Javier Milei designó ayer a Federico Adolfo Sturzenegger como ministro de Desregulación y Transformación del Estado, nombramiento que había prometido realizar una vez se aprobara el proyecto de la Ley Bases en el Congreso. La designación se hizo efectiva mediante el decreto 586/2024, que lleva las firmas de Milei y el jefe de Gabinete, Guillermo Francos. “Desígnase en el cargo de ministro de Desregulación y Transformación del Estado al doctor Federico Adolfo Sturzenegger”, reza el texto.
“Cuando sale la Ley de Bases culminamos una primera parte de las reformas estructurales, tenemos que ir a la segunda parte. Entra Federico Sturzenegger como ministro. Es un caso de dos más dos es cuatro. Lo que no funcionó se cambia; lo que funcionó sigue en pie”, anunció el mandatario en una entrevista concedida el pasado 23 de mayo al canal TN, en la que advirtió que todo el gabinete estaría “bajo análisis”.
El propio Milei ratificó la decisión el martes 18 de junio, ante el mismo medio, cuando le preguntaron si podría convivir con el ministro de Economía, Luis Caputo: “Va a estar ocupado —dijo por Sturzenegger— en la desregulación y en la liberalización de la economía”. Además, Milei anticipó que el expresidente del Banco Central tendría el rango de ministro porque “es uno de los economistas más brillantes”.
El vocero presidencial, Manuel Adorni, también había definido a Sturzenegger como un profesional “número uno”. Y recalcó que “ha colaborado mucho” en las reformas que la administración libertaria planea implementar.
“Sus gestiones anteriores, viciadas por la política, no le permitieron los honores que le hubiesen correspondido. Si el presidente Milei lo va a sumar a su gabinete, tal como lo mencionó anoche, efectivamente es porque es un número uno y por lo que piensa de cualquier funcionario que suma [a su equipo]: que es el mejor para el lugar que le tiene designado”, sostuvo el portavoz en su conferencia matutina del 24 de mayo.
Sturzenegger se ha caracterizado por combinar la docencia universitaria y la investigación con el ejercicio de funciones públicas durante al menos tres décadas. Posee una titulación en economía por la Universidad de La Plata y un doctorado del Tecnológico de Massachusetts (MIT), y a inicios de la década de 1990 ejerció como catedrático de la Escuela de Gobierno John F. Kennedy de la Universidad de Harvard.
En 1994 regresó a su país para desempeñarse como economista jefe de la estatal Yacimientos Petroleros Fiscales (YPF), pero tres años más tarde abandonó el puesto para ocupar el decanato de la Escuela de Negocios de la Universidad Torcuato Di Tella, un centro de estudios privado ubicado en Buenos Aires.
Retornó a la administración pública en 2001 para sumarse al equipo del entonces ministro de Economía, Domingo Cavallo, como secretario de Política Económica, en el contexto de la operación de megacanje durante la gestión de Fernando de la Rúa (1999-2001).
La iniciativa, lejos de obtener los beneficios prometidos, derivó en una crisis económica, el sobreendeudamiento de la nación y un daño patrimonial por el orden de los 55.000 millones de dólares, según consta en documentos judiciales de 2003.
Procesado por este caso, Sturzenegger fue sobreseído definitivamente en 2016 por falta de méritos. Desde la acusación se insistió en que se investigara la contratación de los bancos para las operaciones de venta de bonos de deuda, así como las comisiones asociadas con esas transacciones, pero la defensa alegó que su secretaría no contrataba ni tenía injerencia en la contratación de entidades financieras.
Tras el hundimiento del gobierno de De la Rúa, Sturzenegger desapareció del ojo público y se dedicó a la enseñanza universitaria en diversas entidades académicas dentro y fuera de su país, aunque volvió a las arenas del Estado en 2008, cuando el ahora expresidente Mauricio Macri ganó por primera vez el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.
En esa gestión, el economista fue designado como presidente del Banco Central de la capital, un cargo que ejerció ininterrumpidamente hasta 2013 y al que solo renunció para competir por una curul en la Cámara de Diputados del Congreso argentino, donde permaneció hasta 2015.
El triunfo de Macri en 2015 le otorgó a Sturzenegger un boleto hacia una privilegiada posición: la presidencia del Banco Central del país, puesto que ocupó entre diciembre de 2015 y junio de 2018.
En ese lapso, abrevó el camino para que Argentina tramitara ante el Fondo Monetario Internacional el préstamo más cuantioso de su historia. Para ello puso fin al “cepo” (control) cambiario y estableció un régimen de libre flotación que, según lo previsto, debía permitir cumplir las metas de inflación del país, lo que finalmente no pasó.
En adenda, implementó un agresivo plan de compra de divisas para aumentar significativamente las reservas internacionales a través de bonos conocidos como Lebac. La estrategia le costó al Estado argentino casi 420.000 millones de pesos de 2017, de acuerdo con un informe del Centro de la Economía Política Argentina (CEPA) difundido en su día por medios locales.
El nombre de Sturzenegger salió a colación junto a los de Nicolás Dujovne, Luis Caputo, Guido Sandleris y Hernán Lacunza, miembros del equipo económico de Macri, así como el del exmandatario, en una denuncia por fraude a la nación interpuesta por la Oficina Nacional Anticorrupción durante el gobierno de Alberto Fernández (2019-2023).
De conformidad con documentos judiciales citados por Página 12, la investigación se abrió para determinar la comisión de delitos en el contexto de la obtención irregular de un préstamo del FMI, que incluyen cargos por defraudación agravada en perjuicio del Estado y malversación de dinero público.
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Javier Milei designó ayer a Federico Adolfo Sturzenegger como ministro de Desregulación y Transformación del Estado, nombramiento que había prometido realizar una vez se aprobara el proyecto de la Ley Bases en el Congreso. La designación se hizo efectiva mediante el decreto 586/2024, que lleva las firmas de Milei y el jefe de Gabinete, Guillermo Francos. “Desígnase en el cargo de ministro de Desregulación y Transformación del Estado al doctor Federico Adolfo Sturzenegger”, reza el texto.
“Cuando sale la Ley de Bases culminamos una primera parte de las reformas estructurales, tenemos que ir a la segunda parte. Entra Federico Sturzenegger como ministro. Es un caso de dos más dos es cuatro. Lo que no funcionó se cambia; lo que funcionó sigue en pie”, anunció el mandatario en una entrevista concedida el pasado 23 de mayo al canal TN, en la que advirtió que todo el gabinete estaría “bajo análisis”.
El propio Milei ratificó la decisión el martes 18 de junio, ante el mismo medio, cuando le preguntaron si podría convivir con el ministro de Economía, Luis Caputo: “Va a estar ocupado —dijo por Sturzenegger— en la desregulación y en la liberalización de la economía”. Además, Milei anticipó que el expresidente del Banco Central tendría el rango de ministro porque “es uno de los economistas más brillantes”.
El vocero presidencial, Manuel Adorni, también había definido a Sturzenegger como un profesional “número uno”. Y recalcó que “ha colaborado mucho” en las reformas que la administración libertaria planea implementar.
“Sus gestiones anteriores, viciadas por la política, no le permitieron los honores que le hubiesen correspondido. Si el presidente Milei lo va a sumar a su gabinete, tal como lo mencionó anoche, efectivamente es porque es un número uno y por lo que piensa de cualquier funcionario que suma [a su equipo]: que es el mejor para el lugar que le tiene designado”, sostuvo el portavoz en su conferencia matutina del 24 de mayo.
Sturzenegger se ha caracterizado por combinar la docencia universitaria y la investigación con el ejercicio de funciones públicas durante al menos tres décadas. Posee una titulación en economía por la Universidad de La Plata y un doctorado del Tecnológico de Massachusetts (MIT), y a inicios de la década de 1990 ejerció como catedrático de la Escuela de Gobierno John F. Kennedy de la Universidad de Harvard.
En 1994 regresó a su país para desempeñarse como economista jefe de la estatal Yacimientos Petroleros Fiscales (YPF), pero tres años más tarde abandonó el puesto para ocupar el decanato de la Escuela de Negocios de la Universidad Torcuato Di Tella, un centro de estudios privado ubicado en Buenos Aires.
Retornó a la administración pública en 2001 para sumarse al equipo del entonces ministro de Economía, Domingo Cavallo, como secretario de Política Económica, en el contexto de la operación de megacanje durante la gestión de Fernando de la Rúa (1999-2001).
La iniciativa, lejos de obtener los beneficios prometidos, derivó en una crisis económica, el sobreendeudamiento de la nación y un daño patrimonial por el orden de los 55.000 millones de dólares, según consta en documentos judiciales de 2003.
Procesado por este caso, Sturzenegger fue sobreseído definitivamente en 2016 por falta de méritos. Desde la acusación se insistió en que se investigara la contratación de los bancos para las operaciones de venta de bonos de deuda, así como las comisiones asociadas con esas transacciones, pero la defensa alegó que su secretaría no contrataba ni tenía injerencia en la contratación de entidades financieras.
Tras el hundimiento del gobierno de De la Rúa, Sturzenegger desapareció del ojo público y se dedicó a la enseñanza universitaria en diversas entidades académicas dentro y fuera de su país, aunque volvió a las arenas del Estado en 2008, cuando el ahora expresidente Mauricio Macri ganó por primera vez el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.
En esa gestión, el economista fue designado como presidente del Banco Central de la capital, un cargo que ejerció ininterrumpidamente hasta 2013 y al que solo renunció para competir por una curul en la Cámara de Diputados del Congreso argentino, donde permaneció hasta 2015.
El triunfo de Macri en 2015 le otorgó a Sturzenegger un boleto hacia una privilegiada posición: la presidencia del Banco Central del país, puesto que ocupó entre diciembre de 2015 y junio de 2018.
En ese lapso, abrevó el camino para que Argentina tramitara ante el Fondo Monetario Internacional el préstamo más cuantioso de su historia. Para ello puso fin al “cepo” (control) cambiario y estableció un régimen de libre flotación que, según lo previsto, debía permitir cumplir las metas de inflación del país, lo que finalmente no pasó.
En adenda, implementó un agresivo plan de compra de divisas para aumentar significativamente las reservas internacionales a través de bonos conocidos como Lebac. La estrategia le costó al Estado argentino casi 420.000 millones de pesos de 2017, de acuerdo con un informe del Centro de la Economía Política Argentina (CEPA) difundido en su día por medios locales.
El nombre de Sturzenegger salió a colación junto a los de Nicolás Dujovne, Luis Caputo, Guido Sandleris y Hernán Lacunza, miembros del equipo económico de Macri, así como el del exmandatario, en una denuncia por fraude a la nación interpuesta por la Oficina Nacional Anticorrupción durante el gobierno de Alberto Fernández (2019-2023).
De conformidad con documentos judiciales citados por Página 12, la investigación se abrió para determinar la comisión de delitos en el contexto de la obtención irregular de un préstamo del FMI, que incluyen cargos por defraudación agravada en perjuicio del Estado y malversación de dinero público.
PrisioneroEnArgentina.com
Julio 5, 2024
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