pasta cruda con excrementos humanos -los oficiales presuntamente pusieron gases lacrimógenos en la nariz para que fueran obligados a abrir la boca para comer-, un informe de Human Rights Watch indicó que un caso denunciado tuvo lugar en Valencia.
Grupos de derechos humanos en todo el mundo han visto cómo se han desarrollado los acontecimientos. Los manifestantes continúan enfrentándose a la Guardia Nacional y la Policía Nacional de Venezuela, llevando a arrestos donde se informa que los presos son abusados físicamente, a veces con barras de aluminio y bates de béisbol, y luego acusados en tribunales militares de altos delitos incluyendo traición y rebelión.
Durante los últimos dos meses, casi tantas personas han sido arrestadas durante las manifestaciones como en todo 2014. Además de la represión, el gobierno está tratando de disolver la legislatura y cambiar la Constitución.
El peor trato parece venir del servicio de inteligencia del país y de las fuerzas armadas. Los prisioneros y ex prisioneros dijeron que sufrieron golpes regularmente y otras formas de abuso físico y sexual. El gobierno ha defendido públicamente sus acciones y su presidente fue a la televisión la semana pasada para responder a las acusaciones de las organizaciones internacionales de derechos humanos.
“La Guardia Nacional y la Policía Nacional han hecho un esfuerzo heroico y deben seguir haciéndolo, sin armas de fuego, solo agua y gases lacrimógenos”, dijo Maduro.
Los manifestantes comenzaron pacíficamente con marchas contra lo que dijeron era un gobierno cada vez más autoritario y un país que sufría una grave crisis económica. Ahora las batallas callejeras son la norma entre los manifestantes, y el ejército y la policía. Al menos 70 han muerto y 1.300 heridos como resultado de las protestas.
El choque entre manifestantes opositores al gobierno chavista y los defensores de la revolución en Venezuela durante las últimas ocho semanas ha degenerado a que las fuerzas militares del presidente Nicolás Maduro agredan a los manifestantes, llevando a cabo múltiples razias deteniendo a más de 3.200 personas, algunas de las cuales ni siquiera tenían participación en las protestas. Los informes de activistas hablan de maltrato mientras se mantiene a los arrestados en las celdas de cárceles superpobladas. Los reportes señalan que los prisioneros se vieron obligados a comer excrementos humanos.
“Por lo menos 15 personas dijeron que se vieron obligados a comer pasta cruda con excrementos humanos -los oficiales presuntamente pusieron gases lacrimógenos en la nariz para que fueran obligados a abrir la boca para comer-, un informe de Human Rights Watch indicó que un caso denunciado tuvo lugar en Valencia.
Grupos de derechos humanos en todo el mundo han visto cómo se han desarrollado los acontecimientos. Los manifestantes continúan enfrentándose a la Guardia Nacional y la Policía Nacional de Venezuela, llevando a arrestos donde se informa que los presos son abusados físicamente, a veces con barras de aluminio y bates de béisbol, y luego acusados en tribunales militares de altos delitos incluyendo traición y rebelión.
Durante los últimos dos meses, casi tantas personas han sido arrestadas durante las manifestaciones como en todo 2014. Además de la represión, el gobierno está tratando de disolver la legislatura y cambiar la Constitución.
El peor trato parece venir del servicio de inteligencia del país y de las fuerzas armadas. Los prisioneros y ex prisioneros dijeron que sufrieron golpes regularmente y otras formas de abuso físico y sexual. El gobierno ha defendido públicamente sus acciones y su presidente fue a la televisión la semana pasada para responder a las acusaciones de las organizaciones internacionales de derechos humanos.
“La Guardia Nacional y la Policía Nacional han hecho un esfuerzo heroico y deben seguir haciéndolo, sin armas de fuego, solo agua y gases lacrimógenos”, dijo Maduro.
Los manifestantes comenzaron pacíficamente con marchas contra lo que dijeron era un gobierno cada vez más autoritario y un país que sufría una grave crisis económica. Ahora las batallas callejeras son la norma entre los manifestantes, y el ejército y la policía. Al menos 70 han muerto y 1.300 heridos como resultado de las protestas.
PrisioneroEnArgentina.com
Junio 24, 2017
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