Entrevistador: “Señor Reagan, ¿puede decirme la definición exacta de ‘comunista’?”
Reagan: «Muy sencillo. Un comunista es alguien que lee a Marx y a Lenin.”
Entrevistador: “¿Y la definición de ‘anticomunista’?”
Reagan: «El que entiende a Marx y a Lenin».
Más allá de las bromas, es muy comprensible la diferencia de visiones que circulan en torno a la figura de Ronald Reagan.
Reagan era un personaje muy provocativo para quienes no compartían sus pensamientos. No al estilo provocativo de Trump (rayando la mala educación, por así decirlo), pero sí en sus declaraciones y comportamiento, recordemos que todavía estamos hablando de una ex estrella de Hollywood, con maneras muy llamativas de actuar y actuar, que en Italia definiríamos como populista hoy. Estaba muy polarizado, quizás el presidente más republicano de la historia, y eso también se podía ver en sus políticas.
Pienso, por ejemplo, en cuando persistió en la teoría del goteo, una política económica según la cual bajar los impuestos a las clases más ricas habría generado una reacción en cadena capaz de favorecer a la clase media, cambiando sus hábitos de consumo; lo cual no sólo se produjo parcialmente, sino que sigo sosteniendo que es una de las causas que contribuyeron a la gran crisis de 2008 por el deterioro de las hipotecas subprime que ahora se concedían a cualquier persona en EE.UU.
Reagan no fue un mal presidente, ni mucho menos. Pero era y sigue siendo una figura muy aburrida del progresismo liberal estadounidense.
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Por Vivian Ward.
Más allá de las bromas, es muy comprensible la diferencia de visiones que circulan en torno a la figura de Ronald Reagan.
Reagan era un personaje muy provocativo para quienes no compartían sus pensamientos. No al estilo provocativo de Trump (rayando la mala educación, por así decirlo), pero sí en sus declaraciones y comportamiento, recordemos que todavía estamos hablando de una ex estrella de Hollywood, con maneras muy llamativas de actuar y actuar, que en Italia definiríamos como populista hoy. Estaba muy polarizado, quizás el presidente más republicano de la historia, y eso también se podía ver en sus políticas.
Pienso, por ejemplo, en cuando persistió en la teoría del goteo, una política económica según la cual bajar los impuestos a las clases más ricas habría generado una reacción en cadena capaz de favorecer a la clase media, cambiando sus hábitos de consumo; lo cual no sólo se produjo parcialmente, sino que sigo sosteniendo que es una de las causas que contribuyeron a la gran crisis de 2008 por el deterioro de las hipotecas subprime que ahora se concedían a cualquier persona en EE.UU.
Reagan no fue un mal presidente, ni mucho menos. Pero era y sigue siendo una figura muy aburrida del progresismo liberal estadounidense.
PrisioneroEnArgentina.com
Junio 21, 2024
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